El tiempo corre en contra del Granada en el ‘caso Uzuni’

Granada/El delantero albanés Myrto Uzuni se negó este lunes a entrenar con el grupo por tercera semana consecutiva.

Lo lleva haciendo desde que el Granada volvió de las vacaciones navideñas, todavía en 2024, y desde entonces permanece enquistada entre club y jugador una situación que perjudica directamente a la línea de flotación del equipo.

Pasa el tiempo sin que haya novedades y cada día que transcurre con la situación igual es un fracaso mayúsculo por parte de ambas partes y un misil directo a los objetivos del primer equipo esta temporada.

Siempre que suceden asuntos desagradables en los clubes se busca lo mismo, que el afectado no sea el equipo. Todo en las entidades se baja en el bienestar deportivo. El ‘caso Uzuni’ es todo lo contrario, ya que afecta directamente al plantel que dirige Fran Escribá y el ejemplo es lo sucedido en las dos últimas semanas.

Nadie sabe lo que hubiera pasado ante el Getafe o el Burgos con Uzuni en el campo, si ese 0-1 y 0-0 hubieran sido los mismos o no, lo que es una evidencia es que dista un mundo de afrontar ambos partidos con o sin su mejor goleador y tu hombre más determinante en ataque.

El conflicto sólo tiene dos caminos de resolución. O Uzuni se queda y vuelve a la dinámica grupal y a jugar o Uzuni se va y deja dinero en las arcas para que el Granada fiche un nuevo delantero.

Hay que recordar que la actitud del delantero, máximo goleador del Granada y segundo máximo artillero de Segunda División, es una medida de presión para buscar o una subida de sueldo o que el club acepte la oferta que tiene del Austin, equipo de la MSL, y le deje marchar en este mercado invernal.

Sea cual sea la solución, el Granada ya va tarde, como siempre. Para empezar, no se tenía que haber dado lugar a esta rebeldía del futbolista, con carga de incompetencia para el club por no ver el problema antes y para el futbolista por llegar a este drástico extremo.

Una vez llegado el problema a este punto, lo que no puede es extenderse más en el tiempo. Lo paga el primer equipo, con el ascenso cada vez más lejos y ni siquiera situado en puestos de promoción para subir.

Si Uzuni vuelve a jugar seguramente necesite de un tiempo de aclimatación y vuelta a coger la forma tras varias semanas fuera. No parece que esta sea la mejor forma de preparar la final del sábado ante el Levante.

Si Uzuni sale, el Granada tendrá que buscarle sustituto, y con lo que se está tardando en firmar a un extremo, todo hace indicar que nos iríamos a final de mes, cuando quizás el pescado ya esté medio vendido a nivel clasificatorio.

El ‘caso Uzuni’, un desastre se mire donde se mire que tiene en el tiempo el principal factor en contra, una de esas situaciones que sólo puede darse en el Granada.