La visita de 'vecinos' andaluces, plato de mal gusto para el Granada CF
Los rojiblancos solo han ganado al Córdoba de todos los equipos del sur que han pasado por Los Cármenes

Granada/Los derbis andaluces están siendo una de las 'criptonitas' del Granada CF esta temporada. La inminente visita de la UD Almería, el rival más exigente de aquellos que quedan por venir al Nuevo Los Cármenes, pondrá de nuevo a prueba la capacidad competitiva de un Granada que si cuya temporada tuviera que resumirse en una palabra, sería irregularidad. La última bala por el playoff se jugará contra el vecino de al lado.
El primero de la temporada dejó mucha tela que cortar, y es que aquel tempranero empate a dos (cuarto empate consecutivo) contra el Málaga a finales de septiembre le costó el puesto a Guillermo Abascal tras solo seis jornadas, como también supuso una grave lesión a Carlos Neva minutos después de mandar callar al público en una celebración que le ha pasado factura con respecto a la afición granadinista, que ya no ve igual a su capitán tras la irrupción de Brau. Un gol de Nelson Monte en el 93', así como el penalti fallado de Shon Weissman en el último minuto, sentenció al técnico sevillano y provocó su cese, mientras que al gaditano no se le volvería a ver sobre el césped hasta cuatro meses después.
La primera y única alegría iba a llegar contra el Córdoba CF, aunque no fue oro todo lo que relució aquella noche. A pesar de la euforia provocada por el gol de Siren Diao en el añadido para derribar el muro verdiblanco y conseguir los primeros tres puntos de la temporada en el Nuevo Los Cármenes, es cierto que el Granada fue incapaz de anotarle a un gol a un equipo que venía de Primera Federación y al que el filial le endosó tres pocos meses antes. Cosas del fútbol.
El partido contra el Cádiz fue el culmen de la desesperación: un partido que se veía desde mucho antes del 90' que iba a terminar en 0-0 ante un rival que vino a Los Cármenes a sobrevivir, y al que le salió bien la táctica de encerrarse. El reencuentro con Paco López, al que le quedaban pocos días en la entidad gaditana, de lo poco rescatable de aquella velada además de las incontables formas del zaguero Fali de rascarle segundos al crono. Dos partidos en los que no se perdió, pero que evidenciaron que subir a Primera no iba a ser un camino de rosas.
A domicilio, peor todavía
Y tanto que no lo ha sido al menos en clave andaluza, porque el Granada no ha vuelto a vencer a un equipo de la comunidad ni en el Nuevo Los Cármenes ni a domicilio. Inmediatamente después del 0-0 contra los amarillos llegó la debacle en Almería, en el que Escribá y su mal planteamiento, pecando de equipo 'chico', dejó en bandeja la remontada de un equipo indálico que gana a todos en pegada el día que están enchufados. Primero Luis Suárez, que celebró como a quién le toca la lotería de Navidad, y después Melero, dejaron los tres puntos en los Juegos Mediterráneos tornando en inútil el gol inicial de Myrto Uzuni en una primera parte que ganaron los granadinos.
De mal en peor, porque hubo un parón de varios meses hasta que al Granada le tocó visitar El Arcángel en el peor resultado de toda la temporada. Un 5-0 incomprensible por mero orgullo dado el millar de granadinistas que invirtieron su dinero y su tiempo en apoyar al equipo en un nuevo derbi. El Granada no tuvo acierto, amor propio, ni capacidad de reacción ante un Córdoba al que le salió todo aquella tarde. Escribá terminó más señalado que nunca aunque parece que ha salvado los muebles y terminará el curso en el banquillo nazarí.
Por último, la visita al Nuevo Mirandilla volvió a señalar la pobre actitud del equipo, que tuvo más de una hora de duelo para intentar empatar el gol inicial de Chris Ramos, que tuvo fe en perseguir un balón fácil que Martin Hongla se encargó de transformar en el único tanto del partido gracias a una pésima entrega a Mariño, que llegó forzado y resbaló poniéndole el gol en bandeja al delantero cadista. A pesar de que eso fue en el 28', era de esas veces en las que la derrota se palpaba mucho antes del pitido final, porque el Granada estuvo viendo la vida pasar sobre el césped gaditano en un partido muy malo que terminó en un gran hartazgo en la afición.
Última oportunidad
En partidos que siempre resultan especiales por la cercanía entre equipos y la posibilidad de desplazarse de su gente, el Granada enfoca la verdadera final por los puestos de ascenso. Una victoria ante los almerienses serviría como bálsamo de moral y tres puntos clave ante un rival directo. Un empate no sirve a ninguno más que para estirar el chicle una semana más, mientras que una derrota dejaría al Granada herido y mucho más cerca de esa indeseable 'tierra de nadie' en Segunda. Algo cuyas consecuencias se verían en los próximos meses.
Se espera buena presencia almeriensista en la grada como ya pasó a la inversa en el partido de la primera vuelta, aunque la que menos ha fallado este curso sin duda es la afición del Granada, y la respuesta seguro será positiva. De nuevo les toca a los del césped cumplir.
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