Weissman se 'aferra' al Granada anotando el primer gol del año

El Granada abrió la pretemporada con un empate (1-1) ante el Orlando Pirates sudafricano. Guille Abascal se estrenó al frente del proyecto nazarí en un duelo que no permite obtener apenas conclusiones pero que dejó los primeros minutos como rojiblancos de Pablo Insua y Luca Zidane, dos futbolistas llamados a ser piezas importantes en este Granada.

Al equipo sudafricano, con más rodaje, se le vio con más piernas. El partido se perdió durante muchos minutos entre balones aéreos y bajo el orden defensivo de ambos equipos. Más allá de las pruebas de Abascal, el duelo sirvió como reivindicación para Shon Weissman. El israelí marcó el primer gol del verano para el Granada, un tanto que sirvió para contrarrestar el que había marcado Gilberto dos minutos antes, reaccionando con velocidad y buen criterio rematando de primeras a la red y mal despeje del defensa del Orlando

Weissman, cuyo futuro apunta a estar lejos de Los Cármenes, quiere decir la última palabra antes de arrojar la toalla o que se anuncie su salida o cesión a algún otro club. El israelí es uno de los peores fichajes de la historia reciente del club en relación inversión-rendimiento: en el Granada lleva dos goles desde que fue fichado, uno al Villarreal B en la jornada 26 de hace dos temporadas, y el otro al Arosa en el infame partido que el Granada terminó perdiendo en los despachos por la alineación indebida de Adri López.

Tras el descanso llegaron los cambios, el partido perdió ritmo y las ocasiones prácticamente desaparecieron. El primer amistoso del verano no rompió el guion de este tipo de partidos y sirvió para repartir los minutos de forma masiva. Sólo Gonzalo Villar jugó más de medio tiempo en el bando rojiblanco. Las primeras pistas apuntan a que el nuevo técnico le tiene reservado un papel principal en su Granada esta temporada, así como con Paco López con el que el murciano mostró su mejor versión a principios del curso pasado. Sí hubo tiempo para ver a Insua emplearse a fondo y evitar un gol en la misma línea de gol, parece que el gallego está enchufado desde el primer momento.