Constructoras granadinas que destruyen techos de cristal

Mujeres con iniciativa

Las mujeres están completamente integradas en el mundo de la construcción y reclaman igualdad

Cuatro asociadas cuentan su visión sobre la situación actual de un sector eminentemente masculino

De izq a dcha: María Esperanza, Manme Medina y Pilar Cruz.
De izq a dcha: María Esperanza, Manme Medina y Pilar Cruz. / Jesús Jiménez / Photographerssports
M. Navas

28 de abril 2021 - 05:05

Uno de los tópicos más instaurados en el imaginario popular de este país es el del albañil lanzando un piropo a la mujer que pasa por la calle, pero en pleno siglo XXI el tópico ya se ha quedado viejo y ahora son ellas las que se suben al andamio y llevan las carretillas y demas enseres de la construcción. A esta conclusión llegan Pilar Cruz, Manme Medina, María Esperanza y Raquel Rodríguez, cuatro de las asociadas de Mujeres con iniciativa vinculadas al sector de la construcción. Las cuatro ven con buenos ojos la situación actual del sector y ven como algo del pasado aquella imagen masculina, porque como resume Rodríguez "siempre hay personas un poco chapadas a la antigua, pero sí es verdad que cada vez tenemos más presencia".

También ven con buenos ojos la situación general del sector, una de las pocas áreas económicas que ha salido con buen pie de la pandemia, ya que fue declarada como actividad esencial en los momentos más álgidos.Como explica Medina, responsable de Lecsa Obras, durante el confinamiento las personas dejaron de ver su hogar como algo más que un lugar de paso y empezaron a concebirlo como un lugar en el que convivir, de ahí que muchos apostasen por hacer reformas.

En la misma dirección se pronuncia Cruz, de Mosaicos Hidráulicos Cruz, para quien durante el confinamiento surgió una tendencia a "ver nuestras casas bonitas". El caso de Raquel Rodríguez, de Bim 103, es algo diferente, ya que su trabajo se centra más en la arquitectura, pero sí reconoce que su flujo de trabajo no se ha resentido con la llegada del Covid-19, debido a que gran parte de él se ejerce online, por lo que no tiene "esa visión de crisis que están viviendo otros compañeros".

La pandemia ha traído nuevas dinámicas de trabajo para las compañías de la construcción

Como la llegada del teletrabajo, la pandemia ha supuesto una transformación en el mundo de la construcción. Por ejemplo, María Esperanza, de Crearsur, explica que durante el confinamiento estricto empezaron a enviar un tutorial para que fueran los propios clientes quienes tomasen las medidas y les enviasen esa información antes de empezar a trabajar, una práctica que aún hoy siguen haciendo. Por su parte, en Mosaicos Hidráulicos Cruz han empezado a hacer tours virtuales para que los clientes puedan ver cómo se hacen sus encargos, algo que "ahorra tiempo y también dinero", explica Cruz, ya que los clientes no tienen por qué desplazarse hasta las instalaciones. Sin embargo, aquí las mujeres difieren un poco, puesto que Manme afirma que Lecsa Obras, una compañía tradicional, necesita visitar la zonas de trabajo.

Raquel Rodríguez
Raquel Rodríguez / G.H.

Donde sí vuelve a haber cierto consenso es en si las mujeres jóvenes seguirán sus pasos a la hora de ponerse al frente de una compañía. Así, por ejemplo, Cruz cree necesario "apostar por la juventud", ya que durante su experiencia dando clases ha visto a muchas adolescentes con ganas de emprender, aunque puntualiza que "hay otras que quieren ser trabajadoras por cuenta ajena, y también está bien". Por su parte, María Esperanza cree que el hecho de que las nuevas generaciones tomen o no la iniciativa depende de "cómo las educamos" y se pone a ella misma como ejemplo, pues su hija la lleva viendo trabajar a ella y su abuela desde pequeña y "desde chica ha dicho que iba a poner su negocio, nunca ha pensado en trabajar para otros, ni siquiera se le pasa por la cabeza".

"Siempre hay personas un poco chapadas a la antigua, pero cada vez las mujeres tenemos más presencia en el sector"

Precisamente, de la influencia que ejerce el entorno también habla Rodríguez, quien cree que el gen emprendedor "viene del tema familiar y de lo que vemos en nuestro entorno". En un punto intermedio entre ambas se encuentra Medina, quien considera que sus hijos están siendo educados, en clase, en temas de igualdad, y ella nota mucho en sus comportamientos cómo están dejando atrás las actitudes machistas del pasado y están actuando de una forma más proactiva.

A raíz de los hijos, María Esperanza afirma que el confinamiento y el teletrabajo le permitió conciliar mucho mejor su vida laboral y familiar. De hecho, explica que mientras realiza la entrevista (tras un encuentro de Mujeres con iniciativa en Cámara de Comercio), su hija se encuentra en su puesto de trabajo porque no tiene donde dejarla. Aunque con cierta pena, María Esperanza asegura que "bendice la pandemia", porque le ha permitido encerrarse en casa y pasar más tiempo con su hija mientras sigue trabajando.

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