Salud sin fronteras
José Martínez Olmos
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Sanciones
Desde hace muchos años hay dueños de perros que deciden mutilar a sus "mascotas" a pesar de ser una práctica cruel y que además es ilegal en España. Con la Nueva Ley de Bienestar Animal que entró en vigor el pasado viernes 29 de septiembre se estableció como una infracción grave el hecho de "practicar al animal mutilaciones o modificaciones corporales no autorizadas".
Por desgracia, esta práctica persiste en ciertos círculos, suponiendo así un auténtico desafío para los defensores de los derechos de los animales y las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley.
En España, la legislación es muy clara: la mutilación de animales de compañía está prohibida y castigada por la ley. Así lo afirma el artículo 74, punto e "infracción grave y por tanto la sanción que le corresponderá de acuerdo con el artículo 76 b) será de multa 10.001 a 50.000 euros".
Algunas razas de perros continúan siendo víctimas de prácticas como el corte de orejas y la amputación de colas, y el motivo suele ser estético o bien cultural. Estas mutilaciones no solo generan sufrimiento innecesario para los animales, sino que también plantean interrogantes sobre la responsabilidad y conciencia de quienes perpetúan estas acciones.
Una de las razones detrás de la persistencia de esta práctica ilegal radica en ciertas tradiciones arraigadas en determinadas comunidades. Algunos propietarios de perros, influenciados por mitos o percepciones estéticas anticuadas, continúan optando por la mutilación, a menudo sin comprender completamente las consecuencias físicas y psicológicas que esto implica para sus mascotas. La falta de conciencia y educación sobre el bienestar animal contribuye a la perpetuación de esta práctica.
Otro factor relevante es la falta de aplicación efectiva de la ley. A pesar de que la legislación prohíbe estas acciones, su ejecución puede ser desigual y en ocasiones insuficiente. La necesidad de fortalecer los mecanismos de control y sanción se presenta como un aspecto crucial para erradicar este problema.
La mutilación de perros no solo afecta la integridad física de los animales, sino que también tiene implicaciones en la salud mental y el comportamiento de estas mascotas. Los perros, al ser sometidos a procedimientos dolorosos y traumáticos, pueden desarrollar problemas de comportamiento, ansiedad y miedo, generando un impacto negativo en su calidad de vida. Algunas razas que sufren este tipo de acciones son: pitbull, doberman, braco alemán, braco de weimar o el bóxer.
Pero, ¿cómo se puede dar solución a este problema? esto reside en la sensibilización y educación de la sociedad. Campañas de concientización sobre los derechos y necesidades de los animales, así como la promoción de prácticas de cuidado responsables, son esenciales para cambiar las percepciones arraigadas y reducir la incidencia de la mutilación. Además, es crucial que las autoridades refuercen los esfuerzos para hacer cumplir la ley y establezcan sanciones más severas para aquellos que participan en estas prácticas.
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