Geotermia y fotovoltaica para la producción neutra en carbono de coches

A partir del 1 de enero de 2035 en la Unión Europea no se podrán vender coches que dispongan de motores térmicos, incluidos los híbridos. Así lo acordó el Parlamento Europeo para reducir la emisión de CO2. No obstante, los fabricantes de automóviles necesitan ir más allá que dejar de producir modelos que tengan motores que funcionen con el ciclo Otto o Diesel para que sean neutros en carbono y que, por lo demás, lo sean durante más allá de su vida útil: también necesitan ensamblar esos coches eléctricos sin producir huella de CO2.

Para lograr ese objetivo de la neutralidad de carbono, que se alcanza cuando se emite la misma cantidad de CO2 a la atmósfera que la que se retira de ella, el origen de la energía que se utiliza para la producción de los vehículos -como de cualquier otro bien- es clave.

Por eso, y con esa meta que todos los fabricantes tienen en relación a reducir su emisión de CO2 al máximo, Ford, por ejemplo, ha puesto en marcha en Valencia una iniciativa para utilizar la energía solar.

Ha creado un área fotovoltaica que se encuentra en una zona no ligada a la producción de coches de la planta de Almussafes y con dos zonas de paneles solares. Estos son capaces de producir cada año la energía equivalente al funcionamiento de 1.400 hogares medios, es decir, unos 4,64 GWh a los que, este verano, se sumarán 3,762 más: lo que necesitarían otros 1.100 hogares medios más. Llevado a una aplicación práctica, esto supondrá que no sólo la fábrica valenciana de Ford verá cómo se rebaja su factura de electricidad, sino que se reducirá de forma evidente su demanda real de electricidad a la red nacional.

Para 2024 Ford quiere conseguir una potencia máxima de 10 MW, asi que la pretensión de Ford es ampliar su instalación para lo que hasta se está estudiando ocupar los tejados de la fábrica.

Geotermia como fuente de energía

Así justamente es la instalación fotovoltaica que Stellantis tiene en su planta de Villaverde, en Madrid -la “casa” de los Citroën C4-, con 15.000 módulos que permite cubrir con autoconsumo más de un 30 por ciento de las necesidades de la factoría española y reducir la emisión de 2.546 toneladas de CO2. Esta instalación, que fue finalizada por Endesa X el año pasado, permite la producción de 8 GWh.

Siguiendo con las plantas de Stellantis en España, en Figueruelas, donde Stellantis produce los Citroën C3 Aircross, Opel Crossland y Corsa, se dispondrá a lo largo de este año de una planta fotovoltaica del tamaño de 23 campos de fútbol, así como cuatro molinos, lo que le permitirá a esta fábrica cubrir el 80 por ciento de sus necesidades de electricidad. Se alcanzará una potencia de 30,8 MW de electricidad origen solar y 25,4 de eólica. Su participación permitirá reducir la emisión de 4.216 toneladas de CO2 por año.

Por su parte, la fábrica de Vigo que se especializa en industriales ligeros, la planta fotovoltaica también desarrollada con Prosolia Energy, incluso superará la superficie de Aragón, con el equivalente a 24 campos de fútbol y será la mayor instalación de autoconsumo fotovoltaico sobre cubierta de España. En total serán unos 27.000 paneles que pueden llegar a sumar 19 MW y acumularán el equivalente a casi 20 GWh. Pero no la fotovoltaica no es la única fórmula la que se utiliza en Stellantis para ahondar en su descarbonización.

Por eso, el grupo industrial ha firmado un acuerdo con Vulcan que le va a permitir iniciar rebajar esa huella de carbono en otra de sus instalaciones señeras: la de Rüsselsheim (Alemania), donde se producen el Opel Astra y el DS4. El propósito es que, a partir de 2025, se produzca una reducción significativa de las necesidades energéticas de este centro productivo.

En este caso, Stellantis va a recurrir a la geotermia. Para ello, Vulcan ya ha iniciado los estudios, a los que seguirán la perforación. Esto permitirá producir energía limpia que se suministrará tanto a la red, tanto para consumo interno y externo, al tiempo que producirá calor para transferirlo a la instalación de Rüsselsheim.

Vulcan, por lo demás, es el principal proveedor de litio verde alemán, una empresa de la que Stellantis es su mayor cliente. De hecho, trabaja en un yacimiento de salmuera en el Alto Valle del Rin del que se obtiene el carbonato de litio para baterías de vehículos eléctricos y con este proyecto geotérmico obtendrá la oportunidad de ampliar su cartera de desarrollo en una situación alejada de su explotación.