Volvo triplica la fabricación de sus SUV electrificados

Volvo está aumentando la producción de la factoría de Gante, donde ha venido produciendo el XC40 P8 Recharge desde octubre del año pasado, una versión totalmente eléctrica de su SUV más pequeño, junto a versiones híbridas enchufables. También el V60, el familiar de tamaño medio de la gama. Allí mismo se ensamblan sus baterías.

Este mismo año, en esa planta se iniciará la producción de un nuevo modelo totalmente eléctrico, con la plataforma CMA, como el XC40 y el Polestar 2. Además, Volvo contará con su propia fábrica de motores eléctricos en Skövde (Suecia).

Con la denominación Recharge Volvo identifica tanto los híbridos enchufables (PHEV), como los eléctricos con baterías (BEV), tecnologías que han duplicado las ventas a lo largo de 2020 respecto a 2019. En Europa, los Recharge ya suponen un 29 por ciento de las ventas totales.

Presumiblemente, a la oferta de la marca sueca se sumará, a lo largo de este año, el Volvo XC20, un SUV de tamaño pequeño con la plataforma SEA de código abierto, que rivalizaría con el Audi Q2. Esta versátil plataforma ha sido desarrollada por Geely con la intención de comercializarla a otros fabricantes. Este SUV nacería siendo un coche eléctrico al 100 por ciento.

Volvo anunció en 2017 que no venderá vehículos exclusivamente dotados con motores de combustión pues, como mínimo, tendrán sistemas que los microhibridarán; y su objetivo es que los eléctricos con baterías representen en cuatro años la mitad de sus ventas mundiales, constituyendo los híbridos la otra mitad.