Lealtad a ciegas, el gran requisito para estar en el Gabinete 2.0 de Trump
Elecciones en Estados Unidos
La magistrada federal que desestimó el caso contra el republicano por el mal manejo de documentos clasificados figura como posible fiscal general
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Washington/Ignorante, incoherente o incluso fascista. Así retratan a Donald Trump muchos colaboradores que estuvieron bajo sus órdenes y que rompieron con él, lo que abre una gran incógnita: ¿De quién se rodearía el republicano en su vuelta a la Casa Blanca?
Tras vencer en las elecciones del martes a la demócrata Kamala Harris, todo apunta a que Trump conformaría un segundo gabinete más leal y radical tras un turbulento primer mandato (2017-2021) que estuvo marcado por olas de dimisiones y despidos, muchos de ellos anunciados por Twitter.
El último en arremeter contra el republicano en la recta final de la campaña fue su ex jefe de gabinete John Kelly, quien ha calificado a Trump como "fascista" y le acusa de ser un admirador de Adolf Hitler.
La Casa Blanca de Trump fue una "máquina de pinball"
Una treintena de antiguos colaboradores han sido críticos con el ex mandatario, sobre todo después de que una turba de fanáticos trumpistas asaltara el Capitolio en 2021, y sólo la mitad del que fuera su gabinete lo respalda en estas elecciones.
El listado de detractores es largo, iniciando por el que fuera su vicepresidente, Mike Pence, quien rompió con Trump después de que este le ordenara frenar la transición de poderes con el demócrata Joe Biden. Pence ha dicho que no votará a Trump.
La mayoría de críticas giran en torno a dos asuntos: su desconocimiento sobre el funcionamiento del Gobierno y sus tendencias autoritarias, resume a Efe Carl Cavalli, experto en partidos políticos de la Universidad del Norte de Georgia.
"Muchos funcionarios se desilusionaron porque eran asesores o políticos con un perfil más tradicional y se dieron cuenta de que Trump desconocía cómo funciona el Gobierno y tampoco le interesaba", detalla.
John Bolton, su tercer asesor de Seguridad Nacional, contó a Efe que trabajar con el ex presidente fue como "vivir dentro de una máquina de pinball" porque "no seguía una línea política coherente".
"No podíamos mantenerlo concentrado. Tiene muy poca capacidad de atención en la mayoría de cosas", detalla.
Un equipo leal y radical
Trump, magnate inmobiliario de Nueva York que se hizo muy popular por un programa de televisión en el que despedía a gente, suele argumentar que él echaba a sus colaboradores porque hacían un mal trabajo y que ahora ya sabe con quién puede confiar.
Por ahora no ha dado casi detalles sobre quién le acompañaría, pero parece claro que premiaría la lealtad a ciegas, especialmente después de sentirse respaldado por un fallo del Tribunal Supremo que otorgó a los presidentes una amplia inmunidad judicial.
"El primer mandato estuvo rodeado de personas que intentaron frenar sus impulsos. Un segundo mandato estará poblado de leales que atenderán sus caprichos", opina Cavalli.
Una de las figuras principales sería su vicepresidente, J.D. Vance, un senador que se opuso a Trump en el pasado pero luego se plegó a su voluntad, hasta el punto que, a diferencia de Pence, respalda el falso relato de un fraude electoral en 2020.
El republicano planea incorporar en su equipo de transición a Robert F. Kennedy Jr., que renunció a su campaña presidencial para respaldar a Trump, y ha prometido un cargo a Elon Musk, magnate que lo defiende a capa y espada en lo que antes era Twitter.
Para secretario de Estado suenan varios nombres, incluido el del senador Marco Rubio, defensor de la línea dura con Cuba y Venezuela, que fue finalista como posible vicepresidente.
Stephen Miller, un fiel asesor de Trump que está detrás de sus políticas antiinmigración, podría tener algún cargo importante, igual que Richard Grenell, su polémico ex embajador en Alemania.
La magistrada federal estadounidense que desestimó el caso contra Trump por el mal manejo de documentos clasificados, ahora en proceso de apelación, figura como posible fiscal general. Aileen Cannon, elegida como juez federal por Trump en 2020, desestimó en julio pasado el caso contra el republicano con el argumento de que la designación del fiscal especial Jack Smith no contaba con autoridad constitucional.
Según ABC News, Cannon, a quien el ex gobernante ha elogiado en repetidas ocasiones después de que desestimara su caso penal, fue recientemente incluida como la número dos en una supuesta lista de posibles fiscales generales.
En cuanto al clan familiar, Trump colocó en la Casa Blanca a su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner, pero también se distanció de ellos. En su lugar han ganado influencia el primogénito, Donald Trump Jr., y su nuera Lara Trump.
Algunas de las críticas más feroces contra Trump provienen de los encargados de seguridad del país durante su mandato, como el ex secretario de Defensa James Mattis o el que fuera jefe de las Fuerzas Armadas Mark Milley, quienes lo consideran una amenaza para la Constitución.
En un gesto inédito, Trump ha cargado en esta campaña contra la cúpula militar del país porque la ve demasiado progresista: "La despediré".
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