Juan Ruesga expone en 'Escenografías' su percepción del teatro

El creador muestra en Santa Inés una amplia documentación de los espectáculos que ha diseñado desde los años 70

1. Una espectadora contempla algunos carteles diseñados para Teatro del Mediodía y Atalaya.  2. Boceto para la 'Ariadna' que estrenará Atalaya el 5 de junio en el Teatro Central. 3. Escenografía creada para la obra 'Razón de Estado'. 4. En 'Juan de Mairena', Ruesga jugó con una estructura donde combinaba el clasicismo y la modernidad.
1. Una espectadora contempla algunos carteles diseñados para Teatro del Mediodía y Atalaya. 2. Boceto para la 'Ariadna' que estrenará Atalaya el 5 de junio en el Teatro Central. 3. Escenografía creada para la obra 'Razón de Estado'. 4. En 'Juan de Mairena', Ruesga jugó con una estructura donde combinaba el clasicismo y la modernidad.

El sevillano Juan Ruesga muestra en la sala Santa Inés y hasta el 30 de mayo algunas de las escenografías más destacadas de su trayectoria, un extenso recorrido en el que este creador ha ido rastreando nuevos caminos expresivos y buscando la emoción del espectador.

A través de una completa selección de materiales que incluye dibujos, planos, fotografías, proyecciones, carteles y programas de mano, la exposición Escenografías difunde algunos de los episodios más significativos de la historia del teatro y el diseño escénico: desde los años 70 hasta la actualidad, desde los diseños para compañías emblemáticas de la escena independiente como Esperpento y Teatro del Mediodía a grandes producciones del CAT como Julio César y Yerma. Un itinerario del que Ruesga señala algunos montajes: "Farsantes y figuras de una comedia municipal, porque me obligó a una reflexión profunda, ahí decido que voy a hacer una exploración de la escenografía y me convierto en profesional", recuerda, antes de destacar como otros desafíos estimulantes el Así que pasen cinco años de Atalaya y la Yerma que dirigió Miguel Narros.

Varias décadas después de sus comienzos, Ruesga sabe que el tiempo "te permite profundizar más, matizar más", aunque, asegura, "había una misma preocupación desde el principio". La depuración, la economía de medios, como vías para alcanzar la mayor expresividad. "Hay que desprenderse de todo lo accesorio, todo lo que no juegue un rol concreto tiene que desecharse", valora el especialista.

Lo importante, apunta Ruesga, es "seleccionar los elementos de manera que produzcan emoción en el espectador". El autor guarda en su memoria algunos logros gracias a los que consiguió "que el público aplaudiera la escenografía, algo que no esperaba que fuese a ocurrir. Pasó con Cien años de cante y con Yerma, por ejemplo".

Con el despliegue de documentación que posee la muestra, el escenógrafo quiere compartir "el trabajo íntimo, personal" desde el inicio, lleno de incertidumbres, del proceso creativo hasta el resultado que se materializa en el espectáculo.

Ruesga se suma a la tendencia que considera la escenografía como "una auténtica dramaturgia del espacio, un medio activo y no un soporte pasivo de la acción". Sobre cómo debe llevarse la relación entre director y escenógrafo, el sevillano cree que es en "la lectura detenida y detallada del texto" donde "debe arrancar el acuerdo" entre ambos.

Toda la experiencia acumulada ha propiciado que Ruesga haya elaborado una poética personal sobre la escenografia. Entre sus claves, se encuentra favorecer la comprensión del montaje, la sencillez de planteamientos y "mirar hacia el teatro, hacia su historia, para buscar la solución".

stats