May R. Ayamonte ambienta en el Albaicín su nuevo thriller
Literatura
Las niñas salvajes, publicado por Contraluz, convierten el Granada en un personaje más de su nueva novela
Granada/May R. Ayamonte comenzó como escritora a los doce años con un blog personal en el que publicó varias novelas juveniles autoeditadas, su éxito fue tal que con 18 años la Editorial Planeta la fichó y ahora, a sus veintiséis publica su primera novela negra para un público adulto, Las niñas salvajes.
Contraluz Editorial es el sello que le ha dado alas a la autora para saltar a la literatura para adultos. Antes de esto publicó seis novelas juveniles entre las que podemos destacar Mar profundo, este novela ha sido prescrita en varios institutos incluso y pronto tendrá una tercera edición. Mar profundo fue finalista del Premio Nacional de Literatura Juvenil Premio Nacional de Literatura Juvenilde la Editorial Edebé.
May, graduada en Estudios Ingleses y con dos másteres en Enseñanza y Literatura con Perspectiva de Género, es activista y militante de movimientos sociales, además de vecina del Albaicín. Tiene mucha popularidad en redes sociales en las que impulsa el interés por la lectura, es CEO de su propia empresa Literali Box y, también da charlas de fomento de la lectura para colegios e institutos.
Las niñas salvajes es un thriller sobre un colegio religioso y exclusivo para niñas, en la que una de ellas espera con ilusión ser adoptada. La autora habla de la novela, pero sin dar muchos detalles sobre el argumento para no destriparla. Indica que escribir para adultos era una necesidad ya que sentía que los conflictos de sus personajes ya no eran acordes con sus propios conflictos personales.
Novela negra
La novela negra es para ella un terreno que le apasiona lleno de posibilidades, le permite tratar cuestiones políticas e históricas, esto fue lo que le llevó a abordar un "thriller extremo", según la calificación de su editorial, en el que la ciudad de Granada y el barrio del Albaicín no son un mero escenario sino un personaje más porque sin ellos "habría sido otra historia".
May cree que para que un thriller funcione necesita tener una trama adictiva, donde nada sea predecible y que la ambientación sea clave. Se precisan personajes variados y verosímiles con personalidades y actitudes contrapuestas. Ha apostado por un género que no es muy del Sur porque cree que, aún con una herencia cultural distinta, también puede cultivarse este género y que Granada, una ciudad con clima extremo en verano y en invierno, es un escenario propicio para el suspense.
Su perspectiva de género la vemos en todas sus creaciones literarias, ella piensa que faltaban personajes femeninos con determinación. En este libro la protagonista es una mujer, pero en todas sus novelas se reflejan "los conflictos que viven las mujeres en su día a día y la violencia que sufren por el hecho de serlo", de ahí que haya insistido en que las tramas de la novela negra son compatibles con la carga social y sirven para "reflejar la conflictividad social en las ciudades y en los barrios marginales".
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