Albayzin Producciones, la empresa surgida de una necesidad de fortalecer el audiovisual en Granada

Melania Van, responsable de la compañía, puso en marcha este proyecto para potenciar el rodaje de cines y series en la provincia

El artista urbano Maka en los estudios de Albayzin Producciones.
El artista urbano Maka en los estudios de Albayzin Producciones. / A. P.
Miguel Navas

22 de enero 2024 - 03:00

No se puede entender a Melania Van sin Albayzin Producciones, la empresa que fundó hace unos años en Granada y que, como ella misma define “surgió de una necesidad de demostrar que hay mucho talento local”. La directora, que comenzó a los 18 años en el mundo del cine defiende a capa y espada el talento cultural con el cuenta Granada, provincia y ciudad, y confía en que su empresa pueda aportar un granito de arena a que en el futuro esta zona desarrolle un potente músculo audiovisual.

Para construir ese futuro, Albayzin Producciones empieza por lo que su máxima responsable considera la base, el apartado técnico. “Si tus medios técnicos no llegan, tú no llegas por muy buenas ideas que tengas”, reflexiona Van, de ahí que, por mucho que diga el nombre de su empresa, el principal negocio sea el del rental (alquiler).

El cine (y las series) es caro, por lo que comprar, por ejemplo, una cámara top, rara vez es un negocio rentable –Melania lo sabe bien, pues el despliegue técnico que vio durante el rodaje de Sierra Nevada no está al alcance de todas las carteras– y que cada vez se opte más por el alquiler, una práctica que ya existe en grandes ciudades como Madrid y Barcelona y que ahora llega a la ciudad de la Alhambra.

“El sueño de Albayzin es dar soporte a las plataformas locales y que su contenido mejore, que sea cada vez más profesional”, explica Van, que confía en que si las productoras locales empiezan a disponer de un estudio de calidad y económicamente asequible, podrán quedarse aquí y no marcharse fuera, con lo que, en un futuro “cuando vengan películas como las de Bayona no seamos 20 técnicos granadinos de 600, sino que seamos 100 o 200”, desea.

 Esa aspiración, en el fondo, esconde otra, la necesidad, de nuevo, de unirse entre todos los sectores. Al igual que no se puede construir una casa con solo una persona, ejemplifica Van, tampoco se puede hacer un producto audiovisual de forma independiente, de ahí que aproveche para hacer un llamamiento en defensa de la unión y contra el clásico “divide y vencerás”.

Recurriendo de nuevo al caso de Madrid, esta joven ve la necesidad de implantar en Granada, un film office que integre a todos los actores provinciales, tanto los públicos como los privados, para aunar esfuerzos y facilitar los rodajes, algo similar a lo que se puso en marcha para tratar de traer la gala de los Goya a Granada, algo que se espera para el próximo año.

Una unión que, en el caso de Granada, Van ve como “una utopía”, pero si algo tiene el cine es esa capacidad mágica, el poder convertir lo imposible en posible y ese es, al fin y al cabo, uno de los objetivos que persigue esta joven, el de que su empresa convierta en realidad, más tarde o más temprano, ese futuro utópico.

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