La otra Alhambra

Javier Abella muestra sus imágenes del monumento en la Casa de los Tiros hasta el próximo 30 de septiembre

La otra Alhambra
Belén Rico

07 de julio 2017 - 08:42

Granada/La misma Alhambra de las postales habituales pero completamente diferente: arquitectónica y solitaria pero también extraña, mágica, poética, casi fantasmagórica. Así es como queda plasmada en las imágenes que pueden verse en la Casa de los Tiros desde ayer hasta el próximo el 30 de septiembre. Más de 14 meses de trabajo hay detrás de esta veintena de fotografías que componen la exposición, todas en negativo y retroiluminadas o expuestas a través de cajas de luz. Se trata de una selección de obras de las 153 que forman parte del libro del mismo título que la muestra, Otras realidades: La Alhambra, un proyecto que ha valido a su autor, Javier Abella, la calificación de Talento Marca España.

"Trabajo la fotografía en negativo en lugar de en positivo para demostrar que hay otras realidades, que hasta de lo negativo podemos sacar cosas muy positivas", explica Abella sobre la filosofía de este trabajo.

"El libro estuvo a la venta 6 meses en las tiendas del Patronato y no vi un duro", protesta Abella

El objetivo de estas imágenes en negativo es abrir los ojos a realidades tan conocidas que la cotidianidad vuelve invisibles. "Lo que pretendo es que los usuarios redescubran de alguna manera la Alhambra. Todo el mundo va a reconocer los lugares pero como las luces, los colores y las sombras aparecen invertidos el espectador siempre presta mucha más atención. Así verá unos detalles que antes no apreciaba".

La crisis propició la reconversión de Javier Abella, vinculado hasta hace unos años a la venta de Arte Contemporáneo en una Galería de Madrid, al mundo de la fotografía de forma profesional. "Esta exposición es posible gracias a un grupo de empresarios palestinos que me financiaron la última muestra en Jerusalén: Tierra Santa, también en negativo", explica sobre los fondos que han hecho posible la muestra y una trayectoria tan brillante como rápida que le ha permitido exponer ya en lugares como Berlín, Barcelona y Madrid.

Sólo con este trabajo de la Alhambra estuvo, entre otros, en Amán y Jerusalén, y en Madrid en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Sin embargo, su relación con el monumento nazarí para este proyecto ha sido como mínimo difícil. "La Alhambra sigue vendiendo el libro en sus tiendas diciendo que la editorial es Patronato de la Alhambra y Generalife cuando la editorial es Otras Realidades, que es de mi propiedad y la única del mundo que publica obras en negativo".

"A la Alhambra no le interesa nada mi trabajo", sentencia sobre un problema del que culpa tanto a la anterior dirección como a la actual. "La primera no quiso hacer nada y la segunda se desentendió diciendo que ella no tenía nada que ver con el contrato anterior porque no estaban trabajando en esa época. Obviamente, que te diga eso un Patronato de la Alhambra es gravísimo", declara.

El fotógrafo explica que el contrato que rubricó para la anterior dirección nunca se lo devolvieron firmado. "Sin embargo lo validan porque pagaron los libros y aparecen ellos como editores, pero la nueva dirección no quiso hacerse responsable de algo así".

"El libro estuvo a la venta en las tiendas del Patronato durante 6 meses y yo no había visto un duro. Me dejaron en una quiebra técnica de la que todavía estoy pagando los intereses", cuenta Abella, que prefiere no dar nombres concretos en todo este conflicto porque "no quiere perjudicar a nadie". "Soy un tío muy noble y honesto que ha hecho un trabajo para el Patronato que no se lo retribuyeron. Los anteriores decían que por ser coeditores del libro les tenía que dar el derecho de todas las imágenes. Estos me dijeron que me iban a dar una cantidad para esta exposición y cuando llegó el momento lo rebajaron a la mitad. Les eché del proyecto y les dije que posiblemente los denuncie por incumplimiento de contrato. Me gustaría contarle cosas más bonitas, porque este libro se lo merece, pero la realidad es esa", zanja sobre el asunto: "Es una joya de libro que me han querido quitar".

"La Junta, conocedora de los problemas que tenía con el Patronato, me ofreció la posibilidad de exponer en la Casa de los Tiros", señala sobre el germen de esta muestra, que ahora puede verse en Granada tras todos estos problemas.

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