La Argentinita
En los márgenes
Granada/Entre las fuentes fundamentales mencionar Cartas y álbum fotográfico Federico García Lorca, Encarnación López Júlvez, La Argentinita, (1993) Colección facsímil, Fundación Cultural Federico García Lorca, Fuente Vaqueros; la exposición y el catálogo del Centro Lorca de 2016 Querida Comadre. Lorca y Argentinita en la danza española, comisariada por Jesús Ortega, diseño gráfico y de montaje de Emilio Gil y José Vallejo; Idoia Murga (2017) Poetas del cuerpo. La danza en la Edad de Plata; así como el libro de Paulina Fariza Guttmann (2020) La vida encontrada de Encarnación López. La Argentinita.
Encarnación López Júlvez (Buenos Aires 1897?- Nueva York 1945) -la fecha de nacimiento es la que aporta Paulina Fariza en su biografía- era hija de españoles. Su padre, Félix, de Santibáñez (Segovia), negociaba con telas y rasgaba la guitarra “a lo barbero”, muy aficionado al flamenco. Su madre se llamaba Dominica y era de Calatayud (Zaragoza). Emigraron a Argentina donde nació nuestra artista. En 1903 regresan a Madrid.
Comenzó su formación en una academia de baile en la calle Olivares y después en la de Manuel Fontanilla, para completarla con la escuela bolera de la academia de Julia Castelao.
La Argentinita baila danza bolera, flamenco, toca las castañuelas con gran maestría y canta, es una artista realmente completa y excepcional. A los 8 años debuta en el Teatro-Circo de San Sebastián, siempre acompañada de la figura protectora de su padre. Con trece años, edad en la que ya era legal poder trabajar en esa época, en 1910, el empresario Pepe Campúa la contrata para actuar en el Teatro Romea de Madrid. Los hermanos Álvarez Quintero intentan convencer a Julio Romero de Torres para que le haga un retrato a la joven Encarnación, quién finalmente lo realizará en 1915.
A la Argentinita también le gusta hacer parodias de las artistas más famosas, como la que realizó de ¡Viva Madrid! de Pastora Imperio, o del popular cuplé Matrimonio de Raquel Meller, quién se enfadó tanto que subió al escenario para darle una bofetada delante del público.
En 1916 los Ballets Rusos de Diaghilev con la colaboración de Leònide Messine, van a recalar en España protegidos por el rey Alfonso XIII. Esta compañía tendrá una gran influencia en España y a nivel internacional, renovando el mundo de la danza.
En 1917 sitúan algunos su amistad con el torero Joselito El Gallo, el también torero Ignacio Sánchez Mejías formará parte de su cuadrilla, siendo también su cuñado.
1919 será un año clave para La Argentinita, la compañía de Gregorio Martínez Sierra y María Lejárraga le harán un contrato para sus producciones. Recordemos que se trataba del Teatro del Arte que integraba la intelectualidad en la escena y que era vanguardia. En 1919 se ofrece un banquete en honor a Fernando de los Ríos en Granada. Gregorio Martínez Sierra y Catalina Bárcenas, primera actriz de la compañía, acuden a la cita. En el Generalife un joven Federico García Lorca recita unos poemas a los que Gregorio exclama: “¡Este poema es puro teatro!”, y anima al poeta a convertirlo en una obra escénica, comprometiéndose a estrenarla en el Teatro Eslava. Será El maleficio de la mariposa, estrenado en 1920, donde precisamente nuestra Argentinita será el principal atractivo, sobresaliendo en la danza final sobre una música de Grieg. Este año de 1919 va a significar una serie de puertas nuevas que se le abren a La Argentinita, el teatro de vanguardia, su trabajo con Federico García Lorca, así como su relación con el círculo de la Residencia de Estudiantes. La Argentinita realizará también sus propias investigaciones recogiendo danzas tradicionales en España y Latinoamérica.
De 1922 a 1934, hasta la trágica muerte del torero, mantendrá una intensa relación con Ignacio Sánchez Mejías. Sánchez Mejías será el anfitrión de la reunión en el Ateneo de Sevilla y fiesta posterior, en su cortijo de Pino Montano, constitutiva de la llamada Generación del 27.
En 1923 protagoniza la película muda, en blanco y negro, Rosario la cortijera, dirigida por José Buchs.
En 1929 estará en el Teatro Alhambra de París representando: Canciones del siglo XVIII, letrillas de Lope de Vega y danzas populares.
En 1930, en Nueva York, van a coincidir la Argentinita, Lorca, Fernando de los Ríos, Federico Onís y Andrés Segovia. Onis pedirá a Encarnación y Federico que sean los padrinos de su hijo. Desde entonces Lorca se referirá a La Argentinita como “Comadre”. Preparan juntos los 5 discos sobre las canciones populares armonizadas por Lorca, quién tocará el piano, con la voz y castañuelas de su “Comadre”, que saldrán en 1931.
Crea la Compañía de Bailes Españoles en 1933. Se estrenan las producciones: Las calles de Cádiz y Las dos Castillas. Colabora en diversas conferencias con Lorca y Alberti en la Residencia de Estudiantes. Las canciones de La Argentinita serán las que se escuchen en la emisora Unión Radio Madrid durante la emisiones de los bandos de la República en la guerra civil. En 1936 sale de España en una gira por el Norte de África y Europa, para finalmente recalar en Estados Unidos.
En 1943 realizará un homenaje a su querido Federico, con obras compuestas para él de Silvestre Revueltas, de Paul Bowles, una obra en un acto inspirada en Así que pasen cinco años, con coreografía de Merce Cunningham y el número final será Café de Chinitas.
El marqués de Cuevas le dijo a Encarnación: "Te quiero hacer un regalo ¿te gustaría que Dalí te hiciera un retrato?", a lo que ella respondió que prefería que le hiciera un decorado homenaje a Federico. El decorado para El Café de Chinitas de Dalí, para representarlo en el Metropolitan de Nueva York, presentaba una gran mujer-guitarra sobre una tapia de fusilamiento por donde resbalaba la sangre derramada que fluía de las heridas de las castañuelas.
La Argentinita representó la modernidad, junto a La Argentina, a Vicente Escudero y a su hermana Pilar López. Fueron los constructores de la danza española contemporánea y su conexión con la intelectualidad y las vanguardias.
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