La incoación del BIC del Valle del Darro protege más de 300 elementos de tres municipios
Patrimonio
Granada/Los primeros pasos del segundo intento para declara el Valle del Darro como Bien de Interés Cultural (BIC) ya están dados. Este mismo martes se publicaba en el BOJA la una nueva incoación del entorno monumental con la tipología de Zona Patrimonial. Con esta nueva incoación impulsada por la Delegación de Cultura de la Junta se pone de nuevo en marcha el procedimiento de inscripción de este espacio en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía. Esta nueva tramitación se realiza tras la sentencia del TSJA de 2020 que anuló el Decreto de declaración como BIC de 2017 por defectos en la tramitación.
Esta reactivación del procedimiento es una larga reivindicación ciudadana que ha contado con su propia plataforma y también ha sido canalizada a través de las solicitudes de varias instituciones consultivas en materia de patrimonio histórico, como la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de Granada. El resultado es una resolución de incoación que detalla casi al milímetro todos los elementos patrimoniales implicados en esa figura de protección patrimonial que se extiende por tres municipios: Beas de Granada, Granada y Huétor Santillán.
La Zona Patrimonial del Valle del Darro es básicamente un ámbito geográfico claramente definido en la cartografía que acompaña a la resolución en el que se localizan un gran número de elementos fruto de la sucesiva ocupación histórica del territorio que se articulan a partir del eje vertebrador que constituye el propio río Darro y el aprovechamiento de sus aguas. El resultado, según recoge el texto, es un "un paisaje cultural de sobresalientes valores que justifican su declaración como Bien de Interés Cultural". "Desde época romana hasta nuestros días, diferentes civilizaciones se asientan en el valle, desde las cabeceras del río en Huétor Santillán hasta su discurrir por el casco urbano de Granada, dejando a su paso las huellas de su existencia", de forma que constituye "un territorio en el que conviven armónicamente los bienes que integran el patrimonio cultural, en un ambiente natural y paisajístico diverso en cada tramo del rio".
"En las cabeceras predominan los elementos del patrimonio ambiental, la rotunda presencia de la geología y la vegetación con impresionantes formaciones rocosas y ejemplos de la vegetación clímax, que aún pervive en la zona, a la vez que la antropización del territorio se plasma en las zonas agrícolas", tierras hoy en barbecho pero donde aún se conservan las parcelas según detalla el documento, que señala "los cultivos aterrazados, más abundantes en su tramo medio, caracterizado por las ricas terrazas fluviales del Cortijo de Cortes, de Buenavista, Jesús del Valle o Valparaíso".
También alcanzan la protección los terrenos que irriga el Darro de "la Colina Roja, formada por los rojizos conglomerados que originaron su nombre, la ciudad palatina de la Alhambra y los barrios del Albaicín, de la Antequeruela y el Realejo".
Elementos
Aunque la cartografía es similar, tan pormenorizado es el documento en su listado con más de 300 elementos de protección, que incluye desde yacimientos arqueológicos, explotaciones mineras, presas, molinos, casas o puentes hasta acequias, albercas, caminos o eras pasando por árboles singulares, caleras o cuevas. Así, quedan inventariados los álamos negros del Cortijo Moronta o el fresno del Cortijo de Teatinos. Zonas de cultivos como Viveros Taboada, las explotaciones mineras como las del Barranco de las Tinajas, Jesús del Valle o las Balsas del cortijo del Hospicio. Yacimientos arqueológicos como el Horno de Buenavista o el Monte Jate. Cármenes como los Chapiteles pero también del Oro, de San Carlos, las Rejas, Santa Rosa o del Latino. Cuevas como la Chorrojumo o los Maya. Las casas de la Chirimías, de las Pinturas o los Dibujos Rojos junto a la Central Eléctrica de Huétor Santillán, el Cuartel de la Guardia Civil o las garitas de vigilancia.
Sectores
Para proteger un territorio tan amplio, se ha dividido en siete zonas atendiendo a cuestiones como sus características patrimoniales o fisiográficas. La Zona A comprende el entorno de la cabecera del Darro: el tramo del río desde la fuente de los Porqueros hasta el cruce con el arroyo de Beas.
La Zona B es la de los arroyos de Beas y Belén: el trayecto comprendido entre la confluencia del río Beas y el punto de encuentro del Barranco de Belén, a la altura de la Presa Real. Este sector comprende los terrenos irrigados por estos cauces, así como las lomas de Buena Vista y las masas boscosas del Alto de las Tres Torres.
La Zona C es la de Jesús del Valle porque comprende los terrenos de fondo de valle en torno a la
Hacienda, entre la Presa Real y el barranco de Teatino, ampliándose la protección a las
laderas de solana de las lomas del Hospicio y Buenavista, y la umbría de Buenavista y Jesús del Valle.
La Zona D se enmarca en los terrenos de Valparaíso y Sacromonte. Este es el tramo del cauce de carácter periurbano que recorre los arrabales de la ciudad, entre el barranco de Teatino y el puente del Rey Chico. El ámbito remonta por las laderas de solana del barrio del Sacromonte, englobando los cerros de Monte Jate y San Miguel.
La Zona E es la Dehesa del Generalife. Comprende los terrenos adscritos en su mayoría al monte público
de la dehesa, además de los del Cerro del Sol y El Hoyo de la Campana.
La Zona F se circunscribe al Darro Monumental, ese trayecto del río estrictamente urbano entre las colinas de la Sabika y del Albaicín, desde el puente de del Rey Chico hasta el embovedado de la plaza de Santa Ana.
Por último, la Zona G, la denominada del Darro palatino, es el sector definido por el BIC Alhambra-Generalife y el borde urbano de su entorno inmediato.
Para proceder a una nueva tramitación ha sido necesaria incluso una modificación legal. Mediante este cambio normativo se ha determinado la suficiencia del trámite de información pública a efectos de la presentación de alegaciones en relación a aquellas declaraciones de BIC que afectan a una pluralidad de interesados.
Protección
Si bien la mayor parte de la zona cuenta con algún tipo de protección de tipo patrimonial o ambiental, se estima que la nueva declaración vendrá a completar aquellos ámbitos de este espacio que todavía no contaban con algún tipo de tutela.
Ángel Bañuelos, presidente del Centro Unesco de Andalucía y uno de los portavoces de la plataforma ciudadana, destaca que esta medida de protección no impedirá el normal desarrollo de la vida en el entorno del Darro, ya que como detalla la resolución de incoación, siguen siendo "aceptables y acordes con la preservación" del bien todas aquellas actuaciones de "conservación, restauración, rehabilitación o puesta en valor de las edificaciones e instalaciones incluidas en el ámbito de protección, así como su cambio de uso, siempre que redunde en beneficio de la recuperación de los usos históricos, asegure su conservación, investigación y posibilite su uso y disfrute por parte de la ciudadanía".
Será necesaria, eso sí, la autorización de la Comisión de Patrimonio de la Delegación de Cultura salvo en cuestiones como el mantenimiento ordinario y limpieza de infraestructuras o inmuebles destinados a usos productivos o industriales que no supongan alteración de las soluciones constructivas primitivas ni de los materiales empleados. También en las actuaciones de reparación ordinaria y mantenimiento de edificios de uso residencial y construcciones agrícolas vinculadas a la explotación agropecuaria, siempre que se realicen sin alteración de las soluciones constructivas primitivas y sin cambios en los materiales empleados. Así como aquellas actividades vinculadas a los aprovechamientos agrícolas, ganaderos, silvícolas, forestales y demás tradicionales que no supongan alteración de valores de orden patrimonial ni de la estructura del territorio.
Eso implica que los propietarios tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos, de manera
que se garantice la salvaguarda de sus valores, pero también que a los ayuntamientos de Beas de Granada, Granada y Huétor Santillán deben proceder "a la suspensión de las actuaciones que se estén desarrollando y de las licencias municipales de parcelación, edificación o demolición en las zonas afectadas, así como de los efectos de las ya otorgadas, hasta tanto se obtenga la autorización de la Consejería competente en materia de patrimonio histórico". Una cuestión que también tendría repercusión en otros grandes proyectos como el Cierre del Anillo de la Circunvalación, que ha defendido la propia de Junta de Andalucía.
Importancia histórica
De la ocupación del valle existen evidencias desde época romana hasta el presente, alcanzando periodos de máximo esplendor como la época medieval. Entre los yacimientos romanos se han identificado una villa y otras estructuras de envergadura junto al Cortijo de Cortes, cerca de la confluencia con el arroyo de Beas. La Edad Media es un hito en la evolución histórica de este territorio, alquerías medievales, construcciones con funciones defensivas y la ciudadela amurallada de la Alhambra constituyen ejemplos sobresalientes de esta etapa. Se configura en este periodo un complejo sistema hidráulico con numerosos elementos asociados (presas, puentes, puentes acueductos, aljibes, albercas o fuentes) y la histórica red viaria, elementos son ahora detallados y protegidos. En él se diseminan otros vinculados a diversos ámbitos de explotación (vegas agrícolas, espacios de aprovechamiento ganadero, además de las explotaciones mineras, caleras...), y en el que se va formalizando un patrimonio intangible "de incalculable valor en relación con los usos del agua y los usos ganaderos". Así se informa en la resolución publicada en el BOJA, en la que se subraya que "tras la conquista cristiana se suceden construcciones residenciales y religiosas, tanto en el núcleo urbano de la ciudad de Granada como en las extensas zonas rústicas que conforman en valle, con elementos de extraordinaria relevancia como la Hacienda jesuítica de Jesús del Valle o la Abadía barroca de El Sacromonte, que junto a iglesias mudéjares, palacios urbanos, cortijos y cármenes conforman un conjunto patrimonial de primer orden, todo ello enmarcado en un sobresaliente espacio natural rico y diferenciado que caracterizan los distintos tramos del río".
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