"Basta una efeméride de número redondo para que afloren todo tipo de teorías"

-El homenaje por los 80 años del fusilamiento de Lorca tiene este año un marcado carácter femenino. La mujer es la gran protagonista de su obra literaria e incluso en su biografía aparecen en mayúsculas los nombres de Margarita Xirgu o La Argentinita. ¿Fue Lorca un feminista?

-Lorca se rodea y alimenta del universo femenino tanto en su vida real como en la ficción. Por eso hemos querido que sean tres mujeres para que sean las portavoces de lo poliédrico de su obra en el homenaje en Alfacar. Lorca fue un revolucionario en esa y en otras muchas cosas. Desde la Generación del 27 y hasta mucho tiempo después no comienza a visibilizarse la importancia de las mujeres, pero él es muy consciente desde el primer momento, desde sus primeras relaciones con su madre, su hermana y su tía, ese mundo femenino que alimenta la creatividad lorquiana. Él es posiblemente de los primeros que proyecta esto en su obra.

-Existe un debate de décadas sobre si Granada se ha reconciliado con su poeta o si, por el contrario, tiene todavía el estigma de este asesinato. ¿Este debate está ya superado?

-¿Qué es Granada? Granada no deja de ser una entelequia, un concepto que se puede interpretar de mil maneras. Igual que había mil Federicos hay mil maneras de entender el concepto de Granada. En mi opinión, el concepto de reconciliación está asociado al de normalización, y la sociedad granadina sigue partida igual que hace 80 años. Seguimos sin ponernos de acuerdo, no sólo en el hecho de cómo homenajear a Lorca y su memoria, también en las relaciones sociales.

-Hace tres años, en el homenaje de Alfacar, el entonces presidente de la Diputación, Sebastián Pérez (PP), se refirió al asesinato de Lorca como un "adiós forzado". ¿Esta perífrasis ilustra esta fractura a la hora de abordar esta efeméride?

-Ahí está el quid de la cuestión, no sé el tiempo que tiene que pasar para que llegue la necesaria normalización. Hay gente que defiende que hay que pasar página, pero hay otros que dicen que hay que pasar página, pero primero hay que escribir esta página, un punto en el que está esta dicotomía. Esto tiene mucho que ver con la estructura de esta sociedad granadina, algo que se da en menos proporción en otros sitios, donde no pasa nada por hablar de la memoria y de las víctimas.

-Ian Gibson, al que la Diputación compró el material que acumuló en sus investigaciones lorquianas, está dando cierto pábulo en sus últimas declaraciones a las 'teorías conspiratorias' de que Lorca pudo ser desenterrado por su familia. ¿El 80 aniversario del fusilamiento de Lorca está marcado por las especulaciones sobre su muerte?

-Hasta que eso tenga una respuesta va a ser un tema recurrente de manera continua, alimenta muchas páginas, muchas opiniones y muchas posturas. Todo el mundo es muy libre de especular, Lluís Pasqual dice que tiene el pálpito de que Lorca está a buen recaudo, pero no es más que pálpito, todo el mundo tiene libertad para tener una u otra creencia, porque razones objetivas no tienen ninguna. Hay muchas opiniones y muy pocos elementos científicos que respalden estas opiniones, estamos en el terreno de las suposiciones. Basta con que haya una efeméride de número redondo para que afloren de nuevo todas estas teorías. Recuerdo perfectamente que el 50 aniversario alimentó también todo tipo de planteamientos, dudas y algún falso estudio que otro.

-¿Vivimos el día lorquiano de la marmota?

-Cada equis tiempo hay un tsunami de información, pero la esperanza es que, pese a todo, quede un poso de nuevos lectores. Lorca tiene una proyección internacional que justifica y alimenta nuestra labor cotidiana. El efecto boomerang funciona, siempre indago en la medida de mis posibilidades en las historias personales de nuestros visitantes, ver qué ha motivado a un hombre de China o Taiwan a coger un avión para visitar la casa de Lorca en Fuente Vaqueros.

-El calendario lorquiano ha estado siempre bien estructurado, con el '5 a las 5' como acto de celebración y de vida y el acto del 17 de agosto como un momento de recogimiento y de memoria por el asesinato del poeta.

-Así es. Está claro que, en un sentido, Lorca está vivo en cada libro que se abre, cada poema que se lee y cada obra suya que se representa. Esa es la vitalidad y el presente continuo de Lorca, lo que no tiene sentido es alimentar el futuro sin tener en cuenta el pasado.

-Después de una primera etapa entre 2008 y 2011 regresó en mayo a la dirección del Patronato García Lorca de la Diputación. ¿Cómo se encontró la institución tras este lapso de tiempo y cuáles son sus proyectos más inmediatos?

-Acabo de aterrizar con la inmediatez de tener que organizar tres grandes eventos como el 5 a las 5, el 30 aniversario de la Casa-Museo de Fuente Vaqueros, algo que había que visibilizar por el trabajo que se ha desarrollado en este tiempo, y por último el homenaje en Alfacar. Se trata de dar una continuidad al trabajo que realicé en mi anterior etapa, además de apoyar el potencial de estudio e investigación del Centro de Estudios Lorquianos. Por otro lado hay que proyectar el territorio lorquiano de nuestra provincia, intentando poner en marcha una serie de rutas para el conocimiento de este espacio. Hay una voluntad clara de sacar adelante este proyecto con fundamento y con la colaboración con otras entidades.

-¿Tiene claro cómo deben de relacionarse la Casa-Museo de Fuente Vaqueros con el Centro Lorca de la plaza de la Romanilla?

-Hay voluntad clara de sumar y de que se aclare y se arregle la situación en el Centro Lorca. Es de una coherencia aplastante que ambos espacios acaben colaborando. Tenemos planteamientos y ámbitos de trabajo distintos y complementarios. Lo que nos diferencia es el patrimonio económico que necesita cada uno, nosotros tratamos de optimizar al máximo los recursos de los que disponemos, contamos con que el Centro de la Romanilla está destinado a convertirse en el centro del universo lorquiano y nosotros estamos dispuestos a colaborar para sumar esfuerzos y avanzar en el camino correcto. A nadie se le puede pasar por la cabeza que el pez grande se vaya a comer al chico, son dos labores distintas y complementarias porque nosotros tenemos también el mandato de poner en valor un espacio y un concepto como la Vega de Granada.

-Cuando estaba aún en la oposición en la Diputación de Granada el PSOE alertó de la alarmante bajada de visitantes a la Casa-Museo de Fuente Vaqueros. ¿Ha tenido tiempo de revertir esta tendencia?

-Vamos a intentar subir los índices de visitas, algo que tiene mucho que ver con el diseño de la gestión diaria. El hecho de que, en su momento, se pensara que políticamente era mejor descabezar la figura del director incidió mucho porque un centro de estas características necesita una vigilia cotidiana, no se trata de vivir de efeméride en efeméride.