El atlas celular humano
Blanca Li baila la danza de las diosas
67 festivaL DE MÚSICA Y DANZA una jornada sin fronteras
La coreógrafa presenta hoy uno de sus mejores espectáculos en el Generalife tras ocho años sin pisar un escenario granadino
Lo hará acompañada de Maria Alexandrova, primera bailarina del prestigioso Bolshoï Ballet
"No volveré a bailar en Granada hasta que no me inviten". Lo dijo Blanca Li el año pasado en una entrevista con Granada Hoy. Dicho y hecho. La coreógrafa granadina presenta hoy a las 22:30 uno de sus mejores espectáculos, Diosas y Demonias, en el Teatro del Generalife tras ocho años sin pisar un escenario de la ciudad. Lo hace acompañada de la primera bailarina del Ballet del Teatro Bolshoï, Maria Alexandrova. "Decidimos embarcarnos en esta aventura de mujeres porque es algo que se hace muy poco en la danza: un espectáculo donde dos mujeres bailen juntas. Son casi inexistentes en el ballet", señalaba la artista ayer en una rueda de prensa con Heras-Casado y Alexandrova.
Ambas artistas encarnarán durante más de una hora a las diosas de la mitología griega, desde Deméter a Hécate, pasando por Perséfone, hasta llegar a las vengativas Erinias griegas y las Furias romanas, en una original y fascinante puesta en escena, obra del artista Pierre Attrait -el mismo que realizó los decorados de Robot!-. "Me quise inspirar en ellas porque son increíbles. En la mitología primitiva sólo había diosas. Se creía que ellas era el origen de la vida, del mundo, de la creación. Se las respetaba y se las admiraba. Luego llegaron los dioses y se empezó a complicar la cosa. Imaginad que un día vivamos en un mundo donde la mujer vuelva a ser respetada y vista de manera igual que un hombre... Es una utopía", reflexionó Li, que cree que "ya es hora de que por una vez las mujeres tengamos la posibilidad de vivir la vida que deseamos vivir".
Según la coreógrafa granadina, "ser mujer hoy en nuestra sociedad todavía es un problema. La posición de ésta no está reconocida. Vivimos en un mundo dominado por los hombres y lo masculino". La bailarina cree que es importante prestar atención a los cambios en materia de derechos de la mujer aunque "nuestro Gobierno sea eminentemente femenino, algo alucinante". Ya que muchas veces, en palabras de Li, "hablamos de otros países como si aquí no pasaran cosas; yo vivo en Francia, que es un país moderno, y está dominado totalmente por lo masculino".
En el mundo de la danza, Li también opina que la mujer juega un papel menos relevante en comparación con el del hombre: "Hay muchos más tíos directores, con poder, aunque el baile es una profesión con muchas mujeres capacitadas". La artista recordó además el escaso porcentaje de mujeres al mando de una orquesta, a lo que Heras-Casado contestó que "algunas empiezan a haber". Diosas y Demonias no sólo rendirá homenaje a "las mujeres del mundo", sino también a "las pioneras que revolucionaron el mundo de la danza como Isidora Duncan y Martha Graham". "Son mujeres que cambiaron en gran parte la danza y la hicieron evolucionar hacia la danza moderna en momentos donde lo tenían más difícil", explicó la creadora, que dijo que en el montaje se evoca "todas esas personalidades sin contar historias, porque no soy muy narrativa".
A la hora de elaborar este duelo dancístico, Li buscaba a alguien que se hubiera iniciado en la danza desde pequeña, pero que fuera muy diferente a ella. "Alexandrova es rusa, yo andaluza. Yo he viajado por todo el mundo, he hecho danza contemporánea, hip-hop, flamenco, africana; ella ha estado 19 años trabajando en el templo de la danza clásica", resumió.
Durante los ensayos, las dos hablaban a través del movimiento y de las miradas, algo que va más allá del lenguaje. "Tengo la sensación de estar hablando todo el día con ella, pero si me preguntas cómo hablamos soy incapaz de contestarte", reconoció. Bailando les pasa algo similar. "Tenemos la misma coreografía pero la ejecutamos con un lenguaje distinto, ya que manejamos dos técnicas completamente diferentes. Somos dos cuerpos que han vivido la danza de otra manera pero encajan juntos; es muy interesante", aclaró.
La estrella del Bolshoï Ballet, que actúa por primera vez en Granada, nunca había trabajado con una coreógrafa mujer. "Ella es muy inteligente y muy fuerte. Dirige una compañía -El Calentito, que este año cumple 25 años- y eso es increíble. Ella es mi heroína", declaró Alexandrova.
El elegante e imaginativo vestuario de Azzedine Alaïa y Jean Paul Gaultier resalta, por su parte, los diferentes tipos de feminidad encarnados por las bailarinas, pasando del blanco y el negro a un rojo encendido y vaporoso que convierte por un momento la figura de Li en un homenaje a la bailarina americana Loïe Fuller, célebre por sus vestiduras flotantes y por las luces con que las iluminaba. Completa el espectáculo una impactante música electrónica del granadino Tao Gutiérrrez, llena de citas de compositores clásicos como Camille Saint-Säens, Chopin o Isaac Albéniz.
Ambas, virtuosas y sabias, diferentes e iguales al mismo tiempo como las dos caras de una misma moneda, representarán el caos y la armonía que reina en la tierra y en el interior de cada persona mientras bailan la danza de las diosas.
En el primer matinal del Festival de Granada, en el Monasterio de San Jerónimo, lo antiguo y lo moderno se encuentran hoy en programa que ofrece la agrupación vocal francesa Ensemble Aedes. La agrupación fue fundada en 2005 por el director de coro Mathieu Romano, músico perteneciente a una nueva generación de directores versátiles que han decidido trabajar la música a cappella de todos los tiempos. La conjunción perfecta de sus 40 voces se pone al servicio de la polifonía renacentista de Tomás Luis de Victoria para, en una elipsis musical, situarla en contexto junto a la obra coral de Francis Poulenc o Pablo Casals.
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