Un libro y un CD recuperan la historia escondida de The Clash
El disco contiene el concierto que la banda punk británica ofreció en Nueva York en 1982, junto a The Who, y el libro es una autobiografía de los músicos

The Clash, la banda británica de punk rock que legó a la historia de la música el ácido London calling, resucita en las librerías y tiendas de música con la publicación del directo que ofreció en el Shea Stadium de Nueva York en 1982, junto a The Who, y una autobiografía cargada de recuerdos personales.
Este testimonio vital en fotografías, texto y pistas de música de lo que fueron los siete primeros años de su carrera como grupo se recopilan, de forma complementaria, en un álbum de 400 páginas publicado por Global Rythm Press bajo el título homónimo The Clash dentro de su colección Memorias, y en un disco donde suenan desde los clásicos Spanish Bombs y Tommy Gun hasta los temas más corrosivos, como London Calling y Should I stay or should I go.
El ya desaparecido Joe Strummer -fallecido en diciembre de 2002-, Paul Simonon, Mick Jones y Nicky Topper Headon -la formación original- crean en el libro, a través de sus vivencias, una memoria coral de las giras, los conciertos, las grabaciones, los documentales, las películas y los movimientos sociales punk, mod y skin, de los que fueron protagonistas a finales de los 70.
"No recuerdo haber tenido unas vacaciones mientras existió el grupo", dice Jones en el libro, en el que se construye un relato de los años más intensos de la banda a través del rescate de conversaciones entre Strummer, Simonon, Jones y Topper.
Insurgentes e iconoclastas, los miembros de The Clash han rescatado de sus archivos todo tipo de fotos, carteles, ropa, entradas de los conciertos, imágenes de sus giras, críticas de la prensa, libretos de todas partes del mundo y cortes de los documentales y las películas en las que participaron, desde Rude Boy al film de Scorsese El rey de la comedia.
En el directo más grande que dio como banda -llenó el Shea Stadium de Nueva York con 50.000 personas- The Clash compartió escenario con The Who y David Johansen, y backstage con Andy Warhol y David Bowie. Fue el último gran concierto en el que tocaron juntos.
Bob Gruen, uno de los fotógrafos de rock más reputados, prologa el libreto del disco y explica la separación. "Me sorprendió cuando rompieron unas semanas después del concierto, pero entendí el porqué: no querían ser tan grandes que no pudieran llegar al público", dice.
Topper, en el libro, alega otras razones. "En la gira por Extremo Oriente perdí la cabeza -cuenta-. Estaba con Joe (Strummer) en un ascensor y me dijo: ¿Cómo puedo cantar todas esas canciones contra la droga, contigo completamente colocado detrás de mí? Se estaban acumulando muchas fricciones", desvela el batería.
Pero la historia no ahonda sólo en los recuerdos más morbosos de los músicos y su relación con las drogas, también destapa sus rutinas y los quehaceres más alejados de su imagen autodestructiva, como las postales que el propio Topper enviaba a su familia -e incluso a su perro- cuando estaban de gira, o las bromas que gastaban los artistas. "En la gira Anarchy in the UK (encabezada por Sex Pistols) aprendimos muchas cosas de los Heartbreakers, como la manera de dar un botellazo a la gente cuando mira hacia otra parte", dice Mick Jones.
The Clash salió del movimiento underground casi al mismo tiempo que Sex Pistols. Mientras los chicos de Johnny Rotten firmaron por EMI, Strummer, Jones, Topper y Simonon ficharon por CBS. "Un periodista escribió que el punk murió el día en el que The Clash firmó por Columbia", recordaba el fallecido Strummer, pero lo cierto es que su contrato "otorgó credibilidad al punk en el pérfido negocio internacional de la música".
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