FACBA, el puente entre la ciencia y el arte cumple 10 años

Arte

El festival de Bellas Artes se consolida como una cita obligada para los amantes de la creación emergente

El Palacio de los Condes de Gabia y el Instituto de América de Santa Fe se unen este año al circuito de sedes que hay por toda la ciudad

Unos estudiantes de Bellas Artes muestran uno de los dibujos de la exposición 'Superficies mínimas' de Javier Montoro.
Unos estudiantes de Bellas Artes muestran uno de los dibujos de la exposición 'Superficies mínimas' de Javier Montoro. / Reportaje Gráfico: Álex Cámara
Isabel Vargas

07 de marzo 2018 - 02:32

Granada/"La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando", dijo en su día Picasso. La Facultad de Bellas Artes pone en práctica la afirmación del pintor malagueño a través de su festival, conocido como FACBA, que en cuestión de 10 años ha pasado de ser una feria de arte menor a un atractivo escaparate de creación emergente en esta ciudad. "El cambio más importante -en una década- es que la mayoría de instituciones dedicadas al arte contemporáneo en la ciudad trabajan con nosotros, y se va a firmar un acuerdo marco de colaboración con todas ellas", señaló ayer el vicedecano de la Facultad de Bellas Artes, Antonio Collado, durante la inauguración del proyecto al que se suma este año el Palacio de los Condes de Gabia y el Instituto de América de Santa Fe Centro Damián Bayón.

El festival se celebrará en ochos espacios, entre los que está el Centro Guerrero, la propia Facultad de Bellas Artes, el centro cultural CajaGranada, la sala Zaida de la Fundación Caja Rural, el Centro Cultural Gran Capitán y la sala capilla del Hospital Real, con exposiciones del estudio granadino El Rapto -Patricia Crespo, Miguel Alen y Derek V Bulcke-, Laura Árbol, Pablo Capitán, Álvaro Albadalejo, Julia Llerena, Moreno & Grau, Patricia López, Magadán & Azahara y Valenzuela Luque durante los próximos dos meses -marzo y abril-.

"La temática que vehicula todos las muestras es la unión del arte contemporáneo con otras disciplinas científicas o del saber", resumió Collado, que subrayó que el FACBA "implica un trabajo a largo plazo durante varios meses en los que artistas muy diversos, que manejan lenguajes muy distintos -como el audiovisual, el dibujo, la escultura- generan un proyecto de investigación con otro grupo de trabajo de la UGR". El videcano de Bellas Artes también explicó que el festival "favorece los encuentros entre disciplinas distintas" -como las matemáticas y el dibujo; la informática y la instalación- y "demuestra que el conocimiento científico y el artístico no son tan diferentes".

Precisamente, uno de los mayores atractivos de la cita, como bien recordó Mancilla, es que "trabaja sobre los principios fundamentales de la universidad: la investigación". "El arte tiene que ver con procesos de investigación, y éstos activan a los creadores", explicó. Jesús Alcaide, comisario invitado que colabora con el proyecto desde el año pasado, también ahondó en esa cuestión: "El artista, en el siglo XIX, era alguien que estaba tocado por una musa que lo inspiraba. Sin embargo, jamás podrá darse un proceso de cristalización de la obra si el creador no trabaja o no tiene algo sobre lo que investigación" -de ahí el lema de su edición edición, El cristal se ríe-.

Los artistas elegidos para inaugurar el festival ayer fueron Bárbara Arcos, Javier Morales y Javier Montoro Campoy en la Facultad de Bellas Artes; mientras que el estudio granadino El Rapto se encargó de hacerlo en el Centro José Guerrero. Los tres primeros, graduados en la Facultad de Bellas Artes de la UGR, presentaron tres muestras muy distintas entre sí, que estarán abiertas al público hasta el 12 de abril. Ensayo sobre el sí quiero de Bárbara Arcos es fruto de la colaboración entre el Centro de Servicios de Informática y Redes de Computación y la creadora especializada en instalaciones conceptuales; mientras que Superficies mínimas de Javier Montoro Campoy tiene como objetivo las representaciones visuales en lo que en matemáticas se denominan como superficies mínimas -algo así como dibujar lo que te sugieren equis fórmulas matemáticas-.

La última muestra, una de las más particulares e interesantes del programa FACBA, se trata de una investigación in situ sobre el edificio de Bellas Artes. Fotografías, archivos y un mini tráiler -con vocación de documental- conforman Legajo y hoja de contacto de Javier Morales, donde el artista ahonda en la historia del Manicomio Provincial que se alojó en las aulas de la facultad granadina el siglo pasado. "Intento reactivar algunas lagunas y vacíos relativos al edificio", explicó Morales, que admitió que tiene en mente tocar a la puerta de varias instituciones para que le ayude a financiar el documental.

El Rapto despidió la primera jornada del FACBA con una serie de intervenciones en el Centro Guerrero que tienen como objetivo representar y recoger datos de un beso, a través de sensores en el móvil. El Test Voight-Kampff -título del proyecto- aparece en una novela de Philip K Dick como una prueba que examina al humano a través de una máquina para comprobar cuan sensible es a los estímulos abstractos innatos para diferenciarlo del replicante -androide- incapaz de sentir. "Se trata de reproducir el comportamiento en una red de datos y las relaciones entre los mismos. Los datos pueden ser un medio para el realismo digital", aclaró Miguel Alen, uno de los artífices de El Test Voight-Kampff junto a Patricia Crespo, Derek V Bulcke, el Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos y el de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la UGR. El puente entre arte y ciencia cumple 10 años, y lo hace a lo grande.

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