Fernando de Villena presenta en Granada su nueva novela sobre el la búsqueda del grial
Literatura
El escritor charlará esta tarde con el editor, José Membrive, en el Centro Artístico de Granada
Granada/Fernando Villena vuelve a las librerías con una novela con muchos de los ingredientes habituales de su narrativa pero también con alguna sorpresa. Ubi sol occidit (Ediciones Carena) es, como mucho de los libros del autor, un largo viaje en el tiempo y también es la historia de una búsqueda que se inicia con la infancia del protagonista y se desarrolla a través de gran parte de su existencia. Pero también es el compendio de las principales leyendas en torno al Santo Grial.
La misteriosa copa que usó Jesucristo en su última cena no aparece aquí como un objeto de culto de las conspiraciones masónicas sino como una aspiración, un anhelo “espiritual” que ha atravesado buena parte de la sociedad occidental a lo largo de los siglos. “Es una búsqueda del sentido profundo de la existencia”, explica De Villena, que charlará esta tarde con el editor, José Membrive, en el Centro Artístico.
Porque la historia de la novela arranca con la recreación histórica de la Palestina en tiempos de Tiberio y pasa por las leyendas artúricas, para llegar a la iniciación de un joven en los años sesenta y setenta del pasado siglo hasta los enigmas del Camino de Santiago.
Así, una vez más el novelista y poeta Fernando de Villena conduce a los lectores a través de diversas épocas y lugares con su original estilo y una intriga apasionante hasta un final inesperado. Este recorrido cronológico muy amplio, como suele ser habitual en sus obras, tiene como hilo conductor un objeto que vive todo ese arco temporal. “En otros casos ha sido, por ejemplo, un reloj. Creo que los objetos sirven muy bien para explicar esos mundos perdidos”, comenta el novelista.
En esta ocasión, el viaje temporal sirve también al escritor para realizar un recorrido diacrónico por la lengua de las distintas épocas y jugar con ciertos arcaismos en su novela.
Y en el camino hacia la sencillez que lo ha caracterizado desde unas primeras novelas mucho más barrocas, el escritor alterna en este caso la tercera persona de la recreación histórica de la etapa palestina con la primera persona del protagonista.
Y este amplio abanico en el tiempo también ha servido De Villena para realizar un juego que llevará al lector por diferentes géneros o estilos literarios. “La etapa de la infancia del protagonista sirve para hacer una novela de iniciación y la del Camino de Santiago, una novela in itinere. Y todo el conjunto sirve para hacer una novela de intriga”.
De Villena aclara que intriga o aventuras, como la que él leía de pequeño en su admirada colección de clásicos de la editorial Araluce y en la que descubrió el Santo Grial, no significa “tres o cuatro asesinatos ni escenas sexuales explícitas”.
Lo que sí encontrarán sus lectores habituales como principal novedad es un elemento fantástico. Una primera concesión a este género “muy poco frecuente en la narrativa española desde el Quijote” y que el escritor utiliza en forma de "un pequeño giño".
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