Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
ANDREA MOTIS. músico
Con apenas veintiún años ya es toda una veterana con casi siete de carrera musical en los que ha roto moldes y con los tópicos del mundo del jazz. Primero por su juventud como niña prodigio, y después como instrumentista en un género en el que el papel de la mujer suele quedar relegado al de vocalista la mayoría de las veces.
Tras haber aprendido los secretos musicales del jazz y los trucos del oficio bajo la atenta mirada del maestro Joan Chamorro, reputado músico que ha sido requerido por grandes nombres del género, inteligente pedagogo, mentor y finalmente fiel compañero musical, Andrea Motis se ha convertido en una sensación que ha acumulado reconocimientos a nivel mundial y ha sorprendido al respetable allá donde se ha presentado.
Esta noche visita por primera vez Granada para presentar su primer álbum para el prestigioso sello Impulse! un disco que verá la luz a primeros del próximo año y que viene a confirmar que estamos ante la gran esperanza, y sobre todo el futuro, del jazz español. Al habla con ella, nos revela cómo ve el panorama y la naturalidad con que asimila sus logros.
-Aunque también toca el saxo, se maneja usted fundamentalmente con la voz y la trompeta. ¿Cuántas veces le han preguntado por Chet Baker? ¿Lo considera usted su referente?
-Es uno de los trompetistas más famosos de jazz junto a Miles Davis, Louis Armstrong y Dizzy Gillespie. Y todos ellos son referentes para mí. Chet Baker y Dizzy como cantantes también. Y Chet Baker con su forma de cantar las melodías tan serena, quizás se note mucho su influencia sobre mí en muchos de los temas que tengo grabados.
-Desde que era usted muy joven ha desarrollado su carrera bajo la protección de Joan Chamorro. ¿Qué significa para usted como músico y como mentor?
-Significa casi todas las puertas que se han abierto en el camino de mi carrera desde el principio, cuando me comenzó a enseñar jazz a los 10 años, cuando entré en la Sant Andreu Jazz Band a los 11 y cuando me animó a cantar, y luego contó conmigo para su propia grabación y así formamos el grupo con el que hemos girado durante… ¡ahora hace 7 años! Para mí Joan es una muy buena persona y buen pedagogo que sabe transmitir la importancia de la música y de trabajar bien a sus alumnos, y lo que es más importante, la belleza del jazz. Ese amor que te puede despertar la música de manera que te engancha y te hace estudiar porque se convierte en algo realmente importante para ti.
-¿Cómo ha asimilado las sensaciones que ha debido provocar en sus colegas de profesión, siendo una adolescente en un mundo de hombres y de adultos? Quiero decir, ¿cómo ha sobrellevado la sobredosis de paternalismo a la que seguro ha tenido que enfrentarse?
-Si se refiere a los consejos paternales de la familia y su soporte, siempre han estado y siguen estado muy cerca de mí, a mi lado para hablar y discutir los temas más importantes, en tomar una decisión y para ayudarme. Son un soporte muy bueno para mí y les estoy muy agradecida. A mi familia, a Joan y a mis mejores amigos. Sí que, claro, a veces mi opinión no coincidía con las de Joan o mis padres, pero siempre ha habido muy buena relación entre todos porque nos hemos sabido escuchar y nunca he sentido que estaba forzada a hacer algo que no quería.
-En ese sentido, me gustaría saber también si detecta cierta condescendencia a la hora enjuiciar su trabajo por parte de la crítica, y si le afecta en caso de que así sea.
-Pues por suerte siempre hemos recibido una buena respuesta del público y de la crítica, mayoritariamente. En casos donde la crítica ha sido exageradamente mala, las cosas que se han criticado normalmente no eran relacionadas con la música, por lo que no he aprendido mucho de las críticas negativas. Cuando se critica la forma de vestir o mi juventud y se fabula sobre cómo soy, el crítico no está sirviendo correctamente a los lectores de su trabajo. Las buenas críticas tampoco me enseñan tanto musicalmente; más bien nos animan a creer en nuestro trabajo y a ser creativos y querer ir más allá con el grupo.
-¿Y además del jazz, qué otras músicas escuchaba usted siendo adolescente? Imagino que cuando saliera a divertirse con su pandilla no los llevaría a clubs de jazz, ¿no?
-He escuchado también música pop de temporada, sobre todo cuando era más pequeña. Aunque hoy en día la verdad es que no me interesa en absoluto la música de moda que sale nueva, a no ser que me guste una canción o me llame la atención. Tengo muchos amigos desde la adolescencia que también están interesados en el jazz o la clásica, de modo que siempre he podido compartir esta afición con ellos. Y con los que no coincido musicalmente también he compartido momentos de música, no jazz sino pop. También me gustan artistas como Amy Winehouse que, aunque también proviene del jazz en sus orígenes, la música a la que ella se dedicó era más bien música moderna que bebía de diferentes fuentes y que alcanzó un público muy amplio.
-Viene usted a presentar su primer trabajo para el prestigioso sello Impulse! Un ep titulado Emotional Dance que se publicará a primeros del próximo año. ¿Qué puede adelantarnos sobre este disco? ¿Y qué siente compartiendo sello con tan grandes músicos?
-Desde luego Impulse! ha sido considerada siempre de las mejores compañías en el ámbito del jazz y, claro, nos hace mucha ilusión presentar nuestro disco con ellos, que han renacido después de un cierre, para presentar nuevos artistas de jazz de diferentes países. El nuevo disco está hecho con mucha ilusión y estamos muy agradecidos a la gente con la que hemos trabajado. Ha sido una gran experiencia. Tiene dos grandes diferencias con los anteriores. Contiene música original, 3 canciones de mi composición, una de Ignasi Terraza, pianista del grupo y una de Perico Sambeat, el gran saxofonista valenciano que también toca como invitado. La otra diferencia es que contiene 3 canciones en catalán, nuestra lengua natal. Todas ellas muy bonitas y esto nunca lo habíamos hecho antes en ningún disco anterior. Otro adelanto es que hay grandes invitados como Perico, Joel Frahm al saxo tenor y soprano, Scott Robinson al saxo barítono, Warren Wolf al vibráfono y la marimba, Gil Goldstein al acordeón y Café da Silva a la percusión. Con todos ellos, el disco es muy rico en colores de sonoridades. Estoy muy contenta del resultado.
-En su fulgurante trayectoria ha visitado usted salas y festivales de varios continentes. ¿Alguna anécdota que contar de algún país exótico o lejano?
-Me sorprendió lo diferente que es el público por ejemplo de Japón comparado con el de aquí. Son muy silenciosos, muy quietos, muchos de ellos cierran los ojos y parece que desaparecen del lugar y se meten en su interior con la música. También les encantan las fotos y las firmas después del concierto, siempre llegan con buen material a punto para que solo tuviéramos que coger el boli y firmar. En Polonia también me sentí muy a gusto, pensaba que serían menos entusiastas pero lo que vimos en el festival fue musicalmente muy intenso, conocí artistas que me dejaron admirada y me sentía como en casa, también en Letonia era diferente el festival donde tocábamos, la estética y el concepto no tenía nada que ver con los festivales que he visto en Barcelona… Siempre puedes observar cosas nuevas o semejanzas.
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