Granada se reconcilia con los Goya gracias a 'Tadeo Jones 2'

El filme dirigido por Enrique Gato y David Alonso se lleva el premio a mejor película de animación

'Handia' es la gran triunfadora de la noche junto a 'La librería' y 'Verano 1993'

Marisa Paredes posa con su merecidísimo Goya de Honor. / Javier Lizón/Efe
Isabel Vargas · Agencias

04 de febrero 2018 - 02:37

Granada/Granada se vio reconocida ayer en la 32º edición de los Premios Goya gracias al triunfo de la segunda entrega de Tadeo Jones, que se alzó con el premio a Mejor Película de Animación. La película más taquillera del año pasado en España con más de tres millones de espectadores se sacó "contra viento y marea", en palabras del equipo que recogió ayer la estatuilla, que remarcó que el largometraje "se ha visto en Perú, Barcelona o Francia". El éxito de Tadeo Jones. El secreto del Rey Midas no se entiende sin Granada. La acción del largometraje dirigido por Enrique Gato y David Alonso se desarrolla, en gran medida, por espacios inherentes a la ciudad nazarí como la Alhambra, en concreto el Patio de los Leones y la Torre de las Damas; la Carrera del Darro; la cuesta de Gomérez; la iglesia de Santa Ana; y una calle del castizo barrio del Albaicín.

La gala de los 32º Premios Goya arrancó puntual de la mano de los cómicos Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla, que iniciaron el acto con el tradicional monólogo del presentador en el que reivindicaron la figura de la mujer con su característisco humor chanante y sin alusiones políticas. "Esta noche queremos reivindicar el papel de la mujer, es muy importante para nosotros hacerlo y por eso la presento yo", bromeó Sevilla, quien llevó el peso del monólogo. En él, el actor albaceteño lanzó guiños a la actualidad, como por ejemplo con los casos de abusos sexuales: "Kevin Spacey está con nosotros, pero en casa no lo van a ver porque está borrado en postproducción", ironizó; o con el catalán, asegurando que la película Verano 1993 "suena mejor" con el título en esta lengua.

'La librería' de Coixet se hace con el premio a Mejor Guión Adaptado y Mejor Dirección

La gran triunfadora de la noche fue Handia, la fábula de Jon Garaño y Aitor Arregui sobre el Gigante de Altzo, que en mitad de la gala ya contaba con un total de ocho premios -mejor vestuario, montaje, dirección de producción, dirección artística, fotografía, maquillaje y peluquería, efectos especiales y actor revelación para Eneko Sagardoy-, junto con Verano 1993 y La librería. Handia, una historia sobre la dificultad de aceptar al diferente, ambientada en el siglo XIX, partía como favorita con 13 nominaciones en esta edición, la más plurilingüe y feminista de las celebradas hasta ahora por la Academia de Cine.

Uno de los momentos más especiales se vivió minutos antes de que Leticia Dolera y Paula Ortiz concedieran el galardón a mejor dirección novel, cuando las dos actrices reivindicaron, por fin, el papel de las mujeres en la gala. "El poeta García Lorca escribió: Yo denuncio a toda la gente que ignora la otra mitad", señaló Ortiz mientras le daba paso a Dolera: "Nosotras somos la otra mitad, la mitad del mundo y la mitad de la imaginación". Carla Simón subió a continuación al escenario con el abanico rojo reivindicativo del movimiento #MásMujeres, que reclama una mayor presencia femenina en el cine, para recoger el Goya a la mejor dirección novel por Verano 1993 -que tendría tres premios al final de la gala-. Simón, que cuenta en su opera prima un relato autobiográfico sobre el primer verano que pasó sin sus padres, fallecidos a causa del sida, ha recordado a todas las personas que pasaron por una situación como la suya, y a quienes hoy viven con el virus. "Es absurdo que el sida siga estigmatizado, no pasa nada por vivir con el VIH", dijo.

Al final de la noche, Handia, henchida de orgullo, se convirtió en el filme con más galardones -10 en total-; La librería se hizo con el Premio a Mejor dirección y Mejor Guión Adaptado y El Autor con dos de los galardones intepretativos de peso.

Marisa Paredes, premiada con el Goya de Honor

"Por fin nos vemos las caras", exclamó la actriz madrileña Marisa Paredes al recibir el Goya de Honor anoche entre aplausos y todos los asistentes de la gala en pie. Su vocación temprana la haría debutar en el cine con tan solo 14 años de la mano de José Osuna en Esta noche tampoco y José María Forqué en 091 Policía al habla. "La vida de una actriz es como una tiovivo. He tenido la fortuna de que muchos directores hayan confiado en mí. Ellos también han tenido la suerte de que yo confiara en ellos", comentó la intérprete que ha trabajado a las órdenes de Roberto Benigni, Fernando Trueba y Pedro Almodóvar. Presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España entre 2000 y 2003, Paredes recordó su "conflictivo" discurso del No a la Guerra, "que hoy volvería a repetir", subrayó la actriz con un Premio Nacional de Cinematografía y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

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