Humor gráfico en tiempos de coronavirus
Viñetas y dibujos para levantar el ánimo durante la cuarentena
Greta Thunberg contenta por la poca contaminación, un hombre espera ser paseado por su perro, un vecino harto de los conciertos en el balcón: así ilustran los dibujantes la crisis sanitaria
Granada/"A las cajeras nadie nos aplaude, salvo cuando reponemos el papel higiénico". La irónica frase aparece en una de las últimas viñetas de Esteban, dibujante de Grupo Joly desde hace 20 años. Irene Márquez, ilustradora de El Jueves, prefiere imaginarse la reacción de Greta Thunberg ante la noticia de que se reduce la contaminación en China por el coronavirus. Los viñetistas Miki&Duarte, del grupo editorial andaluz, prefieren actualizar la escena de la ducha de Psicosis y convertir la tos en una potencial arma de destrucción. Juarma, autor de cómics, esboza una escena habitual en muchos balcones durante la última semana: una persona toca la guitarra y anima a cantar. "Lo primero que haré cuando pase todo esto será abrirle la cabeza con un palo al vecino de las performances", se puede leer.
Las viñetas, los dibujos y los memes sobre la crisis desencadenada por el coronavirus inundan estos días páginas de periódicos, revistas y publicaciones en las redes sociales. "Es un universo el de los lectores. A cada uno le está pasando una cosa diferente. Unos estamos tranquilos en casa, con los niños, y salimos a aplaudir al balcón. Hay gente que está en el hospital muriéndose. Es muy difícil no hacer una viñeta que no hiera a alguien", admite el dibujante José Manuel Esteban (Madrid, 1967), que piensa que "el único riesgo de esta profesión, muy burguesa, es que no guste, que no se entienda, que se malinterprete". Por eso, a él le imponen respeto los buenos profesionales. "Nuestro oficio es muy humilde. A mí me imponen los barrenderos, los basureros. Ellos siguen currando, saliendo a la calle", recalca.
El dibujante de cabecera de Grupo Joly intenta estos días "ir a lo positivo" cuando piensa en su próxima viñeta. "Nosotros estamos para criticar y poner a parir a quien haga falta, pero en este momento no procede. Debemos dar ánimos, prestar atención a los que se están esforzando", sostiene. "El gran motor del dibujante es ir a por alguien. Somos unos depredadores. Necesitamos encontrar a alguien a quien meter el dedo. A veces, son tan flagrantes las cosas que vemos que te sale la bilis de manera natural", reconoce. Es el caso de algunas de sus últimas creaciones, como la de la cajera de supermercado a la que nadie aplaude aunque continúe en su puesto de trabajo.
Esteban cree que "hay mucho humor de balcón, como los memes que circulan en la red". "La calidad la pone la viñeta no el medio. Un meme anónimo puede ser brillantísimo", zanja. "No necesariamente la viñeta tiene que ser graciosa o satírica. Es simplemente acompañar dibujo y palabra para recoger una emoción. En estas semanas las viñetas van a ser emocionales", afirma el artista, que se siente más cerca del epigrama ("una frase corta ingeniosa") que de las tiras cómicas.
Los malagueños Manuel Luis Gallardo y José Francisco Duarte, conocidos como Miki y Duarte, creen que "a los ciudadanos les viene bien algo que les haga reír y reflexionar, cualquier cosa que les levante el ánimo". "Hay que desdramatizar un poco. Eso sí, teniendo un poco de cuidado por herir alguna sensibilidad”, aconsejan. "Al principio te vendían que esto era una gripe. Así que ridiculizábamos al virus para restarle importancia al asunto. Las viñetas eran más graciosas. En las últimas intentamos concienciar o hablamos de pautas de comportamiento durante la cuarentena. Rara vez salimos en las viñetas. Pues ahí una reciente donde aparecemos los dos. Uno tose y el otro se va", relata Gallardo, cuya máxima es "no herir la sensibilidad de nadie". Entre las más aplaudidas estos días hay una de un hombre esperando a ser paseado por su perro cuando una semana antes, perezoso y en pijama, tenía a su mascota en la entrada desesperada.
La realidad supera la ficción. Así ocurre con las tiras cómicas del dúo de humoristas gráficos. Las situaciones, los diálogos y las réplicas que ilustran podrían haberlas vivido o reproducido casi cualquiera en sus hogares estos días. "Desde hace cuatro o cinco años encontramos la inspiración en las redes sociales. Basta con echarles una ojeada. Te lo pone a huevo", declara.
Para Márquez (Valdepeñas, Ciudad Real, 1990), es "importante el humor y la risa porque ayudan a llevar mejor el confinamiento y todos esos pensamientos oscuros e incertidumbre que tenemos y le resta gravedad al asunto". La humorista gráfica afincada en Granada define el humor negro, en el que ella se mueve, como "una reacción gamberra a los tiempos de la corrección política". "La sociedad debe estar distanciada del horror para poder participar de él de forma jocosa. También es catártico, ya que nos distancia de las terribles realidades de las que nos reímos", apunta. "No puedo hacer que la gente deje de tener miedo a perder sus trabajos, enfermar, sufrir otra crisis o perder a sus seres queridos, pero puedo hacer viñetas y lograr que alguien se entretenga y se ría un rato", se despide.
Juarma, escritor y autor de cómics granadino, hace dibujos para él mismo y pone el límite desde hace muchos años en "hacer cosas que me gusten o que pueda leer mi madre". "No hay nada subversivo en el hecho de hacer algo tan marginal para pasarlo bien y compartirlo con los lectores, sin muchas expectativas ni pretensiones. Para mí este tipo de humor -el negro, el que Juarma practica- funciona como catarsis", reconoce. Un ejercico sano, el de reír con una viñeta, un dibujo o un meme, que estos días está salvando a más de uno de la psicosis.
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