Una Infanta cercana

Una muestra histórica La visita de la Infanta Elena

Doña Elena mostró un vivo interés por la exposición de Henri Matisse y se mostró muy afable con todos los invitados en la recepción posterior.

La Infanta, junto al presidente de la Junta y el alcalde de Granada, en una de las salas.
La Infanta, junto al presidente de la Junta y el alcalde de Granada, en una de las salas.
J. A. / Granada

16 de octubre 2010 - 05:00

Exquisitamente puntual y con una gran elegancia, la Infanta Elena se paseó ayer por el Palacio de Carlos V para admirar los cuadros de Henri Matisse en la exposición Matisse y la Alhambra. 1910-2010. A lo largo de todo el recorrido estuvo acompañada por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, el consejero de Cultura, Paulino Plata, el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, el subdelegado del Gobierno en Granada, Antonio Cruz o el presidente de la Diputación de Granada, Antonio Martínez Caler, entre otras autoridades.

"¡Qué alta y que elegante!" fue el comentario entre algunos corrillos de invitados a la inauguración de la exposición, en la que la directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife y el comisario de la muestra, Francisco Jarauta, hicieron de guías.

Entre los invitados que aparecieron por sorpresa en la visita se encontraba el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, que había acudido a Granada para participar en las jornadas sobre Miguel Hernández y que no quiso perderse la exposición de Matisse.

A lo largo de todo el recorrido, la Infanta mostró un gran interés por todos y cada uno de los cuadros del pintor francés y se interesó vivamente por la historia de su viaje a Granada (que también incluyó Madrid, Sevilla, Córdoba, Toledo y Barcelona) en el año 1910.

Doña Elena fue deteniéndose ante los cuadros que despertaban más su interés y preguntando detalles sobre ellos. Se mostró muy cómoda visitando la muestra y comentado los pormenores de su organización, que ha requerido la participación de instituciones como el museo del Hermitage en Moscú, el MOMA de Nueva York o el Louvre de París y que da una idea de la importancia de la muestra.

Tras la visita, que duró aproximadamente unos 45 minutos para recorrer las cinco salas habilitadas del Museo de Bellas Artes de la Alhambra, la Infanta se desplazó posteriormente al Parador Nacional de San Francisco, en donde estuvo departiendo con todos los invitados a la inauguración. "Se mostrado muy cercana, muy hablado, hablando con toda la gente", señalaba ayer una de las invitadas a la recepción. Allí permaneció la Infanta Elena hasta cerca de dos horas después, en que partió de regreso hacia Madrid.

stats