Instantánea del lado bueno de una ciudad
El Ayuntamiento entrega las distinciones de la ciudad a Carolyn Richmond, 091, Elisa Pérez Vera, Grupo de Investigación de Ingeniería Tisular o Eva Yerbabuena
Granada/Francisco Ayala recibió en 2006, a punto de cumplir 100 años, la distinción de Hijo Predilecto de la Provincia. Ahora es su viuda Carolyn Richmond, catedrática emérita de la City University of New York y presidenta de la Fundación del escritor, la que estrenó ayer 'nacionalidad granadina' después de ser nombrada Hija Adoptiva de la Ciudad. Por entonces, el intelectual granadino decía que se sentía "como un cantante moderno". Y algo parecido debió sentir ayer su viuda, escoltada en el estrado por los integrantes de 091. La hispanista, que reconoció en su discurso que se enamoró antes de la ciudad de la Alhambra que de su marido, recordó su primera visita en 1959, cuando era una joven estudiante y no sabía que el destino iba a emparejarla con una de las figuras clave de las letras españolas y un hombre que vivió en primera persona todos los vaivenes del siglo XX. En el acto celebrado en el Teatro Isabel la Católica, el Ayuntamiento también entregó la Medalla de Oro a Elisa Pérez Vera y la Granada de Plata al Colegio Juan XXIII de la Chana, que cumple 50 años de presencia en la capital. La bailaora Eva Yerbabuena y el Grupo de Investigación Multidisciplinar de Ingeniería Tisular recogieron su Medalla de Oro al Mérito por la Ciudad, Eduardo Espinosa Alfambra y el Grupo Musical granadino 091 la Medalla de Plata y la Asociación Ager el Diploma al Mérito.
Elisa Pérez Vera, magistrada del Tribunal Constitucional entre 2001 y 2012, recordó en su intervención que nació en pleno corazón de Granada, en el barrio de la Virgen, "el primer año de la cruel posguerra que siguió a la guerra más incivil que ha conocido España". "El hecho de ser mujer, que tan positivo ha sido en mi vida personal, apenas ha condicionado mi carrera profesional que se inició en un mundo que era inequívocamente masculino", continuó la jurista que en 1982 fue nombrada rectora de la UNED convirtiéndose en la primera rectora española en una universidad pública. "De lo único de lo que no me puedo arrepentir es del pecado de omisión, soy consciente de que me he equivocado mucho, pero al menos actué y cuando vi un problema intenté resolverlo".
La bailaora granadina Eva Yebabuena, que ha recibido con soltura premios como el Max de las Artes Escénicas o el Nacional de Danza, tuvo que interrumpir su discurso por la emoción. "Seguiré paseando el nombre de Granada, que no me vio nacer pero sí crecer como artista y persona", señaló la artista que nació en Alemania pero que a los 15 días ya estaba viviendo en Ogíjares. Y se puso reivindicativa para reclamar "un teatro más grande y espacios para desarrollar todo el talento que existe en la ciudad".
José Ignacio Lapido se erigió, una vez más, en el portavoz de los integrantes de 091 para señalar que ni en sus mejores sueños, cuando a principios de los ochenta subían a ensayar en las cuevas de la carretera de Murcia, imaginaron que iban a verse en un acto tan solemne. "Sobrevivir es un arte que incluye la resurrección y ahora que hemos vuelto al mundo de los vivos hemos recibido muestras de afecto que nos han dejado sin palabras, como este reconocimiento", señaló el líder de la banda que, durante 20 años, desmintió que hubiera posibilidad alguna de juntarse de nuevo en los escenarios. Ahora también se juntan en los actos institucionales.
Antonio Campos recibió la Medalla de Oro al Mérito en representación del Grupo de Investigación Multidisciplinar de Ingeniería Tisular, que recientemente salvó la vida de una joven de 29 años con un 70% del cuerpo quemado gracias a una técnica revolucionaria para crear tejidos artificiales. "Trabajamos en una forma de curar totalmente nueva en la historia de la humanidad demostrando que desde Granada se puede estar a la altura de nuestro tiempo", señaló el investigador.
Miguel Ángel Pérez, director del Colegio Juan XXIII subrayó en su discurso que, a lo largo de sus 50 años de historia, han formado a personas que hoy son "el orgullo" de la sociedad granadina", señaló mirando de soslayo al alcalde de Granada, Paco Cuenca, antiguo alumno del centro radicado en el barrio de La Chana. Por su parte, la representante de la Asociación Ager de apoyo a los emigrantes retornados recordó que cuentan con 21.635 socios y que, desde su fundación en 1988 ofrecen un servicio integral a las personas que tuvieron que dejar su tierra por la falta de oportunidades. El escultor Eduardo Espinosa Alfambra, reconocido en el mundo cofrade por sus tallas del Santísimo Cristo del Trabajo y la de Nuestra Señora de la Luz, quiso hacer extensivo el reconocimiento a la familia de escultores de la que procede.
El alcalde de Granada, Paco Cuenca, cerró el acto de entrega de honores y distinciones de la ciudad para recalcar que en el Isabel la Católica estaban reunidas la Granada de la música, la Granada intelectual, la Granada solidaria o la Granada flamenca. También la Granada de la ciencia, lo que aprovechó para señalar que "somos la capital sanitaria por excelencia y todos debemos considerar el daño que se puede estar haciendo en estos momentos". "Por eso apelo a la responsabilidad de todos, cada uno con su cuota, para la cristalización del modelo que Granada se merece y que Granada demanda". También aprovechó la presencia de 091 para afirmar que, si ellos han sido capaces de volver, "Granada será capaz de alcanzar la torre de la vela del éxito en todo lo que se proponga", afirmó parafraseando una de sus canciones más célebres. Para concluir, Cuenca recordó que, en sus memorias, Francisco Ayala se definía como un hombre "radicalmente granadino". "Usemos esta radicalidad para elevar esta tierra a su cota más alta para que, entre todos, podamos alzar una clara y nítida voz que exhiba el honor, único en el mundo, que supone pertenecer a la que es, sin duda, una de las tierras más completas y hermosas del mundo: Granada".
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