Isabel Tejada gana el primer premio Esdrújula de Poesía 2017

La autora jienense se hace con el galardón gracias a un libro "con metáforas e imágenes súper poderosas y una voz muy personal"

Isabel Tejada ha ganado el primer premio de poesía otorgado por la editorial granadina.
Isabel Tejada ha ganado el primer premio de poesía otorgado por la editorial granadina. / G.h.
Isabel Vargas

04 de noviembre 2017 - 02:33

Granada/La editorial granadina Esdrújula ha otorgado su primer premio de poesía a Isabel Tejada (Jaén, 1973). El jurado, compuesto por Ángeles Mora, Nieves Chillón, Jorge Manrique, Luis Melgarejo y Antonio Praena, destacó de Lugares para el insomnio que es "un libro con metáforas e imágenes poderosas, con una voz muy personal que se reconoce en todos los poemas y con gran coherencia en las cuestiones formales, [...] que atrapa y que sabe arrancarle a las palabras lo que esconden bajo una aparente sencillez cargada siempre de profundidad". El poemario galardonado supone además "un visible ejercicio de depuración y exigencia poéticas: versos precisos y certeros que saben decir en cuanto callan, que alcanzan, con uno y el mismo dardo, tanto la inteligencia como el corazón, la decepción y la esperanza, la cuerda floja y los puntos de sutura".

A la cuestión de cuál es el mayor regalo para un poeta, Tejada contesta tajante que no dejar de escribir. "No escribir tampoco de la misma manera, encontrar más voces dentro de mi voz propia y no haberlo dicho todo", amplía. La autora jienense, amante de Cristina Peri Rossi y de Idea Vilariño, opina además que para ser buen poeta uno tiene que ser "honesto".

"Lejos de la seguridad de los objetos / a veces me consta la extrema zozobra / de una nada hecha a mi medida", se lee en la primera parte del poemario, titulado Ruido, y uno se pregunta si a Tejada le inspira más el hastío, la desesperanza y el desamor que la alegría. "Creo que uno escribe desde lo que conoce, de otra forma se puede caer en el absurdo de lo impostado. También creo (y sé que no aporto nada nuevo al decirlo) que las sombras le llevan a uno a la necesidad del desahogo y la luz, a la de la contemplación y el disfrute", explica.

Cuando uno ojea el poemario en seguida observa que en ningún momento renuncia a su condición de mujer y lo que ello conlleva: "Las mujeres somos esos seres extraño / que se deprimen cuando dejan de menstruar / como si no supiéramos ser sin una herida / sin sangrar periódicamente". "Cuando leo no pienso a qué género pertenece lo que leo, lo que no quiere decir que pase por alto los matices o el contexto. Pero sí, sin lugar a dudas, creo que hay que luchar por recuperar aquellas voces que han sido y son silenciadas o ninguneadas, como en la ciencia, como en tantos y tantos otros campos, por no pertenecer al género patriarcal y no permitir que vuelva a pasar", reivindica.

La autora del Centro Andaluz de las Letras cree, con respecto al fenómeno editorial de Nach y Marwan, que "hay mucha letra que sin música es indefendible, pero no los considero necesariamente intrusos. Creo que en la literatura debería de haber sitio para todos. Mucha gente joven está accediendo a la poesía, que siempre ha sido terriblemente impopular, por estos autores y mi esperanza es que no se queden ahí y que sigan investigando y leyendo y que lean cada vez más a más autores, cuanto más distintos mejor".

La directora de Baldosas amarillas, programa de poesía en Uniradio Jaén, se moja y opina sobre la editoriales que tienen en cuenta el número de seguidores en redes sociales del autor: "Lo entiendo en tanto en cuanto las editoriales no dejan de ser un negocio, pero no cuando ese número de seguidores prima sobre la calidad de lo que editan".

"Una lleva toda la vida sintiéndose invisible

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