"Yo no cuento la historia, lo que me interesa es el ser humano"
Julia Navarro | escritora
La escritora madrileña, un nombre fijo en la lista de los autores más vendidos de España, presenta el viernes su última novela 'Tú no matarás' en la Feria del Libro de Granada
Granada/–Tú no matarás narra la huida de un Madrid en blanco y negro de posguerra a un Alejandría en technicolor. ¿Qué le llevó a trasladarlos a esta ciudad y no a otra más típicamente del exilio?
–Mi amor por Alejandría: es una ciudad muy literaria de la que yo me enamoré cuando era muy joven por las lecturas como El cuarteto de Alejandría de Darrell o la Guía de Alejandría de Fóster o los poemas de Cavafis. Todo eso está muy presente en esta novela.
–Otra parte transcurre en París, pero la acción también pasa por Londres, Lisboa, Praga, Chile, Jerusalén, Nueva York, el Cairo… ¿Tiene que conocer personalmente todas las ciudades a las que lleva a sus personajes?
–Sí, las conozco todas porque soy una viajera compulsiva. He tenido la suerte de poder conocer muchos lugares, pero también su gente.
–En cuanto al marco temporal, la novela se ambienta en la época de la Guerra Civil española. Usted ha dicho que la memoria histórica hay que dejarla en manos de los historiadores y no de los políticos.
–Yo creo que la historia la tienen que escribir los historiadores. Todos tenemos una memoria particular de lo que pudo pasarles a nuestros familiares, amigos... Lo que sí creo que es una obligación y un derecho es conocer la historia. Tenemos que conocer el pasado para entender el presente y saber a donde vamos. Desde ese punto de vista es imprescindible el conocimiento de nuestro pasado más reciente para conocerlo y afrontarlo.
–¿Qué opina, por ejemplo, de la búsqueda de los restos de Lorca por iniciativa de historiadores o investigadores por encima del deseo de su familia?
–Hay que tener siempre respeto por las decisiones de la familia pero es verdad que hay personas como Lorca cuya trayectoria trasciende lo individual para convertirse en un símbolo colectivo. Lorca nos pertenece un poco a todos y desde ese punto de vista creo que se debe encontrar un equilibrio entre la voluntad familiar y el deseo de saber el lugar en el que están sus restos.
–Usted es tan cuidadosa con estos temas que la dejó dormir un tiempo esta novela antes de encontrar la huida a Alejandría.
–Bueno, lo que ocurrió es que cuando la empecé a escribir me provocaba cierto dolor porque era viajar a ese pasado en blanco y negro en la que vivieron mis abuelos, como tantos otros españoles. Recordaba la inmensa crueldad del franquismo con los perdedores porque había fusilamientos, represión, venganza...
–Detrás de todas sus novelas hay un gran trabajo de documentación pero se niega a que las cataloguen como novela histórica. ¿Por qué?
–Bueno, tampoco quiero exagerar con esto. Nunca he dicho que detrás de mis novelas exista un gran trabajo de documentación. Mis libros están el siglo XX pero yo no lo he vivido entero; soy de mediados pero lo conozco, no me hace falta hacer una labor exhaustiva. Sí busco detalles. Por ejemplo, cuando estaba escribiendo esta novela busqué sobre la España de los años 40 o sobre el sueldo de un abogado en esa época. Todos sabemos los hechos importantes pero casi nada de la pequeña historia, que es lo que hace verosímil la historia. Es importante contar bien ese escenario. Pero creo que novela histórica sería si mi hubiese ido más atrás en el tiempo. Además, yo no cuento la historia, lo que interesa el ser humano, la vida de las personas.
–En cuanto esos grandes hechos no cotidianos, este libro también trata la historia militar de la Segunda Guerra Mundial.
–Sí, efectivamente, pero por fortuna hay mucha documentación al alcance. No hay que hacer una investigación enorme.
–Ha trabajado durante 35 años como periodista. ¿Cómo ve ahora la rapidez que imponen los soportes digitales a la redacción de noticias desde la serenidad que permite la escritura de novelas?
–Las nuevas tecnologías están aquí y son parte de la realidad, así que hay que buscar todo lo positivo. Sí me preocupan algunas derivadas, como su facilidad para expandir mentiras. Otra derivada es el periodismo ciudadano pero yo no creo en él. Detrás de una noticia siempre tiene que haber un periodista y un medio de comunicación.
–¿Echa de menos el ejercicio del periodismo?
–No, sinceramente. Es una etapa de mi vida que dejé atrás hace muchos años. Me encanta escribir y hacer lo que estoy haciendo ahora. Yo no soy nada nostálgica, aunque fue una etapa fantástica. Creo que el periodismo, como la escritura, necesitan todas las energías del que lo ejerce y era difícil compaginar las dos cosas.
–Afirma que "no despega los pies del suelo" porque como periodista ha visto a mucha gente caer.
–Sí, creo que no hay que despegar nunca los pies de la realidad. Por eso con cada novela yo siempre tengo la sensación de que empiezo de cero.
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