Lucía Etxebarría: "No pienso perderme ninguna corrida, excepto las de toros"

La escritora participa en el Festival de Cine Solidario de Granada y presenta el libro 'Yo también soy un animal', con 140 artículos antitaurinos de personajes como el juez Grande-Marlaska o Enrique Bunbury

Lucía Etxebarría, ayer, en la Filmoteca.
Lucía Etxebarría, ayer, en la Filmoteca.
G. Cappa/ Granada

16 de mayo 2009 - 05:00

"Los toros no se sostienen económicamente, lo pagamos entre todos, y otra opción es que me hagan espectáculos públicos gratis con 'chulazos' increíbles donde yo pueda ir y disfrutar con otro tipo de corridas", dijo mitad en serio mitad en broma Lucía Etxebarría, que ayer participó en el Festival de Cine Solidario de Granada con el libro Yo también soy un animal, del que es editora. El libro tiene 140 artículos contra el mundo de los toros a cargo de personajes tan dispares como el juez Grande-Marlaska o Enrique Bunbury. No así Joaquín Sabina, quien siempre afirma que los toros deberían suprimirse, pero mientras no piensa perderse una corrida. Lucía Etxebarría dio la vuelta a la 'sabinada': "Yo no pienso perderme ninguna corrida, excepto las de toros".

La escritora, aunque no es "vegetariana estricta", sí es "antitaurina". "Al menos sí me gustaría que no me costara el dinero, porque cada español paga 146 euros al año para mantener este mundo, en vez de emplear este dinero en guarderías, en gasto social", comenzó la autora de Lucía y los cuerpos celestes. "Esta fiesta no se sostiene, es un espectáculo para una minoría muy particular, cada vez menos, gracias a dios", prosiguió la escritora con firmeza.

En su opinión, además del "maltrato al animal", está la carga simbólica que encierra una corrida. "Si torturar a un animal hasta morir es bonito, se deja entrever que la violencia es bonita". Respecto a la palabra 'tradición' que lleva implícito el mundo taurino, la escritora puso comparaciones como el circo romano, las ejecuciones públicas o la ablación del clítoris. "Es como si Bertolucci rodara la muerte de una persona, no tendría justificación artística".

Después arremetió contra el tópico de los aficionados de que los toros bravos sobreviven gracias a las corridas. "No es verdad porque el toro es el macho de la vaca y sobreviviría igual porque, además, el toro de lidia no es una especie particular, es un toro".

También se mostró indiferente a la belleza plástica del toreo, aunque el protagonista se llame José Tomás. "La belleza no justifica la violencia y hay arte que se censura con mucho menos de lo que significa el toreo", dijo para recordar a continuación su primera experiencia taurina. Tenía 18 años y un señor, crítico del ABC, intentó ligar con ella llevándola a Las Ventas. "Al primer puyazo salió un surtidor de sangre y comencé a llorar y me tuve que ir", recordó la escritora. ¿Y el crítico? "Me echó la bronca porque decía que lo había dejado en ridículo". En ese sentido, asocia el capote y el estoque con el machismo. "No voy a hablar de Sabina pero bueno", explicó la escritora con un 'puyazo' al cantautor. "Es un espectáculo espantoso, dantesco, y no creo que este espectáculo dure más de 50 años". Tampoco se salvó la desgraciada película sobre Manolete con Penélope Cruz y Adrien Brody. "En Estados Unidos no se va a poder estrenar porque les parece una aberración, incluso Almodóvar tuvo muchos problemas con Hable con ella porque tenía una escena con toro".

Y en caso de hacer una novela ambientada en el mundo de los toros, el protagonista sería "un psicokiller". "La psicopatía es no tener empatía con el sufrimiento ajeno, y quien pueda ver eso con calma me resulta muy difícil de entender". También le resulta "incomprensible" que un niño pueda ir a los toros y que una niña de 16 años no pueda abortar. "Unas corridas sí pero otras no, es increíble", concluyó Etxebarría con su símil preferido en el encuentro de ayer.

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