Marina Heredia, la voz junto al piano

La cantaora granadina llega esta noche al Manuel de Falla para presentar el espectáculo que comparte con el pianista David Dorantes titulado 'Esencias'

Imagen de uno de los conciertos de 'Esencias'. / J. M. Cerezo Sáez
Alba Rodríguez

02 de febrero 2018 - 02:32

Granada/¿quién no busca su esencia? La suya o la de cualquier cosa en la que se vea interesado. Precisamente, esta cuestión es la que crea la motivación que da brincos en el estómago. Dicen que hay conciertos que son solo para los oídos, que se disfrutan más si se cierran los ojos, Marina Heredia dice que éste podría ser uno de ellos. Hablamos de Esencias, el espectáculo que comparte con el pianista Dorantes y que se estrenará en la ciudad esta noche en el Auditorio Manuel de Falla enmarcado dentro del Festival Músicas de Mujer. "La puesta en escena es bonita", dice ella, pero no es imprescindible para que la esencia del arte de estos dos flamencos traspase sentidos.

Este espectáculo surgió de la petición que David Dorantes le hizo a Marina Heredia en uno de sus espectáculos, y fue tal la compenetración que surgió de esta pareja flamenca que decidieron elevarlo y cristalizarlo en un espectáculo que aunara el piano universal de Dorantes y la voz magna de Heredia. "A mí siempre me gustó cantar con piano, David (Dorantes) además es muy especial tocando, tiene una sensibilidad grandísima e inspiradora".

Hago lo que quiero, cambio las letras y Dorantes siempre está ahí para recogerme"El piano de 'Esencias' da otro punto de vista y se complementa muy bien con el flamenco "

Por otro lado que ambos artistas tengan una raíz común y una infancia muy similar, cuenta la cantaora, hizo que este camino fuera como la seda desde el primer momento. Atendiendo a la premisa de ser libres y sin perder su base, además de trabajar siempre desde su flamenco más ortodoxo -el que han vivido gracias a sus familias- han conseguido construir un arte más personal. De ahí nace la esencia de este Esencias.

El público, cuando sale de la sala tras haber experimentado a qué sabe un Heredia-Dorantes mano a mano, cuenta la granadina que lo que reina es la conmoción ya que llevan "un repertorio muy bonito". Como muestra inapelable de esto aparecen Las galeras del "tío" Juan el Lebrijano que hablan de la historia de los gitanos.

Los dedos, la melodía y la atmósfera los añade Dorantes -del que dicen que es al piano lo que Paco de Lucía a la guitarra- que "aporta frescura, naturalidad y sobre todo tiene esa capacidad de hacer las cosas sencillas cuando estás haciendo el triple salto mortal". Por otro lado, está la irrefutable garganta de quien puede ser una de las mejores cantaoras de la actualidad, Marina Heredia que se siente "muy identificada" con lo que hacen y confiesa que nunca se encuentra cohibida ni preocupada por lo que está pasando en el escenario: "Hago lo que quiero, a veces cambio las letras y David siempre está ahí para recogerme".

El espectáculo cambia la guitarra, "lo clásico", por un piano que da "otro punto de vista" y que "se complementa muy bien" con el flamenco de Heredia. Dorantes tiene aprendido ese concepto de la guitarra -él también conoce los trastes- lo que explica la manera que tiene de transportar el sonido de un instrumento a otro y revelarlo como algo "revolucionario", dice la cantaora granadina.

Este Esencias no es un espectáculo flamenco de base purista. De esa raíz ortodoxa que ambos comparten, han llegado a construir un discurso a través del que explican su vida como artistas internacionales. Así, los sonidos viajan por el auditorio a modo de pasaporte pintado con todos los destinos y experiencias de su vida profesional. Esto es, un crucero flamenco por el mundo.

Esencias proviene del disco de Dorantes titulado Sin muros, un disco que reniega de los diques de contención, tanto en el arte como en cualquier tipo de expresión lo que lleva a entender cómo el espectáculo suena a flamenco, pero también a todo lo demás. Se deben dejar todos los prejuicios en la puerta del auditorio.

Una de las claves: la raíz purista de estos dos andaluces. A la pregunta de cómo se consigue hacer un "flamenco lebrijano contemporáneo" -así describe la nota de prensa este Esencias- la cantaora ríe conociendo los puntos fuertes de su trabajo. "David es lebrijano, y el flamenco de allí es muy característico, y toda su familia conforman su base como artista". Ella, que por su parte trae el flamenco del Albaicín, sabe cómo suena el arte en el Sacromonte, pero a partir de ahí, explica, se añaden las esencias de cada uno.

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