El Maristán recibe ya los últimos retoques

Patrimonio

El Maristán recibe ya los últimos retoques. / Antonio L. Juárez/ Photographers
B. R.

21 de marzo 2022 - 04:00

Granada/Situado en el corazón del bajo Albaicín, frente al Monasterio de la Concepción y muy próximo a la Carrera del Darro, el Maristán o sanatorio civil para 'musulmanes locos e inocentes' es una de las joyas del patrimonio granadino que durante años ha estado oculto a los ojos de los habitantes y visitantes de la ciudad, además de expuesto a su deterioro del paso del tiempo. En la actualidad no está abierto a la visita pública ni tiene un uso cultural definido, pero está siendo objeto de una restauración arquitectónica que ha permitido que hoy en día tenga una imagen muy distinta a la que ofrecía hace tan solo un par de años. Los trabajos de rehabilitación que dirige el arquitecto granadino Pedro Salmerón y comenzaron a principios de 2020 después de tres décadas de espera están a punto de finalizar: el pórtico Sur que se encontraba en ruinas está ya siendo blanqueado y recibe los últimos retoques.

El edificio estuvo organizado en torno a un patio rectangular con alberca y, a lo largo de su historia, sufrió numerosas modificaciones. Las obras que están ejecutándose tienen por objeto frenar el deterioro que manifiestan los restos originales del pabellón Sur, único en pie y que está ya prácticamente listo, así como recuperar su estructura espacial y material.

El proyecto

El proyecto se ha centrado por tanto en la consolidación y restauración del citado pórtico, dejando para sucesivas actuaciones la revalorización de las tres crujías restantes que requieren de apoyo arqueológico para eliminar la capa de rellenos debidos a la ocupación humana de los siglos posteriores. Fundado por Muhammad V en 1367, es un testimonio excepcional del esplendor que adquirió la ciudad de Granada en el siglo XIV, por ser el único hospital de Al-Ándalus del que se tiene suficiente información. Durante época cristiana el edificio fue ocupado con distintos usos como Casa de la Moneda, almacén de vinos o casa de vecinos, adaptando sus espacios a las nuevas funciones, sufriendo en paralelo una adaptación de su construcción original a causa del deterioro. Como consecuencia de ello el inmueble llegó al último cuarto del siglo XX segregado en distintas propiedades, conservando edificaciones emplazadas en su perímetro, respetando de alguna forma el vacio del patio.

Para las tareas de reconstrucción, se han utilizado nuevos materiales pero también maderas conservadas durante centurias. La previsión era que las obras podían estar listas antes de final del pasado año, pero los plazos se han visto afectados por el parón de los trabajos en la primera ola del coronaviruplazoss, tal y como explicó propio el pasado Salmerón, quien detalló que el objetivo era recuperar esta instalación, cubierta hasta el inicio del proyecto por una estructura de uralita.

Los trabajos realizados en el Maristán

Pese a que algunos habían sido protegidos ante los efectos del paso de los años, los pilares fueron desmontados para volver a colocarse. En concreto, los de la planta alta son los mismos que había, y se reponen tras haber sido conservados por partes. Aunque hay pocas maderas de la época nazarí recuperadas, alrededor un 10% de las que se podrán contemplar una vez esté íntegramente recuperado el pabellón Sur, el situado en la parte del solar más cercana a la Carrera del Darro y, por ende, con la Alhambra como telón de fondo. Son pocas pero son "oro", subraya gráficamente el arquitecto. La viguería inutilizable ha sido sustituida por tablones de roble laminados y encolados.

Una primera fase

Los trabajos en el Maristán de Granada, cuya primera fase es la que se está desarrollando y podría terminar este mismo mesprimera fase, ayudan a vislumbrar la composición arquitectónica del edificio tras la reconstrucción de los muros de la planta baja y el lateral oeste, punto de partida de la recuperación volumétrica del pórtico Sur.

En el artículo que firma Salmerón con Francisco Campos, Diego Garzón y Rosa Pérez de la Torre sobre el Maristán en el número 49 de Cuadernos de la Alhambra, en el monográfico que dedicaba al 150 aniversario del recinto nazarí como Monumento Nacional en 2020, se explica el proyecto de consolidación y restauración del pórtico sur del Maristán, el único sector del edificio original que sobrevivió "como una estructura de cierto porte". "Pese a su situación ruinosa", presenta "un valor en sí mismo" en tanto "permite seguir paso a paso la actuación sobre cada material constitutivo sea madera, fábrica de ladrillo o tapial, que se puede desmontar, remontar o reforzar", explican los expertos.

Siguiendo las técnicas que se vienen desarrollando para este tipo de enclaves patrimoniales en los últimos tiempos, y con la rehabilitación del Corral del Carbón como modelo en cuanto al resultado, también en la capital granadina, en general será "muy parecido" al que pudieron ver los antepasados de los vecinos del Albaicín de hoy, aunque con "un poco más de innovación" en la cubierta.

El estado que ofrecía el Maristán.

Los muros de tapial estaban en condiciones "deficientes" por su exposición a los agentes atmosféricos, y quedarán tras los trabajos reforzados con revestimiento de cal hidráulica armada con una malla metálica, teniendo en cuenta también las técnicas que marca la normativa para resistir mejor a los terremotos. Se prepara, asimismo, una ventana arqueológica para que el visitante pueda contemplar didácticamente las partes menos deterioradas con el tiempo.

Investigaciones

Como ya informó el Patronato de la Alhambra y Generalife, el exhaustivo seguimiento arqueológico que se está llevando a cabo en la parcela donde se ubicaba el antiguo hospital nazarí, ha permitido igualmente descubrir un acceso por la calle Bañuelo de época medieval y unas escaleras en la esquina suroeste del edificio, y conocer el perfil de la alberca que preside el patio.

La directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz, adelantó durante una visita que las obras habían permitido descubrir un pozo bajo la alberca del patio central, que, según las primeras investigaciones arqueológicas, data del siglo XI y daba servicio a la Coracha, el emplazamiento defensivo sobre el que posteriormente se levantó el Maristán en el siglo XIV. El pozo, que ha sido excavado hasta los 9 metros de profundidad, podría estar relacionado con la Alcazaba de la Alhambra gracias a la conexión que tenía con una presa situada en el puente de los Tableros, “una hipótesis que se confirmará a medida que la recuperación de este espacio emblemático del Albaicín avance”.

Muy cerca del espacio que ocupan los restos del edificio, se hallan otros testimonios importantes de época medieval como el Baño del Nogal, conocido popularmente como “Bañuelo”, la Casa nazarí de Zafra y los restos arqueológicos de la antigua Puerta de los Tableros, punto final de la coracha que aprovisionaba de agua a la Alcazaba Qadima del Albaicín.

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