'Masacre: Ven y mira', la mejor película bélica de la historia es soviética y Putin la conoce

Cine

Retrata los horrores de la invasión alemana en suelo de la URSS

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'Masacre: Ven y mira', la mejor película bélica de la historia es soviética y Putin la conoce
Tomás Serrano

03 de marzo 2022 - 13:51

Tras años de preparación y de amenazas, la Rusia de Putin ha invadido Ucrania dando paso a una guerra que está sembrando el terror y la incertidumbre en el viejo continente. A una distancia idéntica a la de la península con las Islas Canarias se están dando imágenes que parecían caducas en la Europa del siglo XXI. El ejército ruso está acometiendo contra la población civil en Ucrania y estableciendo paralelismos llegan vientos con olor a Segunda Guerra Mundial: pólvora, sangre y el horror de la masacre, precisamente los elementos que hacen de 'Masacre: Ven y Mira' una película única en la historia del cine.

Elem Klimov fue el director que la Unión Soviética eligió en 1895 para la conmemoración del 40 aniversario de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial. La historia se cuenta desde el punto de vista de un niño, interpretado por un fantástico Alexei Kravchenko, en la que perfectamente podría catalogarse como una de las mejores interpretaciones de la historia. La película cuenta el progresivo endurecimiento del sufrimiento y los efectos de la matanza sistemática de los habitantes de las aldeas bielorrusas durante la guerra, siendo más de 600 poblaciones las arrasadas por el ejército alemán comandado por Hitler.

Ven y mira 3

El crudo tratamiento de la violencia no es el lo único que destaca de la película. Y es que ven y mira se vertebra a través de la solidez narrativa, con una mirada desde el cine revolucionario soviético de los años 20 y una fuerza visual abrumadora hasta para los espectadores más fríos. No contento con ello Klimov consiguió llevar a los espectadores hasta el infierno apoyándose en el lirismo trascendente heredado del estilo de Tarkovsky.

Año 1943, la Operación Barbarroja puesta en marcha por la Alemania nazi lleva dos años de ejecución y Bielorrusia, satélite soviético desde hace apenas cuatro años , se ve enzarzada en el conflicto por su lugar en el mapa en el camino de las tropas de Hitler hacia Moscú. El resultado: la aniquilación de entre dos y tres millones de personas, es decir, prácticamente un tercio de la población bielorrusa en ese momento.

La película marcaría algunas pautas que han quedado en la historia del cine y que se han reeditado con la misma intención en películas como 'El hijo de Saúl' de László Nemes, otra imprescindible para la comprensión de la cercanía al infierno cuando el mundo entra en guerra.

Una de estas decisiones históricas es el uso de la relación de aspecto académica, 1,37:1, en lugar del formato panorámico que ya se usaba en el momento de producción de la película. El motivo, el constante encuadres de primeros planos durante toda la película que muestran los rostros horrorizados de los protagonistas, teniendo a un principio a un niño como protagonista, quedando al final las ruinas de una vida que quedará marcada para siempre por tras ver la peor parte de la naturaleza humana. Uno de los momentos más crudos de la película, por ejemplo, es cuando los alemanes encierran a todo un pueblo en un granero y lo envuelven en llamas perpetuando el genocidio. Otro gran motivo por el cual Klimov apuesta por este formato es la enfatización del fuera de campo. Aunque la violencia es explícita en la película, resulta más efectivo visualizar los efectos del horror en los rostros de los protagonistas.

Ven y mira

Este drama bélico está basado en tres obras literarias: "Relato de Jatín", "Partisanos" y "Los justicieros". La película se iba a llamar 'Matad a Hitler', pero el gobierno ruso tan sólo impuso una condición para su producción, el nombre por el que la conocemos hoy día.

Irónicamente, 'Masacre: Ven y mira' sigue siendo una obra arraigada en la población rusa y, sobre todo, en las instituciones del país. Más de veinte millones de rusos fallecieron durante el conflicto, que en el ideario ruso se conoce como "la Gran Guerra". Las embajadas rusas distribuidas por el mundo proyectan la cinta para hablar sobre los efectos de la guerra alrededor de todo el globo. Es el caso de países como Méjico, donde la Embajada de Rusia distribuyó la cinta en junio del año pasado con el motivo del cumplimiento de 80 años desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Hoy día, en marzo de 2022, el gobierno de López Obrador hace oídos sordos a la guerra y Putin, que no la población rusa, lleva la guerra a Ucrania. Por ello, ahora más que nunca, 'Ven y mira'.

Ven y mira 5

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