La tribuna
Los muertos de diciembre
May R. Ayamonte, escritora
Granada/A pesar de su juventud, la trayectoria de May R. Ayamonte (1May R. Ayamonte 996) es considerablemente extensa. Graduada en Estudios Ingleses con dos másteres en enseñanza y literatura con perspectiva de género; además de activista y militante de movimientos sociales, la onubense afincada en Granada se define como lectora voraz. Tiene hasta la fecha diez novelas publicadas: Amor más allá de la unicidad (Bubok, 2010), Iris (Novum Publishing, 2011), las dos primeras partes de la trilogía Infinite (2 De Letras, 2013-15), Besos Entre Líneas (Planeta, 2016), De Nadie (Destino, 2017), Contra Corriente (Destino, 2018), Mar Profundo (Edebé, 2021) Y Las niñas salvajes (Contraluz, 2022). Ahora regresa con Las aguas sagradas, una continuación de la serie de Jimena Cruz que ve la luz también en Contraluz.
Este mismo domingo presentaba esta última obra en la Feria del Libro de Granada. Llega con el respaldo de sus numerosos seguidores, porque es una de las escritoras con más lectores entre el público joven, aunque en sus dos últimas novelas haya decidido buscar al público adulto. Llega también avalada por el respaldo que confiere la elección de una novela como Mar profundo como obra de prescripción para institutos. Quizás por eso pronto empezó a compaginar su trabajo como escritora con sus charlas de fomento de la lectura en colegios e institutos que continúa dando.
Esta nueva novela negra con Jimena Cruz como protagonista vuelve a estar ambientada en Granada, casi un personaje más en su libro aunque de forma más sutil que en la obra anterior para no dar tregua al relato. "Interactúo mucho con mis lectores. Cuando hacen una crítica y generalmente tienden a coincidir en una serie de elementos, seguramente tienen razón. Fue muy interesante analizar lo que dijeron de Las niñas salvajes para tenerlo en cuenta en la próxima. En aquella había muchísimas descripciones de la ciudad y llegaba un punto en el que a algunos lectores les cansaba, aunque a otros no. Digamos que en Las aguas sagradas Granada ya se presentó en la anterior novela y y por lo tanto aquí no vamos a encontrar tantas descripciones. He querido cuidar mucho el ritmo".
A pesar de todo, son dos novelas que comparten género, protagonista y escenario pero que pueden leerse de forma independiente. "No hace falta leer el libro anterior para leer este. El caso con el que empieza esta tiene similitudes pero pronto descubrimos que no tiene nada que ver", cuenta la escritora.
Los hechos arrancan cuando a la vera del Darro aparece aparece el cadáver de un hombre en una posición que recuerda al caso que resolvió Jimena Cruz cuatro años atrás y cuya identidad del asesino solo conoce ella. Ante el temor de que pueda estar de regreso, y pese a que no comparte criterios ni simpatías con la policía, la protagonista se sumará a la investigación en un intento por esclarecer este nuevo caso. Y lo hará con una única condición, crear su propio equipo. Entre ellos, contará con Fátima Suárez, una joven historiadora doctoranda de la Universidad de Granada que busca ser madre pero encuentra muchas dificultades, y con Gari Atxa, un criminólogo ávido de acción.
Pero pronto descubrirán que nada es lo que parece, ya que una serie de pancartas han empezado a inundar las calles de Granada y en ellas se vaticina cómo aparecerá la próxima víctima. El equipo, entonces, se dará cuenta de que están ante algo mucho más oscuro.
May R. Ayamonte es de las escritoras que se documenta concienzudamente y traza un esquema perfecto antes de emprender un trabajo. "Hay una parte de documentación que tiene que ver con cuestiones históricas de la ciudad de Granada. Esto conllevó investigar en muchísimos archivos para llegar a referencias de documentos que prácticamente son imposibles de encontrar. Luego hay otra parte de documentación sobre cuestiones de memoria histórica, sobre el tema de los bebés robados. Hay que tener en cuenta que Jimena, la protagonista, empieza la novela reconociéndose como un bebé robado dentro de un entramado franquista. Esa parte del proceso fue muy intensa, sobre todo a nivel emocional. Y luego, claro, hay otra parte de documentación que tiene que ver con la criminalística", detalla la autora.
En total, tras 3 meses de documentación a tiempo completo y cinco o seis de redacción, ve la luz una nueva obra en la que el género negro sirve a la joven escritora para tratar alguno de los compromisos a los que se ha consagrado como activista social. Con referentes como La mano de Fátima, A la sombra del granado o Prehistorias de las Mujeres, May R. Ayamonte (que publicó su primera novela con tan sólo 12 años) compone una narración que con el hilo de la novela negra trata temas sociales que van más allá de la ficción, con cuestiones tan de actualidad como la reproducción asistida. "Tener dos protagonistas en las que se centra la narración no ha sido tarea fácil, pero lo he disfrutado mucho. Me gustan los personajes opuestos y vamos a encontrar mucho de encontrar mucho de eso en Las aguas sagradas. Me gusta ahondar en la naturaleza humana y nada mejor que crear personajes para eso", cuenta May R. Ayamonte para quien "un buen personaje es el que levanta pasiones desde lo positivo y lo negativo".
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