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Granada/El profesor Miguel Ángel del Arco, del Departamento de Historia Contemporánea de la Universidad de Granada y especialista en temas de la Guerra Civil, el franquismo y la represión, ofreció ayer su versión de las últimas horas de vida del autor de Bodas de Sangre en la conferencia Un espacio para rescatar del olvido: la Facultad de Derecho y el asesinato de Lorca. El investigador desarrolló sus recientes estudios sobre la habitación en la que el poeta granadino pasó sus últimas horas de vida y las conclusiones que lo acercan a las tesis de otro especialista en el tema, Miguel Caballero.
Del Arco explica que la ponencia fue una propuesta de José Antonio Montilla, del Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada: "Mucha gente se presentaba en la Facultad preguntando por el despacho en el que estuvo Lorca detenido en el Gobierno Civil antes de que lo asesinasen. Como él sabía que yo trabajaba estos temas, me preguntó si podía hacer algo al respecto para poner en valor el espacio y para conocer la verdad de todo aquello".
"Me puse a investigar el año pasado y visité distintos archivos para encontrar la historia del edificio, porque ahora hay uno nuevo en el mismo solar. En el año 44 el antiguo Gobierno Civil estaba en muy mal estado y se entregó a la Universidad de Granada, a la que se le había alquilado, que lo derribó", cuenta el historiador, quien subraya que "durante la República ya se había pedido el traslado a un edificio más decente".
El investigador informa que la Universidad, que había adquirido el antiguo inmueble de los jesuitas durante la desamortización de los bienes de la iglesia, encargó un proyecto a Wilhelmi y Prieto Moreno, "dos arquitectos muy identificados con el régimen franquista, que hicieron un proyecto que acogería la Facultad de Ciencias, que no tenía espacio, la Facultad de Derecho y la de Filosofía y Letras". La nueva construcción se inauguró finalmente en 1955 mientras que el Gobierno Civil se trasladó al edificio que el Estado había comprado en la Gran Vía, el Palacio Muller.
"No es el mismo edificio pero sí el mismo espacio y se repite un esquema similar. Si localizábamos el lugar en el que estuvo Lorca en el antiguo inmueble podíamos identificar en qué parte del nuevo edificio estuvo. En eso ha consistido mi trabajo", resume Del Arco, quien para encontrar la habitación ha utilizado "toda la información disponible que habían ofrecido los investigadores lorquianos". "Las evidencias ya estaban ahí, pero esta pregunta nunca se había hecho acompañada por un estudio histórico y artístico del edificio actual que tiene algunas similitudes con el originario, como un patio grande, otro pequeño de servicio y tres plantas".
Siguiendo las pistas, localizó la estancia. "Mi teoría es que estaría en el Departamento de Derecho Constitucional en la primera planta y que da al Jardín Botánico. Sería una habitación de unos cuatro metros, rectangular en la que había una mesa, dos sillas y un sillón. Era como un despacho y tendría un ventana enrejada".
Los resultados van más allá del valor simbólico del espacio. "Todo esto nos dice algo más sobre el tiempo que estuvo Lorca en el Gobierno Civil, porque hay un debate entre Gibson y Miguel Caballero sobre cuándo fue llevado a Víznar y fusilado. Los dos están de acuerdo en que la misma madrugada que lo llevaron lo ejecutaron: si llegó a las diez o las once de la noche, a las cuatro de la mañana lo ejecutaron, pero no en el día".
Según Miguel Ángel del Arco, sabiendo como era ese despacho se puede suponer que Lorca estuvo poco tiempo. "Yo pienso que el Gobierno Civil era un espacio de tránsito, algo que reconoce Gibson. Allí no se celebraban juicios porque era una represión violenta y extrajudicial. Como mucho se le tomaba declaración a algún individuo y luego le llevaba a las tapias del cementerio o a Víznar. Torturaban a los que podía saber cosas, como líderes de partidos políticos y sindicatos, pero a Lorca no, que además fue acompañado por Rosales, un falangista importante. Por eso no estuvo en la habitación normal de los detenidos".
Para el historiador, el despacho "no era un lugar para estar dos días y medio", por lo que coincide con Miguel Caballero y Molina Fajardo y cree que esa misma noche, 16 de agosto, se lo llevan a Víznar. "Gibson hace tiempo dijo que estuvo dos días y medio y fue ejecutado la noche del 18-19. Recientemente ha cambiado su tesis y afirma que lo asesinaron la noche del 17-18. Esta investigación puede demostrar que allí no había las condiciones para que alguien estuviese varios días ni uno y medio y que el Gobierno Civil funcionaba como una correa del terror en Granada".
El historiador desmonta también los argumentos del hispanista. "Gibson justifica la espera diciendo que el comandante Valdés quiso hablar con Queipo de Llano porque era un preso muy importante. Bajo mi punto de vista no es lógico ya la represión franquista era extrajudicial y no hacía falta la orden para nadie. Además, como ha demostrado Caballero, hasta el 18 de agosto no se restablecieron la conexiones por radio y no pudo hablar con él", apunta Del Arco, quien también afirma que "el segundo motivo de Gibson es que el 18 se extiende el rumor por Granada de la muerte de Lorca, pero esto no demuestra que fuese asesinado la noche del 17 al 18 y no entra en contradicción con el fusilamiento el 16 porque, si murió a las cuatro de la mañean, es muy difícil que tan sólo seis horas después Granada ya lo supiese".
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