La vedette española que triunfó como china: Manolita Chen

Investigación

Juan José Montijano Ruiz publica en Almuzara un volumen que analiza los orígenes del género y la trayectoria de su reina indiscutible

Montijano Ruiz analiza como el teatro chino de Manolita Chen burló la censura
Belén Rico

07 de febrero 2022 - 15:35

Granada/El nombre de Manolita Chen forma parte de la cultura popular española. Aunque Manuela Fernández Pérez, la "reina del teatro ambulante", inició su andadura como empresaria allá por 1947 y el género ha desaparecido, su figura tiene tal vigencia que el pasado 2021 se estrenó otro espectáculo dedicado a su figura en el Price de Madrid: Manolita Chen, un cuento chino. La obra, bajo la dirección de y dramaturgia de José Troncoso cuenta con el apoyo documental del investigador Juan José Montijano Ruiz (Granada, 1977). Pese a lo popular de su figura, la alargada sombra de la artista de circo, directora, guionista y coreógrafa sigue generando misterio. Casada con el también empresario y artista circense Che Tse-Ping tras enviudar este, fundaron el más famoso de los teatros portátiles de España. Pero, ¿mató su esposo accidentalmente a su primera esposa durante un número de lanzamiento de cuchillos? ¿Por qué sobrevivió a los tijeretazos de la censura franquista? ¿Sus vedettes eran tan provocadoras?

A esas y otras muchas cuestiones que todavía suscita la supervette da repuesta el escritor granadino, experto en teatro popular, en su último libro El teatro chino de Manolina Chen, que ha visto la luz en Almuzara hace sólo unos días. En sus páginas se ocupa de los bulos y comentarios inciertos sobre su figura, referidos en muchos casos a su verdadera condición sexual, al tiempo que recorre la historia de su teatro portátil desde los orígenes históricos en España y China hasta convertirse en un espectáculo controvertido y sensual, en una España que aún estaba en blanco y negro.

Portada del libro 'El teatro chino de Manolita Chen' / G. H.

Cuenta el investigador que la emisión en la televisión en color de las primeras revistas, como El águila de fuego o similares, supusieron la estocada a un género que, antes de pagar los altos cachés de las estrellas televisivas, vivió momentos de esplendor con numeroso pases diarios que se prolongaban desde las 18:00 horas hasta las 8 de la madrugada en muchos casos. Acostumbrada a llevar una vida de lujos durante su juventud, en 2017 fallecía olvidada por la profesión la artífice del escenario ambulante más importante de cuantos recorrieron la geografía española, solo equiparable al de Celia Gámez. Tanto es así que su biógrafo tuvo que correr con parte de los gatos de la incineración de su cuerpo. La empresaria teatral que había desafiado a Franco, la misma que cada noche ofrecía bajo su toldera los escotes más pronunciados -y que llegó a pagar las operaciones de pecho de sus vedettes- los skecthes más picantes -cuando esa palabra era vocablo al uso-, artífice del primer número de lesbianismo que se vio en un escenario español, se despedía rodeada de seis personas cuando años atrás media España estaba rendida a su espectáculo y a su misteriosa belleza oriental, producto del maquillaje porque ella había nacido en en Madrid.

La historia de Manolita Chen da pie al filólogo para hacer un repaso a los orígenes del género. "El libro está dividido en tres partes. La primera versa sobre la historia de los teatros portátiles de variedades arrevistados (que tienen su origen en las compañías ambulantes del Siglo de Oro) y como el circo viene a converger en ellos. La segunda repasa otras carpas de variedades arrevistadas, en este caso en países de habla hispana como México, y su influencia en los nacionales. Y en la tercera me ciño a los teatros portátiles de variedades que circularon por España y en concreto en el Teatro Chino de Manolita Chen y la historia de sus dos fundadores: Che Tse-Ping y Manolita".

"La influencia de las carpas mexicanas en los teatros portátiles de variedades españoles es muy importante porque de allí surgieron cómicos como Palillo o Cantinflas y lo que se hacía era criticar el sistema político imperante en esos momentos. En ese trasvase, muchos de los contadores de chistes que aparecían en los teatros portátiles españoles intentaban criticar en cierta medida el sistema político del momento, aunque fuese de forma leve o velada. No hay que olvidar que el época dorada del género era la posguerra, en la que había que presentar previamente desde los figurines de los modelos hasta los diálogos. Lo que ocurría es que la censura era una institución de índole geográfica. Por ejemplo, cuando los teatros iban a un pueblo de una serranía, los censores no accedían allí y no se ejercía la mano negra que se podía aplicar en una capital de provincia", explica el investigador, doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, especialista en teatro de humor contemporáneo, Regidor de Escena por la Asociación Española de Enseñanzas Técnico-Profesionales así como profesor de Literatura española en el Aula Permanente de Formación Abierta de la Universidad de Granada.

Cuando en 2017 moría olvidada, su biógrafo tuvo que correr con parte de los gastos de la incineración de su cuerpo

El mayor especialista en teatro frívolo musical de España aprovecha para hablar de "la diatriba que existió entre las dos 'Manolitas', porque mucha gente decía que era un hombre siendo una mujer y cuando otra persona se apropió de su apellido por culpa de la ambición de los empresarios". También aborda otras cuestiones, por ejemplo la sombra del asesinato que planeaba sobre el matrimonio, que tuvo lugar en 1944 tras fallecer la primera esposa del empresario chino. "Al morir la primera mujer, Manolita ayudará a su marido en el número de los cuchillos. Hay una leyenda negra decía que la había matado porque en cierta ocasión, en el Circo Price, el cuchillo le rozó el cuello, partió un collar de perlas que tenía y ella empezó a sangrar. Se desmayó y no volvió a parecer más en la pista. Por eso la gente dice que la asesinó, pero nada más lejos de la realidad: murió de cáncer". Además, aclara que el célebre nombre de Teatro Chino de Manolita Chen llegó por casualidad, cuando la competencia registró el de Teatro Chino. Y así se fue, cuando otros empresarios crearon un personaje travesti que copió sus sketches y se apropió de su nombre artístico, que no estaba registrado. Un pleito que llegó a los tribunales y que quedó sin resolverse cuando la vedette falleció.

Especialista en teatro frívolo musical

Montijano Ruiz, depositario actualmente del legado artístico de Manolita Chen, es poseedor de un Premio Nacional a toda su trayectoria como investigador en pro de la difusión del teatro frívolo español otorgado por AITE y la Confederación Nacional de Teatro Amateur, galardón que le configura como el mayor especialista que existe en el país esta modalidad teatral. Miembro, además, de la Asociación Internacional de Teatro Siglo XXI y de la Asociación de Dramaturgos, Investigadores y Críticos Teatrales de Andalucía, ha participado como actor, director y adaptador en diversos montajes y lecturas dramatizadas, a la vez que ha colaborado en distintos documentales y reportajes para RTVE, Tele 5, Canal Sur o Antena 3 como asesor y documentalista.

Ha dedicado muchos años de su vida al estudio lo que se conoce como revista musical española, parcela a la que ha aportado más de una treintena monográficos y medio centenar de artículos aparecidos en revistas especializadas y actas de congresos, seminarios y jornadas, pero también es autor de otros libros de ficción y cultura popular, unos intereses académicos a menudo despreciados muchas veces por la investigación académica y universitaria. Temas como el de La Tarasca de Granada y escritores tan populares como Agatha Christie, sobre la que publicará nuevo libro en marzo.

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