Morillas recorre Lanjarón a través de sus acuarelas
Diana Morillas realiza un recorrido desde la punta del Veleta hasta las playas de la Costa Tropical a través de las acuarelas y los óleos de su exposición Paisajes de Lanjarón, con la que la granadina trata de hacer "un tributo a la maravillosa tierra de Lanjarón, a sus colores, a sus sabores y sus aromas". Morillas quiere que a través de sus pinturas, el viajero pueda sentirse reconfortado para, posteriormente, continuar el camino.
En la exposición se pueden contemplar varias series de cuadros, entre las que destaca la representación de los árboles más característicos del entorno natural de Lanjarón: el olivo, el almendro, la encina y el castaño.
La luz y las formas quedan bien representadas en la Tetralogía de las botellas, formada por piezas en color violeta, azul cielo, verde o naranja. Diana Morillas se ha servido de un solo tono de óleo, con el que ha pintado el fondo y la botella.
Con los Bodegones, la obra de la artista de la Alpujarra granadina hace una traslación de la realidad al lienzo y trata de hacer visible lo invisible. Pero Morillas también hace un hueco en su producción a los colores llamativos, como el fucsia, el morado, el amarillo o el azul, en un juego de cuatro cuadros en los que se representan tres escaleras y un paso a un lavadero antiguo de la localidad de Lanjarón. Por su parte, la serie de los Tinaos presenta un estilo realista y naturista.
Diana Morillas deja volar su imaginación en la serie de los Veleros, y la utiliza para llevar a cabo la representación de otro mundo y como vía de escape a otras realidades.
La pintura ha sido un elemento elemental en la vida de la artista, que desde niña ha vivido rodeada de la música y la pintura de su familia. Su inicio en este arte se remonta al año 2005, pero sería más tarde cuando recibió un libro de acuarela y, de manera autodidacta, empezó a expresar su arte a través de esta técnica.
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