Mori's Lab, el nuevo local de exposiciones de Gran Vía, reúne una selección de obras para ver la música y escuchar el arte

Granada/Ver la música, escuchar el arte es el título de la muestra colectiva y multidisciplinar que reúne hasta el próximo 11 de febrero una selección de obras de artistas conocidos y emergentes entre los que están Valentín Albardíaz, Antonio Arabesco, Brazám, Alejandro Gorafe, Eduardo Momeñe, Teiko Mori, Pablo Sycet, Juan Vida o Katerina Vo. El título se inspira en la relación entre la música y el arte como disciplinas que se retroalimentan y son el motor de grandes cambios en todos los ámbitos de la cultura y de la sociedad. Ambas tienen un vínculo sentimental desde la antigüedad hasta el presente, y en el transcurso de la historia encontramos ejemplos de esta apasionada fusión en la voz de poetas, músicos, escritores y artistas plásticos de todo el mundo.

El espacio

La sección cuenta con dos grabados ilustrados de Teiko Mori completan el carácter gráfico de esta sinfonía visual, diseñada por primera vez para el espacio Mori's Lab Club, ubicado junto a la Gran Vía. Granada es una cantera musical y artística de gran valor en el universo clásico y contemporáneo de ámbito internacional. Ver la música, escuchar el arte, alude a las propiedades de la sinestesia, según las cuales, un sentido puede experimentarse al mismo tiempo que otro, de manera que la pintura, la fotografía, el objeto de arte y el grabado son instrumentos rítmicos, pinceladas sonoras, trazos audibles y silencios contextualizados en un escenario visual.

La fusión de la música y el arte armoniza en los lienzos y dibujos sobre papel de Valentín Albardiaz, creador de abstracciones de colores y signos que actúan como sonidos envolventes. Del tono punk de Albardíaz a la composición renacentista de los cuadros del pintor y restaurador Brazám, autor de Escuchando el Barroco y de la pintura A Witney Rose, una abstracción lírica en gran formato -imagen del diseño del cartel- cuyos trazos presentan equivalencias en una escala musical.

Autores como Alejandro Gorafe, llevan el objeto de la música al territorio de sus obras visuales. Los objetos de arte El rock de la Cárcel, inspirado en el tema multiversionado, y Música acuática en homenaje a la pieza homónima de Hendel, están en diálogo con Sinfonía incompleta de bandoneón para la señora Olympia, obra del colectivo Enhorabuena representado por Manolo Silicona.

Paralelamente, dos virtuosos del diseño gráfico de carteles, libros y portadas de discos muy solícitos en la Movida madrileña y granadina acentúan el corpus de esta muestra. Juan Vida participa con el cartel del XXX Festival Internacional de Jazz en Granada, y su original pintado en una bandeja. Pablo Sycet, letrista de Luz Casal y Fangoria, seduce con la instalación creada ex profeso Den clave de sol a esta pareja de colibrís, una pintura en tríptico más un conjunto de 22 retratos antiguos de los grandes maestros compositores universales.

Fotografías con un acento sensorial como Molly Bloom, un posado del violonchelista del Trio Arvós, fotografiado por el fotógrafo y ensayista Eduardo Momeñe, durante un concierto celebrado en el Museo Reina Sofía, coexiste con la fotografía de Antonio Arabesco, autor del retrato de Miguel Ríos, 1993, en la etapa del Blues del Autobús, en armonía con la fotografía Niña con violín un ritual de estética barroca de la fotógrafa emergente norteamericana Katerina Vo.

El espacio

Mori's Lab Club, inaugurado el pasado verano, se sitúa en un edificio de 1925, cuya planta principal ha sido reformada en un estilo de interiorismo industrial, estructurada en tres zonas y dos salas adaptables a las necesidades de cualquier evento exclusivo. El espacio expositivo es un lugar de celebración de reuniones, presentaciones, conferencias, talleres y eventos combinados con exposiciones y actividades del ámbito de la cultura, la moda o la gastronomía, con el afán de vivir experiencias y crear sinergias en un ambiente ecléctico y acogedor.