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En una protesta frente al Ayuntamiento
Granada/Al mal tiempo, buena cara. La plantilla de la OCG se ha tomado al pie de la letra el refrán y esta mañana se ha manifestado frente a la plaza del Carmen para reclamar soluciones urgentes ante la grave crisis. No lo ha hecho sola. Más de 300 personas, paraguas en mano, la han arropado al grito de 'Mójate por la OCG' durante la concentración donde se ha pedido un presupuesto a la altura de la orquesta y el pago de la deuda millonaria.
La deuda a proveedores, entidades bancarias y artistas invitados asciende ya a 1,5 millones de euros. "Esto nos afecta directamente. No tenemos una programación a la altura, algunos instrumentos están oxidados, no podemos alquilar partituras. Se nos deben pagas extraordinarias de 2013, 2014 y 2015. Hemos perdido una mala salarial de un 12% y el convenio colectivo se incumple por todos los lados", ha explicado el presidente del Comité de Empresa de la OCG, Jaume Esteve.
Esteve también ha afirmado que "los planes de choque no funcionan; hay que hacerse cargo de una deuda contraída por las instituciones y dotar a la orquesta de un presupuesto a la altura de esta orquesta". El Ayuntamiento impulsó hace dos días un plan de choque, que, lejos de contar con "financiación real", consiste simplemente en "buscar patrocinadores" y la "colaboración de empresas relevantes".
Los trabajadores exigen "compromisos y soluciones ya". "Nos han engañado. Llevamos 12 años sufriendo recortes. Hay que dejar de jugar con la orquesta porque no es un arma política", ha reprochado el presidente del Comité de Empresa de la OCG. Ante la delicada coyuntura, la plantilla se plantea ir hasta Sevilla para manifestarse junto a la Real Sinfónica de allí, que tampoco pasa por su mejor momento. "Nos encerraremos en el auditorio Manuel de Falla si hace falta. No vamos a parar", desafía Esteve.
Los representantes de la OCG tuvieron el lunes una reunión con el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, que él mismo pidió, donde no presentó ninguna propuesta en firme para subsanar la deuda. Al día siguiente, hablaron con el presidente de la Diputación, José Entrena, y el delegado de Cultura de la Junta en la provincia, Antonio Granados. "Ha ido francamente mal excepto con Diputación. Su aportación ha pasado de 315.000 a 415.000 euros este año. Por parte de la Junta y Ayuntamiento, no hay ningún compromiso", ha reconocido Esteve.
"Una orquesta pública no puede ser deficitaria. Necesitamos un presupuesto que permita funcionar de manera normal, que incluya que se resuelva la carga del pasado. Yo estoy esperando la respuesta de las instituciones. Esto es desesperante", ha admitido Günter Vogl, gerente interino de la formación musical desde hace nueve meses.
El día a día de la plantilla, asegura Noelia Arco, instrumentista de la orquesta, es "desastroso". "La situación es crítica. No hay dinero para partituras. Un instrumento se estropea y no tenemos presupuesto para arreglarlo. Mucha de la gente que trabaja con nosotros cobra dos años después. Para algunos, en muchos casos jóvenes, ese dinero es su principal fuente de ingresos", denuncia Arco, a la cual le parece "delirante que se planteen ser capital cultural europea tal y como está la OCG".
Marta Gutiérrez, la actual concejala y portavoz de Vamos Granada en el Ayuntamiento; Lorena Rodríguez, edil de Ciudadanos; Luis Salvador, portavoz provincial de Cs; y Francisco Puentedura, concejal de IU de Granada, han asistido a la manifestación. Los únicos ausentes en la protesta de la OCG fueron Cuenca y el PP, cuyos representantes no pudieron ir por temas de agenda.
A Eliana Pastor, neuróloga y miembro de la Asociación de Amigos de la OCG, le entristece y le preocupa la situación. "Soy una incondicional de la orquesta desde hace 20 años. Si desapareciera mucha gente pensaría en irse fuera de Granada. Esto no sería tolerable", reconoce Pastor, que opina que "todos los partidos tienen intereses políticos; no se libra ninguno. Esos intereses les hacen enarbolar banderas que duran lo que una campaña".
"Una orquesta pública no se cierra, se deja morir". Lo decía de forma irónica uno de los manifestantes esta mañana en la concentración. Mientras, la OCG sigue a la espera de un acuerdo entre las tres administraciones para aumentar sus aportaciones y así proteger la joya de la corona de esta ciudad, cuya aspiración de ser capital cultural europea en 2031 pasa por cuidar y mantener su orquesta con casi 30 años de historia.
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