El futuro

A raíz de los problemas de la OCG y cuando hablamos de música clásica, parece que nos referimos a un género elitista, efímero y costoso que poco aporta a nuestro futuro. Tal vez sea ésta la razón porque todos los análisis al respecto se centran en los factores económicos primarios y se deja de lado hasta la propia razón de ser de una orquesta.

¿Porque se invierte en música clásica, y porque las sociedades con mayor bienestar apuestan por ella, o, es que la música clásica aporta a mayor desarrollo y bienestar? Sea Japón, Austria o Australia, Alemania, Inglaterra, los países norte-europeos o Suiza, en todos ellos hay una intensa apuesta por la vida cultural y muy en especial por la música clásica (incluso China en sus zonas prósperas redobla cada vez más sus esfuerzos para ser potencia en el sector).

En estos países la música clásica está presente en todas las franjas de edad y sociales, empezando el primer contacto con la escolarización. Acompaña a la formación de los jóvenes en los institutos, a las familias, pero también a los adultos, empresas, un amplio sector creativo, universitario, tecnológico y un largo etc...

Estas sociedades han sabido desarrollar una economía diversificada, apuestan por un amplio y variado tejido empresarial del que la cultura forma parte indisoluble y con que se entrelaza como motor de las llamadas industrias culturales. Sus personas están inmersas en cultura, la conocen, la entienden, la valoran, la estiman y la disfrutan, y , sus instituciones la sostienen. La música clásica tiene ahí su lugar incuestionado, patrimonial, de ocio, social o formativo, y los responsables políticos apuestan por ella.

Resulta que la música clásica es también un motor de desarrollo. Tiene su rentabilidad y su retorno de la inversión pública en las personas, en el atractivo del lugar y también en la economía, según estudios duplicando y hasta triplicando la inversión pública en ella. Invertir significa gastar para recuperar y crear futuro…

Pero no termina aquí. Granada es una ciudad con un extraordinario y único patrimonio musical tanto clásico como popular, el último raíz e inspiración de creaciones universales del primero. Este patrimonio forma parte de su identidad, igual o incluso más que el patrimonio monumental, además de ser capaz de trascender en cualquier lugar del mundo. Este patrimonio es simbiosis de la historia, de sus tradiciones, de su pueblo y también de su presente y debe ser administrado desde aquí en todos los niveles: "clásico" también significa único, con valor duradero o con presencia amplia.

La simbiosis entre lo clásico y lo tradicional-popular ha adquirido aquí valor universal y tenemos la obligación de trasmitirlo. Pero valores no se trasmiten en asignaturas o con libros, valores se asimilan a través de experiencias. Es importante poder observarlos, vivirlos tanto en lo tradicional como en lo universal: Esfuerzo, estudio y dedicación, formación y perseverancia, creatividad o "duende", estética, capacidad de reflexión y expresión, conocimiento, entender con visión histórica o patrimonial, saber hacer, crear ….

Una orquesta da sentido a las enseñanzas artísticas y otras asignaturas, a un Auditorio Manuel de Falla y a otras infraestructuras culturales de toda la provincia y de toda Andalucía. Privar a nuestros jóvenes, pero también a los adultos de parte de su propia identidad y de la cultura musical universal sería un error con gravísimas consecuencias para el futuro. Genera frustración, impide continuidad, desarrollo y crecimiento cultural, con efectos no solo en la vida cultural sino en el desarrollo general.

La OCG es en este sentido un instrumento de desarrollo humano, social y económico para Granada. Pero también la provincia y Andalucía necesitan que mantenga su actividad y que la pueda expandir. Es una orquesta extremadamente versátil, de calidad reconocida, modélica y con capacidad de evolucionar y adaptarse.

Complementa a otros instrumentos de desarrollo como la UGR, PTS, Sierra Nevada o el Patronato de la Alhambra y es por lo tanto un instrumento de orden estratégico que requiere planificación y la disposición adecuada de recursos. Es necesario cambiar la visión sobre las aportaciones que recibe y sacarlas fuera de los capítulos de gastos en los presupuestos institucionales: Hay que situarlas en las coordenadas de inversión no solo para resolver los problemas actuales de la orquesta, sino para encaminar el futuro de nuestra sociedad.