Retos virales: tres jóvenes suben sin ropa al Mulhacén para probar su fortaleza mental
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Sin experiencia en montaña y con un equipo alquilado, los tres aventureros empezaron a preparar el ascenso a principios de diciembre
Se trata de la primera de las gestas de una campaña para redes sociales, en las que tienen previsto seguir publicando dos retos al mes
Granada/A principios de diciembre Pablo Linares, Julio García y Luis Torralba, tres granadinos de 21 años, vieron claro cual sería el primero de una campaña de retos virales con la que tienen previsto hacerse populares en redes sociales: subir sin ropa al Mulhacén para pasar allí la Nochevieja. Y dicho y hecho, sin más experiencia en montaña que la práctica esporádica de snowboard, empezaron a prepararse física y mentalmente y grabaron todo el proceso para subirlo a internet. "Todos los reportajes que vayamos a hacer irán por ese camino: probar cuales son nuestros límites como seres humanos", cuenta Linares, un estudiante de Dirección y Administración de Empresas que conoció hace más de siete años a los dos relaciones públicas a través de amigos comunes y pronto les unió su afición al deporte.
"Teníamos muchas ideas pero algunas exigen más inversión y tiempo. Por ejemplo, cruzar a nado el estrecho de Gibraltar es algo que se hace bastante pero hay una lista de espera. El próximo reto será seguramente de puenting: saltar tres veces en un día desde tres ciudades distintas", prosigue. Dada la cercanía del pico más alto de la Península Ibérica -Pablo Linares y Luis Torralba viven en Granada y Julio García en Monachil- ascender hasta la cúspide de sus 3.479 metros les pareció la aventura más asequible y accesible para medir sus capacidades físicas y animar a sus futuros seguidores a salir de la zona de confort.
A modo nuestro
Fue así como estos tres granadinos crearon A modo nuestro (@amodonuestro) , un proyecto nacido al amparo de redes sociales como Instagram, Tik Tok o Youtube, donde ya han conseguido las 24.000, 28.000 y 1.100 visualizaciones respectivamente. Su idea por ahora es realizar dos gestas mensuales.
Aunque entrenan en el gimnasio, tenían muy poca o prácticamente nula experiencia en montaña y decidieron contactar con algunos expertos para que les ayudaran en esa aventura de tomarse las uvas en el pico granadino en un día en el que las temperaturas llegaban a unos menos diez grados y las rachas de viento alcanzaban los 40 kilómetros por hora, lo que hace que la sensación térmica sea más gélida. Y además hacerlo sin ropa, porque los tres aventureros subieron sin más prendas de abrigo que unos pantalones cortos, unas zapatillas de montaña y un gorro, lo justo para poder grabar un documental y emitirlo sin problemas. Y sin más soporte que la geolocalización de los móviles y un equipo de montaña alquilado.
El ascenso
Empezaron a preparar el ascenso el 1 de diciembre y lo hicieron con duchas de agua fría y otras estrategias como bañarse en el río dirigidas por una coach que les aconsejaba para acomodar el cuerpo a las bajas temperaturas. Esos testimonio de expertos en diferentes campos ha quedado inmortalizada en un trabajo audiovisual de 23 minutos en los que también aparecen ellos hablando directamente a cámara sobre su experiencia previa y posterior al reto. "Contactamos con una experta formadora en actividades de alto impacto que hace dinámicas de frío, pero también de otros estilos, y contratamos una empresa de guías de montaña para alquilar el material y recibir asesoramiento", añade Linares.
Los asesores
La experta es Gemma Ventaja, que en redes sociales se anuncia como "formadora de dinámicas de alto impacto", que charló con ellos por Zoom porque se encontraba en Argentina. Juan Carlos García Reyes, arquitecto y tío de uno de ellos que ha subido 12 veces al Mulhacén. Y el guía de montaña Alejandro Calancha, guía de montaña granadino.
Los testimonios de esos especialistas en frío, en el Mulhacén y en el montañismo se mezclan en el vídeo con imágenes de sus cuerpos rojos de frío y continuas charlas durante sus entrenamientos y la subida en la que se llaman entre ellos "hermano" o "bro" como prueba de su camaradería y juventud. "La montaña nos puso en nuestro sitio, fue una experiencia más extrema de lo que pensamos", reconoce.
Quizás por eso el audiovisual comienza con un pliego de descarga. Una imagen que en este caso pone blanco sobre negro que el reto puede ser peligroso, destaca la importancia de prepararse física y mentalmente antes de afrontar cualquier reto similar e incide en la necesidad de contar con profesionales. "Consideramos la posibilidad de subir con el guía", reconoce Linares, quien señala que la idea tuvo que descartarse por problemas de agenda debido a la fecha elegida ya que la idea de ellos fue hacer el reto justo el 31 de diciembre pasar de tomar las uvas en el tumulto de una fiesta o en el calor de una casa, a hacerlo en la soledad espartana y rígida de un refugio de montaña.
"Los momentos más bonitos de la vida los tienes fuera de la zona de confort y queremos que la gente experimente, se rete y gane", resume Linares. Por ahora cuenta que todos los comentarios que han recibido son positivos y también de gente que quiere unirse a sus próximos retos, ninguna advertencia.
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