Retratar el objeto y el instante pleno
La galería Punto Rojo acoge la última muestra individual de Irene González La ciudad tiene la oportunidad de comprobar la evolución de la artista que acogió hace años en sus filas
La Galería Punto Rojo acoge hasta el próximo día 13 de junio Sueños de infinito, una exposición individual que permite a la ciudad contemplar la evolución y la madurez de una artista malagueña que acogió entre sus huestes artísticas, Irene González.
En la exposición Sueños de Infinito pueden verse obras de dos temáticas bien diferenciadas: el rostro y el paisaje. Sin embargo, ambas están íntimamente relacionadas, con unos planteamientos estéticos claros. Estos dibujos en blanco y negro responden a un interés tanto en el rostro como en imágenes con una cualidad dual, inquietantes y reconfortantes al mismo tiempo, con superposición y fragmentación de significados.
La pluralidad de lecturas se ve reforzada al encaminarse a alcanzar la forma absoluta del objeto. En los rostros, el niño puede verse como un objeto arrancado de su temporalidad, una figura arrancada de todo contexto sobre la que se proyectan sensaciones, sentimientos, frustraciones, miedos o ansiedades.
Por eso González utiliza primerísimos planos, con una intención metafísica: el cuerpo es reducido a sólo la cabeza que, sin ninguna referencia externa, se convierte en un icono que implica inteligencia, individualismo, aislamiento y silencio.
El otro eje temático, los paisajes, están tratados con una visión universal con el mismo objetivo de eternizarlos. En ellos el tiempo está suspendido, las cosas cambian imperceptiblemente, evitando el transcurso. Son el instante pleno.
Además, González entiende el paisaje como la inmensidad interior oculta tras los rostros, una naturaleza que tiene que ver con el inconsciente.
En ese sentido, la artista tiene una concepción similar a François Cheng cuando defiende que "pintar la montaña y el agua es retratar al hombre, no tanto su retrato físico, sino más bien el de su espíritu: su ritmo, su proceder, sus tormentos, sus contradicciones, sus temores, su alegría, sosegada o exuberante, sus deseos secretos, sus sueños de infinito."
Por todo ello, la muestra es también una forma de la huella que ha dejado sobre Irene González el paso del tiempo, porque la joven, que realizó estudios en la Escuela de Arte de Granada, en la Facultad de Bellas Artes de Granada y en la Accademia di Belle Arti de Bolonia (Italia), se reencuentra con la ciudad.
Durante su formación ha trabajado en distintos campos como la fotografía analógica, la estampación, la pintura y el dibujo, siendo este último el más relevante en su obra personal. Obtuvo la Licenciatura en Bellas Artes en 2011 y el título de Máster en dibujo en 2012, ambos por la Universidad de Granada. A lo largo de estos años ha participado en numerosas exposiciones colectivas como Facba'011 (la tercera edición de la Feria de Arte Contemporáneo de la Facultad de Bellas Artes de Granada), Ikas Art 2011 (en Bilbao, como alumna seleccionada en representación de la Facultad de Bellas Artes de Granada) o ArtJaén 2012, feria en la que participó como artista invitada, además de otras exposiciones que han podido verse en Granada en salas de exposiciones como el Palacio de los Condes de Gabia, el Centro Cultural de Arte Joven Rey Chico, el Pabellón Al-Ándalus del Parque de las Ciencias, la Corrala de Santiago o la Galería Ceferino Navarro. A comienzos de 2014 realizó su primera muestra individual en la Galería Benot (Cádiz).
La muestra podrá verse de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas.
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