Rodrigo Cortés: "Trato de meterme en jaleos y elegir los proyectos con cierto grado de insensatez"
Rodrigo Cortés, escritor, guionista y director de cine
El autor de cintas como 'Buried' o 'Luces Rojas', regresa ahora en su faceta de escritor con el libro 'Verbolario', publicado en Random House y que presenta este miércoles en Granada
Granada/Rodrigo Cortés (Orense, 1973) realizó su primer corto en Súper 8 con 16 años y desde entonces no ha parado de contar historias. En 2007 publicó su primer largometraje, el Concursante, y poco después enterró a Ryan Reynolds en Buried (2010), una de las cintas más claustrofóbicas de la historia del cine, su consagración definitiva con tres Goyas y el pasaporte a Hollywood. Después de hacer sudar sangre al mismísimo Deadpool, dirigió a Sigourney Weaver, Robert De Niro y Cillian Murphy en Luces rojasLuces roja (2012) y a Uma Thurman en Blackwood (2018). Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos al mejor guion original en 2021 por El amor en su lugar, en ese mismo año publica su primera novela: Los años extraordinarios. Este mismo mes de octubre ha publicado su segundo libro, Verbolario (Random House) una obra que lleva cociéndose desde mucho antes, desde 2015.
Exactamente el 1 de agosto, "en ese mes perfecto en el que nadie mira", empezó a publicar en el diario ABC las definiciones que ilustran este lexicón satírico inspirado directamente en el El diccionario del diablo de Ambrose Bierce. Así lo relata el propio Cortés en el prólogo de la obra, en el que detalla que fue precisamente el regalo de la descatalogada edición de Galaxia Gutenberg durante una visita a la casa de Isabel Vigiola, viuda de Mingote, el germen de esta nueva aventura literaria. Óscar, director de producción y compañero de proyectos cinematográficos, fue el que invitó a Cortés a casa de su tía. Y otro amigo, Juan Gómez-Jurado, el que envió las primeras definiciones al diario nacional. Y 2.500 mañanas después el proyecto tomó la forma del libro que ahora llega a las librerías y que como casi todo, "es fruto del azar, responda a un plan o no".
-El libro es más bien fruto de la amistad. ¿Juan Gómez-Jurado el responsable de su publicación?
-Él, muy buen amigo y escritor y mucho éxito, cuando vio como empezaba a juguetear con palabras seleccionando voces e imaginando definiciones para ellas quiso enviárselas al director de ABC porque pensaba que había una sección potencial. Al director le entusiasmó y tres semanas después era ya una sección diaria que cerraba cada día el periódico.
-Durante más de 2.500 días, ha publicado estas definiciones a razón de diaria.
-Sí, de lunes a domingo, incluidas las navidades, agosto... Sin excepción. Más de 2.500. Era el último faldón de la contraportada del diario.
-En redes también han tenido mucho éxito.
-Sí, en digital no aparecía pero se creó una cuenta de Twitter en las que se publicaban con una semana de retraso. Esa cuenta se fue haciendo cada vez popular y se fueron engrosando los seguidores.
-¿Cómo llegó el formato libro?
-Llevaba ya varios años recibiendo amables ofrecimientos para publicarlo, pero pensaba que necesitaba un corpus robusto. Cuando llegamos a las 2.500 me pereció que era un buen número, ya que por ejemplo la edición más común del diccionario de Ambrose Bierce tenía 975 definiciones. Además solo tenía sentido en una edición muy especial: por eso este libro es tanto un homenaje a la palabra como al propio libro como objeto.
-¿En qué sentido es especial?
-Recuerda a los antiguos diccionarios escolares. Tiene un lomo de tela, es de pasta dura, un separador como el de las biblias... Es muy bello también, con toda esa impresión a doble tinta rojo y negro y las ilustraciones a modo de grabado decimonónicos.
-A pesar del separador de hilo, la lectura no tiene que ser lineal tal y como apunta en el Manual de uso que sigue al prólogo.
-Está pensado para que la lectura se haga como se quiera. El que prefiera picotear, lo podrá abrir al azar y ver lo que le dice el libro. Pero también está planificada y pensada la lectura exhaustiva de la A a la Z. Si alguien no quiere perderse ninguna definición y quiere cazarlas todas, tendrá que recorrerla entera. Habrá quien decida cruzarlo entero y habrá quien lo tenga en el cuarto de baño dispuesto a echarle un ojo una vez al día.
-Como su fuente de inspiración directa cita El diccionario del diablo. ¿Además de Ambrose Bierce hay otras influencias indirectas tipo las greguerías o algún autor de aforismos?
-Ambrose Bierce es un referente inevitable porque es el autor del diccionario satírico más conocido. Efectivamente toda la literatura de principios de siglo, con las vanguardias, muy especialmente con Ramón Gómez de la Serna o Ferlosio, son una tradición que obviamente te nutre. Seguro que me ha influido todo lo que he leído porque somos lo que comemos. Aunque no seamos muy conscientes, es obvio que formamos parte de una tradición que va de Quevedo hasta aquí.
-En cuanto a la temática, hay juegos de palabras pero sobre mucha crítica, especialmente a la política, a la que define como "plató"/ "guerra sin armas"/ "comercio en el que los beneficios son colaterales y los daños, directos".
-Hay muy pocos juegos de palabras, aunque haya algunos. Lo sí hay es una mirada divertida, a veces directamente humorística, a veces más poética, a veces más filosófica. Eso incluye una mirada satírica hacia el entorno, lo que implica a la política y el periodismo de forma inevitable, pero también a otras muchas disciplinas. Cuando uno mira el entorno y lo gira cinco grados aparecen esas definiciones que desnudan las palabras.
-En estos años de recorrido en los que se han ido presentando diariamente en sociedad, ¿hay alguna definición que le hayan comentado más?
-Cada uno tiene las suyas y, generalmente, cuando realiza su selección, acaba definiéndose a sí mismo más que al libro. Ese siempre es un ejercicio interesante. Por decir una al azar -porque después de 2.500 no tengo favoritos- elijo 'Neologismo": "Palabra que se sale crujiente del horno, pero que no hay quien se coma fría".
-¿Cómo se siente más cómodo escribiendo libros, guiones o con la dirección?
-Me siento tan escritor como director o guionista. Ninguna de las ocupaciones es especialmente cómoda. De hecho, la comodidad nunca me ha parecido particularmente deseable. Trato de meterme en jaleos y elegir los proyectos con cierto grado de insensatez.
No hay comentarios