Siempre Granada como inspiración
Manuel Ruiz muestra en el centro de exposiciones de CajaGranada 'Relatos de línea, forma y color'
Tras años colaborando con CajaGranada y la Fundación Agua Granada en la difusión del patrimonio granadino a través de estos centros, visitas guiadas a profesores de exposiciones, realización de cuadernos didácticos o cursos de formación, Manuel Ruiz presenta una exposición con una selección de medio centenar de obras concebidas entre 1959 y 2010, y que, se podrá contemplar en la Centro de Exposiciones CajaGranada Puerta Real hasta el 25 de julio.
Al principio, la muestra se concibió -afirma el autor- como una exposición antológica, si bien, desde su punto de vista se trata de un término bastante "sublime". "Lo de antología es un concepto muy elevado…", explica Ruiz. "Algo que, de alguna manera, te hacen cuando no estás". Por ello, finalmente, el artista decidió denominar la muestra, que recoge una amplia selección de obras de la producción que realiza entre 1959 y 2010, Relatos de línea, forma y color.
Al contemplar la exposición, puede que el espectador interprete que se trata de una colectiva por la variedad de temas. Si bien, hay un hilo conductor en la obra donde hay algo común que justifica la presencia y la autoría de Manuel Ruiz: la línea, la forma y el color. "Otro de los aspectos es que ésta es una colección del alma", afirma el artista. "También se pinta con el corazón reflejando los estados del alma. Siempre he pintado así, lo demás no me interesa. Pienso en el arte como un medio de comunicación, para acercarse a los demás y para manifestar los sentimientos."
Así aparecen dibujos que encierran emociones como: El jardín de mi colegio Los Maristas, inspirado en el momento en que el artista tenía 9 años y su abuelo lo esperaba, con la mirada perdida. El mendigo, los pajarillos de su madre, la Atlántida y Manuel de Falla, la sirenita de Almuñécar… son fuentes de inspiración para Ruiz.
El artista siempre ha tratado de concebir su obra desde la sencillez y la humildad, considerando su arte como un trabajo reflexivo, capaz de evocar sentimientos. Y así, surge Réquiem por África. Y sobre todo Granada, representada por paisajes de síntesis lineal y las estrellas porque para Manuel Ruiz, Granada es la estrella que le inculcaron sus progenitores -Granada es la Estrella-. Por eso Manuel Ruiz ama a Granada y dice conocerla y reconocerse como en ninguna otra ciudad. Así, la estrella aparece siempre en sus trabajos.
Hay obras en la exposición, en las que el espectador hallará un marcado acento surrealista, impresionista y abstracto, bajo el denominador común de la sensibilidad. Aquí se representa todo lo pictórico, en algunas vitrinas, algunas esculturas metálicas de las que Manuel Ruiz realizó varias exposiciones, grabados, retratos de la serie -Punto y línea sobre el plano- de personajes y artistas granadinos, algunos de su premios nacionales e internacionales, y piedras pintadas. Un testimonio plástico, en definitiva, de alguien que ha llevado el nombre de Granada por un gran número de ciudades y países.
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