'Universo Fortuny': una celebración por todo lo alto del 150 aniversario de la muerte del pintor
Cultura en la pandemia
El Ayuntamiento firma un acuerdo con la asociación del artista para celebrar un completo homenaje
Granada/El Ayuntamiento ha diseñado Universo Fortuny, una propuesta para celebrar el 150 aniversario del nacimiento del pintor, fotógrafo y diseñador convertido en embajador internacional de la ciudad como Federico García Lorca, Carlos Cano y Enrique Morente. El consistorio y la Asociación Fortuny han firmado este lunes un convenio de colaboración en el marco de los actos conmemorativos programados para celebrar la efeméride del nacimiento del artista granadino Mariano Fortuny Madrazo, un completo programa de actividades y actos culturales para resaltar su figura. Universo Fortuny arrancará el próximo 11 de mayo, fecha del nacimiento del artista nacido en la Fonda de los Siete Suelos, en el bello entorno de la Alhambra.
El alcalde de Granada, Luis Salvador, ha subrayado que con Universo Fortuny da un paso más en su proyección como referente cultural al ofrecer un completo programa actividades culturales que servirán además para estrechar lazos con ciudades como Venecia, Roma o Nueva York. La presidenta de la Asociación Fortuny, Pilar Jiménez Torrecillas, ha considerado que Universo Fortuny nace como un proyecto ambicioso que presentará en el panorama internacional una Granada "moderna, contemporánea y con un nuevo referente cultural". "Va a ser una oportunidad para generar vínculos e impulsar acciones que rodean no solo al mundo de la cultura, sino también a la empresa y al turismo", ha reconocido Jiménez Torrecillas.
El pintor, grabador, fotógrafo, diseñador textil y de moda y escenógrafo nació en el histórico barrio del Realejo, desde donde se ganó un reconocimiento que se convirtió en internacional. Según Bernardo Palomo, crítico de arte de este periódico, "la privilegiada figura artística de Mariano Fortuny fue, en el siglo XIX, parecida a la que muchos artistas gozaron en la centuria siguiente". "Era conocido, respetado, valorado y solicitado por los buenos y ricos aficionados, así como por una parte significativa del pueblo. Tenía el beneplácito de la crítica del momento -Théophile Gautier, el más importante de entonces, lo admiraba profundamente y el elogio hacia él fue constante– y su obra mantenía la más alta consideración", destaca.
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