Víctor Erice regresa a San Sebastián con su última película, rodada en la Costa de Granada

La historia, cinematográfica, de Víctor Erice comenzó de cierta forma en 1973, cuando recibió la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián por El espíritu de la colmena, su primer largometraje en solitario, después de llevarse la de Plata en 1969 con Los desafíos, dirigida junto a José Luis Egea y Claudio Guerín. Ahora, medio siglo después, el vizcaíno regresa a Zinemaldia para recibir, el 29 de septiembre, el Premio Donostia, según ha informado la organización en un comunicado, donde también ha indicado que se proyectará, fuera de concurso, Cerrar los ojos, su última película rodada en varias localizaciones de la Costa de Granada.

La película cuenta la historia de un célebre actor español, Julio Arenas (José Coronado), quien desaparece durante el rodaje de una película y, aunque nunca se llega a encontrar su cadáver, la policía concluye que ha sufrido un accidente al borde del mar. Muchos años después, esta suerte de misterio vuelve a la actualidad a raíz de un programa de televisión que pretende evocar la figura del actor, ofreciendo como primicia imágenes de las últimas escenas en que participó, rodadas por el que fue su íntimo amigo, el director Miguel Garay (Monolo Solo).

Ana Torrent, que entregará la estatuilla al director, María León o Petra Martínez, completan el reparto de Cerrar los ojos, escrita a cuatro manos junto al francés Michel Gaztambide (No habrá paz para los malvados) y que supone el regreso del vasco a la dirección tras tres décadas.

Cerrar los ojos llegará a San Sebastián tras su paso por los festivales de Cannes y Toronto y lo hará coincidiendo con su estreno en las salas comerciales de España.

El Festival de San Sebastián inauguró hace seis años una línea de Premios Donostia vinculada a cineastas cuya contribución al arte cinematográfico es indiscutible, como Agnès Varda (2017), Hirokazu Kore-eda (2018), Costa-Gavras (2019) y David Cronenberg (2022). El galardón honorífico más importante del recae este año en "un cineasta que, con solo cuatro largometrajes, cuenta en su historial con la Concha de Plata a la mejor dirección, la Concha de Oro a la mejor película y el Premio del Jurado y de la Crítica Internacional en el Festival de Cannes, entre otros muchos reconocimientos", según la organización.