Vigo Mortensen, un hombre y dos identidades

El actor estrena su 'Todos tenemos un plan', una cinta rodada en Argentina

El actor Viggo Mortensen, en una escena de la película argentina 'Todos tenemos un plan'.
El actor Viggo Mortensen, en una escena de la película argentina 'Todos tenemos un plan'.
Astrid Riehn (Dpa) / Buenos Aires

23 de agosto 2012 - 05:00

"Un acto de valentía". Así describe la argentina Ana Piterbarg su ópera prima, Todos tenemos un plan, protagonizada por Viggo Mortensen, un policial de clima opresivo ambientado en el delta del Paraná y que se estrena el 30 de agosto en Argentina, poco antes de su presentación internacional en el Festival de Cine de Toronto.

"Fue un acto de valentía muy grande hacer esta película, por mi parte, por haberme animado a pensar algo así; y de parte de Viggo, porque no me conocía y se animó a formar parte de esta empresa", dijo la directora, de 41 años, con amplia experiencia en dirección televisiva, junto al resto del elenco, los actores argentinos Soledad Villamil, Sofía Gala Castiglione y Daniel Fanego.

Para Mortensen, en cambio, Todos tenemos un plan es una reelaboración en clave noir de la historia bíblica de Caín y Abel, y representó la oportunidad de concretar un viejo sueño: rodar una película en el país en el que pasó parte de su infancia.

"Siempre quise rodar en Argentina, pero o me ofrecían cosas que no me gustaban o justo estaba trabajando en otra cosa. Son muy pocos los buenos guiones", dijo el actor nacido en Estados Unidos durante la presentación del film, en el que interpreta dos papeles bien distintos, el de los hermanos gemelos Pedro y Agustín.

Al igual que en Una historia de violencia, de David Cronenberg, en la que Mortensen se ponía en la piel de un padre de familia común y corriente cuya identidad era puesta en duda cuando, durante un robo, ultimaba a los asaltantes con la precisión de un mercenario, también en Todos tenemos un plan el "actor más argentino de Hollywood" compone a un hombre cuya identidad plantea numerosas preguntas.

Se trata de Agustín, un médico pediatra de clase media acomodada, casado con Claudia (Villamil) que, en medio del proceso de adopción de un niño, se echa atrás, se leja de su mujer y se encierra en sí mismo. Es entonces cuando aparece Pedro, su hermano gemelo, un delincuente que vive aislado entre los sinuosos brazos e islas que conforman el delta del Paraná y cuya identidad decide asumir Agustín cuando éste muere.

Sin embargo, mientras que en el film de Cronenberg el espectador desconocía la verdad sobre el pasado del protagonista hasta el final, en el policial de Piterbarg el misterio reside más bien en tratar de entender qué lleva a un hombre como Agustín a abandonar la comodidad de su plácida vida burguesa en Buenos Aires para irse al delta y abrazar sin vueltas la vida criminal de su hermano Pedro, asociándose a un viejo amigo de la infancia convertido en delincuente, Adrián (Daniel Fanego), y quedándose incluso con la amante de su hermano, una chica de 21 años llamada Rosa (Sofía Gala Castiglione).

"La película habla de las contradicciones, de esas dos caras que viven dentro de todos; y sobre la necesidad, muchas veces acallada, de encontrar la manera de integrarlas", explicó la directora, que rodó durante el invierno, cuando el delta deja de lado su postal más turística y queda a merced de sus habitantes originales, los isleños.

La historia de cómo Piterbarg y Mortensen terminaron trabajando juntos nació un día, cuando la directora llevaba a su hijo a clases de natación en el club San Lorenzo (equipo de fútbol del que Mortensen es fan), se encontró casualmente con el actor de Hollywood y le contó que estaba preparando un guión. El actor aceptó leerlo, y cuatro meses después de recibirlo, le envió un e-mail a Piterbarg en el que leía: "Ana, pasó mucho tiempo. Sigo pensando en tu cuento. Viggo Mortensen".

stats