Virginia Maestro: el retro-pop que atrapa

Música

La cantautora jienense presentó su nuevo disco anoche en la Tertulia acompañada de un público muy entregado y entusiasta

Virginia Maestro en un momento de su concierto en La Tertulia.
Virginia Maestro en un momento de su concierto en La Tertulia. / Daniel Bolívar
Merce Moreno

01 de abril 2017 - 21:58

Granada/Poco queda ya de aquella joven que cautivó a más de uno en Operación Triunfo, programa donde se proclamó vencedora en la edición de 2008. Virginia Maestro, conocida con el sobrenombre de Virginia Labuat hasta hace unos años, va encontrando paso a paso su estilo y su hueco en un mundo en el que nunca nadie le ha regalado nada. Con su último proyecto, Bluebird, rompió definitivamente con la discográfica Sony BMG y se lanzó al mundo del crowdfunding. Los mecenas respondieron con entusiasmo y los resultados fueron espectaculares: en menos de dos semanas se superaron con creces los 15.000 euros necesarios para grabar el cuarto álbum de estudio de la cantautora jienense.

Casi cuatro años después de su última visita a Granada, escudada tras su inseparable guitarra, Virginia subió al escenario de La Tertulia para presentar su último disco y rememorar canciones de los anteriores. La encargada de dar el pistoletazo de salida fue Out of the blue, seguida de Licor, Inmature o Make it alright, el primer single de Bluebird. Hubo lugar también para versiones, temas en los que la artista supo imprimir su auténtico sello, como Creep de Radiohead o una curiosa improvisación a la española The house of rising sun de Animals.

Y es que la improvisación también corrió a cargo de los allí presentes, a los que la cantante animó a pedir temas de discos anteriores. Fue la excusa perfecta para recordar exitosos singles, anécdotas incluidas, de Dulce Hogar (2011), como lo fue Circus. The time is now, su canción más conocida, cerró la velada con un momento en el que la joven, en mitad de la actuación, bajó a mezclarse entre el público y pidió la participación de éste para hacerle los coros.

Este es el fuerte de Virginia Maestro, el terreno en el que sabe moverse. El contacto directo con el público, las bromas entre canción y canción, el ambiente intimista de bar del que salió con apenas 25 años para intentar buscarse un hueco en el complicado panorama musical. Ahora, vuelve a su hábitat natural, esta vez con una ingente cantidad de seguidores y con la experiencia que le dan nueve años de carrera en los que, poco a poco, el pájaro azul al fin ha echado a volar.

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