77 años del "adiós forzado" de Federico García Lorca

La Guardia Civil requisa pancartas de carácter republicano durante el tradicional acto de Alfacar de recuerdo al poeta en el aniversario de su asesinato

77 años del "adiós forzado" de Federico García Lorca
G. Cappa

18 de agosto 2013 - 09:13

Mariana Pineda, ejecutada por garrote vil en 1831 por sus ideas liberales, compartió ayer protagonismo con Federico García Lorca, fusilado en 1936 a manos de los sublevados franquistas, en el 77 aniversario de su muerte. Una se conjuró contra el régimen absolutista de Fernando VII ; el otro perdió la vida pese a defender a la República legítimamente establecida. Dos historias muy diferentes y también parecidas, aunque cuando Lorca estrenó su Mariana Pineda en 1927 no podía siquiera imaginar estos paralelismos.

El Parque de Alfacar acogió un año más Federico Vive, el acto de homenaje que organiza la Diputación de Granada y que, desde la llegada de Sebastián Pérez (PP) a la presidencia de la institución provincial, quiere ser un tributo a todas las víctimas de la Guerra Civil. Pero las banderas republicanas se colaron pese al empeño de la Guardia Civil, que desplegó para el acto un importante dispositivo -completado con efectivos de la Policía Local y seguridad privada- motivado en parte por la manifestación a la entrada de un grupo de trabajadores de la empresa Vigarso que, según sus responsables, llevan siete meses sin cobrar por el servicio de ayuda a domicilio que prestan en la localidad.

El acto de homenaje comenzó a las 21 horas con la tradicional ofrenda floral en el monolito que recuerda a los represaliados de la Guerra Civil, con Sebastián Pérez, la delegada en funciones de la Junta de Andalucía, Sandra García, y la alcaldesa de Alfacar, María José Pino. Después, en el paseíllo hasta el escenario en el que aguardaban los discursos y la representación teatral, la comitiva fue interpelada con gritos de "Lorca para los granadinos, no para los políticos". Las fuerzas del orden llegaron incluso a 'requisar' un cartelito que sostenían una madre y una hija que decía: "Federico no murió, lo asesinaron". A continuación exhortaron a un cámara de Canal Sur a dejar de grabar este episodio aunque el profesional hizo oídos sordos y continuó con su labor en un episodio que, de manera lorquiana, podría haberse titulado Romance de la Guardia Civil. Pero las cosas volvieron a su cauce durante el acto principal y se permitieron los gritos recordando que Lorca era republicano sin mayor problema.

En el estrado, Sebastián Pérez remarcó que Federico Vive continuará celebrándose cada año. "Seguiremos viniendo aquí para conmemorar su adiós forzado, su inútil ejecución para quienes pretendieron apagar su vida", dijo el presidente de la Diputación ante un auditorio en el que no sobraba ni una silla. "Fue inútil insisto, porque como ya he dicho en años anteriores y seguiré diciendo: nadie muere tras la muerte porque siempre vive la memoria y el legado de lo que hemos sido".

Pérez mostró su personal agradecimiento al autor de Romancero Gitano por todo lo que de las costumbres de la provincia y sentimientos más íntimos dejó reflejado en sus obras. "En ellas Federico vive y, por ello, la Diputación que me honro en presidir ha redimensionado la figura de un Federico que llega a cada a todos y cada uno de los rincones de las comarcas a los que está volviendo el espíritu de la Barraca con la que llevó su arte por España para cruzar fronteras y convertirse en universal". En este sentido, y casi por sorpresa, Sebastián Pérez anunció en su discurso que, en unas semanas, "los granadinos veremos reanudarse las obras que pondrán fin a la construcción del Centro Lorca, que se constituirá en máximo exponente de todo lo relacionado con el poeta, nada de lo cual nos es ajeno", avanzó el presidente, quien también dejó la 'exclusiva' de que El Espíritu de la Barraca, el proyecto de la institución provincial para llevar la obra de Lorca a la provincia, llegará a la Residencia de Estudiantes y al Retiro madrileño "para que no se olvide su figura con proyectos tangibles y con la vista puesta en el futuro, en la esperanza de un mañana mejor en estos tiempos tan complejos", prosiguió.

También se refirió a la otra protagonista del acto, la heroína granadina Mariana Pineda, a la que calificó como un símbolo de la libertad que "nunca dejará de alumbrarnos". "Si Federico nos legó lo mejor de nuestra literatura y nuestro patrimonio cultural común, Mariana Pineda fue uno de sus personajes más significativos", resaltó Pérez, destacando su doble faceta de luchadora por las libertades y de personaje literario.

Los restos de Mariana reposan en la Catedral de Granada desde 1856 después de un periplo por el cementerio de Almengor, la Basílica de la Virgen de las Angustias, la Iglesia del Sagrario y dependencias municipales; el cuerpo de Lorca aún está bajo tierra en alguna cuneta entre Víznar y Alfacar desde hace exactamente 77 años...

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