All star del funk y del soul
El maestro del Funk y del Soul Fred Wesley ofreció una sesión para el recuerdo en el marco del 37 Jazz en la Costa Festival Internacional de Almuñécar
Almuñécar homenajea a Fred Wesley a su paso por el Festival de Jazz en la Costa
La guitarra de Raphael Feuillátre se presentó también como una gran orquesta
Granada/De alguien que se inició con Ike y Tina Turner, que acompañó a James Brown durante tantos años, solo se podía esperar ese aire frío y lejano de los que se saben leyendas. Un concierto breve, correcto, y a otra cosa, al bolo del día siguiente, que será en República Checa. Facturar, saludar cordialmente y seguir su camino. Sin embargo, ocurrió justo lo contrario. El maestro del Funk y del Soul Fred Wesley recibió en pantalones cortos y con un aire de cercanía y cariño, de humildad, me atrevo a decir, la medalla de la ciudad de Almuñécar, de mano de su alcalde, Juanjo Ruiz Joya, en un acto previo al concierto.
Se hermanaba así la costa tropical con la negritud de estas músicas afroamericanas que transformaron nuestro sentir a lo largo del siglo XX. Músicas que simplificaban los discursos del bop creados por Charlie Parker, Miles Davis y Dizzy Gillespie, y que atraen un perfil de público determinado, más dispuesto a la acción y al disfrute con la repetición de esquemas rítmicos. Es un tipo de audiencia muy vinculada, desde siempre, a este festival.
Desde el minuto uno, lo advirtió María José, dispuesta a bailar ya en el primer tema, como así sucedió con toda la grada, que se puso en pie en el último tercio del concierto. Solo se mostraban algo más rígidos los puristas del jazz, pero comprendiendo perfectamente, con una sonrisa, que estábamos ante toda una All Star de músicos, una selección que brillaba no solo por la calidad musical, sino por la actitud en el escenario. Y la crónica de lo ocurrido en este segundo concierto del festival debe hacerse desde ahí, donde no solo brillaba el sólido y horizontal liderazgo de Wesley, sino la actitud del saxofonista Jay Rodríguez, que bailó, animó y estimuló al público, convencido de que se trataba de una sesión para divertirse. Tanto, que luego, en el trasnoche posterior, protagonizó una jam con Costa Jazz Quartet, la agrupación que lidera el también saxo tenor Jesús Mata. Toda una lección de principios de lo que debe ser la música: disfrutar y vivirla por siempre.
Predominó un repaso antológico de obras propias de Wesley, algunas con Brown (Damn Right Im Somebody, Gimme Some Mo) desde el sentir del funk y del soul, pero destacaron dos momentos de arreglos más jazzísticos, uno de ellos con el sonido de la flauta travesera de Rodríguez, donde la escucha y la activación de la sensibilidad musical sí crearon un sentir unísono, tanto en los ortodoxos como en los más modernos. Era momento de disfrutar con la excelente ejecución técnica, expresiva, de este gran maestro, en su trombón, lo que se unió, en diferentes temas, al brillo de la batería, de la guitarra eléctrica, del piano o del bajo, demostrando todos un enorme oficio en los coros. Una sesión para el recuerdo.
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