25 años del Palacio de los Conciertos

El Palacio de los Deportes se inauguró en 1991 para ser la nueva casa del Oximesa, el equipo de baloncesto de la ciudad. Pero tardó poco en convertirse en la gran infraestructura cultural de Granada, que sólo contaba con la Plaza de Toros como escenario para los grandes conciertos, con el inconveniente de que las grandes estrellas sólo podían desembarcar fuera de la temporada taurina. Con el Palacio de los Deportes se metió de lleno en el circuito musical y en la escena mainstream. Además, el estadio Nuevo Los Cármenes nunca ha logrado convertirse en una suerte de Vicente Calderón y desde su inauguración sólo ha acogido tres actuaciones, incluyendo la de REM en 2005.

Hasta la fecha, contando con los conciertos de este año de Bryan Adams y el homenaje a Carlos Cano, han sido un total de 1.143.600 los espectadores que han acudido a los cerca de 170 conciertos que han tenido lugar en estos 25 años, según los datos facilitados por GEGSA. Una retahíla de imágenes con momentos para el recuerdo como la despedida de Miguel Ríos en 2011, los Pet Shop Boys en el 2000, Bob Dylan en 1999 y en 2015, Muse en 2004, Chemical Brothers en 2005 o Tom Jones en 2003, en plena fiebre del Sex bomb que, por otro lado, tampoco justificaba el alto precio de las entradas que hizo que sólo 3.000 personas fueran a menear las caderas con el cantante galés.

El primer partido de baloncesto se celebró en el mes de mayo con el TSKA de Moscú como invitado. Hubo que esperar a octubre para que se montara un escenario en el recinto para acoger un musical de Los Ángeles. El proyecto, realizado por el estudio de Ignacio Parisi y Lluis Clotet y construido por Cubiertas y Mzov tenía la peculiaridad de que las cuatro esquinas del pabellón se dejaron sin asientos, en principio para mejorar la acústica del espacio. Los Ángeles reunieron a 2.500 personas y hubo que esperar a 1992 para el primer llenazo, el 18 de marzo, con los 10.000 espectadores que acudieron al reclamo de Luz Casal, enfrascada en la gira A contraluz. El año de los Juegos Olímpicos acabó con un total de 39.500 espectadores culturales, con sorpresas como la actuación de los hoy desconocidos 21 Japonesas o el fiasco de Gabinete Caligari, que sólo consiguió vender 1.000 entradas por los 8.000 que metió Sabina con su gira Física y Química.

El año en el que la música reinó en el Palacio de los Conciertos fue en 2002, cuando se alcanzó un máximo histórico total de 88.000 espectadores en un año en el que pasaron por el Zaidín figuras como Supertramp, The Cranberries, Julio Iglesias -que sólo reunió a 3.000 espectadores-, Jamiroquai o la granadina Rosa recién salida de Operación Triunfo, que coló a 8.000 almas para ver en directo sus inicios. Y en cuanto a triunfos sonados está el doble concierto que ofreció Juan Luis Guerra en 1993 con más de 16.000 espectadores, una cita que recuerdan bien los operarios del Palacio de Deportes porque, según cuentan, fue el que mayor nivel de descontrol tuvo en los camerinos.

En el capítulo de los años con menos actividad, en general coinciden con los años de crisis más furibunda, caso de 2009, cuando sólo Fito y Fitipaldis se lanzaron a actuar en el Palacio con otro de sus llenazos habituales. 2013 también fue un pedregal y Melendi y Alejandro Sanz pusieron la ocupación cultural de este año en 14.500 personas, una cifra que aumentó hasta un máximo casi histórico al año siguiente al situarse en 86.000 personas, con conciertos como los de Dani Martín, En Granada es posible, Loquillo -que grabó en directo su disco- o el musical Los Miserables, que durante cuatro días consiguió cerca de 10.000 seguidores. Algo parecido a lo que significó la presencia del Circo del Sol -que retorna este mismo verano- y que en 2013 rompió todos los récords con 26.000 espectadores en sus cinco días de estancia en Granada.

"Es una infraestructura capital en nuestra ciudad tanto para los eventos deportivos como culturales, nos ha permitido acoger grandes eventos como el Mundobasket y, al ser una instalación muy versátil, permite tener conciertos de mediano formato como los recientes de Raphael sinfónico y el homenaje a Carlos Cano y espectáculos de mayor aforo como el que ofreció Pablo Alborán", señala el concejal de Cultura y Deporte, Juan García Montero. Por su parte, el promotor de Musiserv José Rodríguez, responsable de muchos de los momentos de más glamour en el recinto -como el concierto de Luis Miguel en 2007-, fue el artífice de que el Palacio cogiera un regusto internacional. Responsable de casi el 90% de los conciertos que se han celebrado en el polideportivo, desmitifica el legendario 'mal sonido' del recinto y apostilla que depende, y mucho, de los técnicos que trabajen para la ocasión. Rodríguez ya estuvo como "currante" en el concierto del 92 de Luz Casal y al poco organizó su primer concierto, el de Gabinete Caligari. Apenas mil persona acudieron al reclamo de Javier Urrutia y compañía, pero a los pocos meses consiguió su primer llenazo con motivo del Día de la Mujer con Rosario y Amistades Peligrosas. Hace 20 años creó junto a Javier Lapido la promotora Musiserv.

El primer punto de inflexión en cuanto a meter a Granada en el circuito internacional vino con Rage Against the Machine en 1997. Esto sirvió para que se "normalizara" el hecho de actuar en el Sur, caso también de la actuación de David Copperfield, lo que les dio las pautas para traer al Circo del Sol o montar Los Miserables en el Palacio, "una cosa que no se había hecho antes en todo el mundo".

Y así, llevando este espacio "al límite de sus posibilidades", Rodríguez defiende que la actividad de Musiserv ha dejado de forma "documentada" cinco millones de euros anuales a la ciudad. "Es la primera capital de turismo de fin de semana y el 38% de las entradas las vendemos fuera de la ciudad, muchas de ellas fuera de la comunidad, lo que demuestra que mucha gente hace sus planes para ir a ver un concierto aquí", continúa el promotor que celebra este año su 25 aniversario en el negocio.

En cuanto a las bajadas de ocupación en 2009 y 2013 Rodríguez da una clave: "Granada no dejó de hacer conciertos internacionales, caso de Franz Ferdinand o Leonard Cohen, simplemente decidimos hacerlos en el Coliseo de Atarfe". "Consolidar esto requiere de voluntad política porque el año pasado llevamos a Sting a Málaga y a Elton John, por poner dos ejemplos, porque aquí no era posible", señala Rodríguez, que desvela que el recelo por usar el campo de Los Cármenes ha costado alguna gira internacional como la de Bruce Springsteen.

Curiosamente, al artista que más veces se ha subido al escenario del Palacio de Deportes es Joaquín Sabina, que lo ha hecho hasta en nueve ocasiones, dos de ellas junto a Joan Manuel Serrat y otra vez con Los Rodríguez en 1996. Y eso que desestimó unirse a la gira El gusto es nuestro junto a Ana Belén, Víctor Manuel, Serrat y Miguel Ríos, que desembarcó dos días consecutivos en Granada ante 20.000 espectadores en total. El cantautor de Úbeda desestimó unirse al grupo porque, según sus palabras, iban a parecerse al Consorcio. Estopa ha actuado en ocho ocasiones, llegando a hacer doblete en 2008 con dos conciertos el 5 de junio y el 19 de septiembre. El Barrio ha sido otro asiduo al 'auditorio' con cinco apariciones, la mayoría de ellas con un lleno hasta la bandera y con la mayor concentración de sombreros de la historia de la instalación.

Figuras del bel canto como Montserrat Caballé (1998) o Plácido Domingo (2007) han compartido escenario con las figuras efímeras del momento que ahora, con suerte, pueden actuar en el Palacio de Congresos, con un aforo que ronda los 2.000 espectadores. Es el caso de Álex Ubago, el autor que se moría por conocerte, que congregó a 7.500 personas en 2002, o el mismísimo Fran Perea, que vivió su momento de gloria musical en 2004 y metió a 7.000 espectadores con el reclamo de canciones como 1 más 1 son 7, la banda sonora de la serie Los Serrano. 21 Japonesas, el grupo de moda a comienzos de los noventa, también apareció por Granada en 1993 para congregar a 3.500 fieles, una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta sonoros fiascos como el de Héroes del Silencio en 1993 (2.000), Barricada en 1996 (1.000) o Niña Pastori en el 2000 (1.500), espectáculos que consiguieron cifras inferiores al festival de la canción scout que se celebró en 1997 y que reunió a 3.000 fieles.

Para el recuerdo el doble concierto de despedida de Miguel Ríos el 17 y 18 de septiembre de 2010, el homenaje a Juan Habichuela de 1996, además del gran concierto de Los Planetas en 2003 que sacó definitivamente a la música indie el armario.