Benito Zambrano: "O se habla o se escribe, ir a Festivales y atender a la prensa te descentra"

Granada/Los directores Benito Zambrano, Fernando Franco, ambos ganadores del Goya a Mejor Dirección Novel y Sandra Romero, nominada este año en la misma categoría, han mantenido un coloquio este viernes en el Hospital Real, una actividad que se enmarca en el programa 'Andalucía de cine. Maracena de Goya' en el que participan el Ayuntamiento del municipio y la Universidad de Granada, así como la Asociación de Hombres por la Igualdad. Además, este mismo viernes 10 por la tarde, a las 18:00 horas, el Espacio Escénico del Municipio Granadino acogerá la proyección de las películas Solas, tras lo que podrá disfrutarse de un coloquio con el sevillano. La cinta, estrenada en 1999 y que logró hacerse con cinco premios Goya, supuso un antes y un después en la carrera del cineasta pero también en la historia del cine andaluz.

Pregunta.-Tras estudiar en la Escuela Internacional de Cine de Cuba, con su primer largo logra hacerse con cinco premios, entre ellos el de Dirección Novel y Guion Original. ¿Qué supuso un éxito tan rotundo cuando estaba empezando?

-Imagínate, pasé de la nada a todo. Aunque bueno, en realidad ya llevábamos un ciclo de un año entero rodando con la cinta porque se estrenó en febrero en Berlín, justo un año antes de los Goya. No sólo ganamos otro galardón en Berlín, es conseguimos un montón de premios en todos los festivales a los que íbamos. En fin, que tengo mi casa llena de chatarrilla de premios. Ese ciclo completo fue el tránsito de nada a todo: de una película pequeñita que realmente no sabíamos si no iba a ir a algún lado al boom. Y más en una Andalucía que en el 98 no tenía industria, con pocos equipos, había que traer muchos técnicos de Madrid... Cuando vimos que funcionaba fue algo maravillo. Desde luego, hay un antes y un después en mi vida.

P.-Hay mucha presión después de una ópera prima con tantos premios para afrontar el segundo trabajo.

-Yo tenía 33 años, no era un chavalillo. No me hice un planteamiento de presión, pero sé que la gente a partir de ahí te mirará como el director de Solas. No me metí presión, pero sí sucede que un éxito como este te descentra porque, si me paso todo el día hablando de las películas, es tiempo que no dedico a escribir la siguiente. O se habla o se escribe, ir a festivales, atender a la prensa te descentra.

P.-Continúa al pie del cañón y en 2019 volvió a ganar un Goya por el guion de Intemperie. ¿Cómo ha visto evolucionar esa industria andaluza que era casi inexistente en este tiempo?

-Creo que, afortunadamente, una de las cosas buenas que pasó con Solas es que captó la atención de los políticos. En el caso de la Junta de Andalucía tuvimos reunión después con Chávez y con Carmen Calvo, que estaba de consejera de Cultura. La cinta puso en evidencia que en Andalucía había mucho talento pero no un sector industrial mínimo para que se desarrollara, así que la gente lo que hacía era irse. Había mucha gente con sus proyectos, como Alberto Rodríguez, y otros muchos que estaban esperando. Tuvimos suerte, porque al funcionar la película bien se vio que se podía hacer cine aquí y con profesionales andaluces. Eso ayudo mucho. Ahora mismo tenemos una producción muy buena, nuestra propia Academia de Cine, los premios Carmen y una participación importante de empresas andaluzas. Hemos hecho un salto impresionante.

P.-La tecnología, el hecho de que se pueda grabar hasta con un móvil o la facilidad para compartir datos, habrá ayudado mucho en esa descentralización.

-La tecnología facilita y ayuda, pero eso no hace industria, es una circunstancia menor. Lo importante siempre, como en cualquier sector, es crear industria. Tiene que haber productores y empresarios con talento, porque cualquier proyecto audiovisual es caro. Necesitas gente atrevida porque el cine es una actividad de riesgo. Y también un convencimiento de los políticos de la importancia del cine: no solo como cultura, que también, sino como motor de empleo. Por eso la participación de Canal Sur es vital. No porque todo el dinero que tiene la Junta sea para hacer películas sino porque ayuda a atraer más dinero: 300.000 euros de la Junta puede ayudar a que venga un millón de euros. Esas coproducciones sí hacen, sí que ayudan al cine. Las películas hay que hacerlas bien y luego distribuirlas bien. Desde el punto de vista industrial y cultural lo importante no es la tecnología sino que haya fondos económicos, estrategia e inteligencia para que los proyectos lleguen, se venda y se exhiban.

P.-En 2018 fue uno de los impulsores de Acción, la Asociación de Directores de Cine. ¿Es también importante crear redes de apoyo?

-En España, los directores y directoras no teníamos una asociación como sí tienen los guionistas. Era raro, y más siendo los máximos responsables artísticos de una película. Es que somos tan individualistas a veces, que siempre estamos encerrados en nuestra trinchera, con nuestros proyectos, y hacía falta una asociación para defender los intereses y el criterio de los cineastas. Eso es muy importante de cara a todo lo que se mueve. Como cualquier sector había que estar asociado y unido. Además de Acción, hemos creado otra despúes, una andaluza en la que estamos unidos cineastas y directores, todos apoyándonos. Hay que defender los derechos e intereses del cine.

P.-Curiosamente su primera intención en el cine no fue dirigir, pues empezó en la escuela de arte de dramático.

-Yo estudié interpretación cuando era chavalillo, pero pronto me di cuenta que era muy malo. En este tiempo también había hecho cursos. Trabajé también de fotógrafo en El Correo de Andalucía, de cámara en Canal Sur, y luego me fui a la Escuela de Cine de Cuba, que es cuando escribí mi primer guion, el de Solas.