Un 'cascarrabias' en la corte nazarí
Literatura
Hoy tiene lugar la presentación del 23º libro de la colección 'Baroja&Yo', que repasa las vivencias del escritor de la Generación del 98 en Granada
Granada/El médico que se crió entre periodistas y al final se dedicó a la escritura. Un resumen simple de la vida del autor de 'La Busca', pero la historia de Pío Baroja va más allá de una simple biografía y de una lista de obras del autor de la generación del 98. Tanto que da para un serial de 25 libros que se acercan al lector a la figura del escritor vasco en la colección Baroja&Yo.
La entrega número 23 de esta serie de obras del bolsillo se presentará mañana, a las 19:30 horas, en la Librería Babel. Y versa sobre la visita de Baroja a Granada y como su pluma no dejó bien parada a la ciudad. Editado por Ipso Ediciones y Joaquín Ciáurriz, es la antepenúltima publicación del serial.
En sus páginas, su autora, la filóloga granadina María Bueno Martínez, cuenta como fue el paso por la ciudad nazarí del novelista un frío invierno de 1924, de las reacciones posteriores -entre ellas la de Federico García Lorca- y de la visión que Baroja tuvo de la ciudad andaluza, algo poco documentado y que merecía un acercamiento mas particular y personal.
Para la presentación, Bueno Martínez se ha rodeado de la catedrática de Literatura Española Amelina Correa y el periodista y escritor Alejandro V. García, que participarán en la presentación de la publicación. “Ellos son expertos sobre Lorca, con artículos publicados y exposiciones presentadas, y conocen muy bien la Granada de principios de siglo XX”, ha comentado a este periódico la autora.
Esta vigésimotercera entrega sobre el escritor vasco aborda el viaje de Baroja a Granada, acompañando a Ortega y Gasset, que venía a dar una conferencia organizada por el Centro Artístico, con el título "El Estado, la Juventud el Carnaval". En este viaje también les acompañaba Domingo Barnés, pedagogo y ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes de la II República.
En las páginas de este libro, Bueno Martínez intenta huir de las hagiografías. La estructura: una reflexión autobiográfica propia autora junto con un acercamiento al esa visita del autor de 'El árbol de la ciencia' a la ciudad.
Tal y como cuenta la granadina, esa primera parte autobiográfica "está centrada en mi padre, Diego Bueno Molero, que hizo su mili en San Sebastián. Antonio Muñoz Molina escribió en Ardor guerrero, la narración de su mili en el mismo cuartel que mi padre, de la mili se volvía con algunos nombres".
"Yo heredé un nombre: San Sebastián y que lo he ido llenando de significados y de amigos. Y de ahí, también, mi interés por la cultura vasca", ha asegurado esta licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Granada (UGR), y que pertenece a la asociación 'Hamaika Bide', cuyo objetivo es el estudio y la difusión del exilio vasco.
María Bueno se engancha a los escritos de Baroja con el final de La nave de los locos, porque el protagonista, Alvarito, hablaba de Granada en términos no muy positivos. "Esta obra fue fechada en marzo de 1925 y la asocié a una carta de Federico García Lorca a Constantino Ruiz Carnero en diciembre de 1924. Enlazando ambas, inicié mis estudios", ha comentado.
"Baroja es uno de los autores más autobiográficos, ya que todas sus vivencias las iba plasmando en sus obras. Y el se lleva una visión de esa Granada del año 1924 que no la deja muy bien parada a la ciudad, a su gente o incluso a la Alhambra, de la que comenta que es buena para ver, pasar y no volver", valora la autora.
En total serán veinticinco libros breves, en formato bolsillo, todos firmados por barojianos insignes, entre los que figurarán Andrés Trapiello, Fernando Savater, Jon Juaristi, Sergio del Molino o Valentí Puig. Todos abordan a Baroja desde el ángulo personal. Y todos tratan de volver al escritor más cercano de cara al público para conocer su historia frente a frente.
La incorporación de Bueno Martínez a la colección fue, según cuenta ella, "debido a una osadía". La granadina decidió enviarle sus investigaciones "periodísticas y epistolares" al editor del serial, Joaquín Ciáurriz. Lo que le abrió las puertas a formar parte de esta colección, algo que ella misma valora como "otra gran osadía suya al incorporarme a ella. Es un gran barojiano y gran editor".
Ese sentimiento barojiano, que va más allá de las fronteras del lector de la obra de Baroja, es individualista, no concuerda con una forma de pensamiento exacta, y trata de llegar al librepensamiento. Una forma más cercana y aproximada de leer y comprender las ideas del médico que se crió entre periodistas y al final se dedicó a la escritura.
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